"Decidle a Ra¨²l que si ¨¦l no da pasos tampoco yo podr¨¦ darlos"
El futuro de Cuba fue uno de los ejes de la cumbre entre Espa?a y EE UU del 13 de octubre en la Casa Blanca
"?C¨®mo ves la situaci¨®n de Am¨¦rica Latina?
-Desde mi punto de vista, la situaci¨®n de la regi¨®n gira en torno a dos ideas principales. Primero, est¨¢ resistiendo la actual crisis econ¨®mica mejor que en ocasiones anteriores y mejor que otras zonas del mundo. Segundo, con la excepci¨®n de Honduras, los dem¨¢s pa¨ªses disfrutan de un periodo de estabilidad pol¨ªtica, con la consolidaci¨®n de sistemas democr¨¢ticos.
-?Y Cuba? Nosotros estamos dando pasos, pero si ellos no dan pasos tambi¨¦n, ser¨¢ muy dif¨ªcil que podamos continuar.
-Moratinos va a viajar a Cuba en los pr¨®ximos d¨ªas.
-Que les diga a las autoridades cubanas que comprendemos que no se pueden cambiar las cosas de la noche a la ma?ana, pero que, pasados unos a?os, cuando se mire hacia atr¨¢s, debe quedar claro que ¨¦ste fue el momento en el que empezaron los cambios. Si no es as¨ª, habr¨¢ una profunda decepci¨®n".
"Entendemos que no se puede cambiar todo de la noche a la ma?ana"
"Pero si los cambios no empiezan ya habr¨¢ una profunda decepci¨®n"
?ste fue, con bastante aproximaci¨®n, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, el intercambio de opiniones sobre Cuba que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el jefe del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, mantuvieron el pasado d¨ªa 13 en la Casa Blanca.
Por vez primera desde 2004, Espa?a y EE UU hablaron sobre Cuba en tono amistoso, casi de complicidad. Fue el propio Obama quien suscit¨® la cuesti¨®n, lo que demuestra, a juicio de las fuentes consultadas, que forma parte de su agenda personal.
Igual que Israel, Cuba no es para EE UU s¨®lo, ni principalmente, un asunto de pol¨ªtica exterior, sino una cuesti¨®n dom¨¦stica. La comunidad de origen cubano asentada en Florida ha demostrado en el pasado que, como el lobby jud¨ªo, puede desequilibrar la balanza electoral.
D¨ªas despu¨¦s de la cita de la Casa Blanca y antes de viajar a Cuba, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, charl¨® por tel¨¦fono con la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton. Hablaron de la crisis de Honduras y del conflicto de Oriente Pr¨®ximo, pero no de Cuba. El asunto hab¨ªa quedado zanjado en Washington.
"Ra¨²l Castro ha recibido positivamente la elecci¨®n de Obama, a quien tiene un gran respeto, y ha acogido tambi¨¦n satisfactoriamente ciertos actos y decisiones que ha tomado", declar¨® Moratinos el pasado lunes, tras reunirse durante casi tres horas con el presidente cubano.
Durante el mandato de Bush, Washington apret¨® las tuercas al r¨¦gimen castrista, endureciendo las condiciones del embargo. La mayor¨ªa de estas nuevas restricciones han sido desmontadas por la nueva Administraci¨®n: se han liberalizado las condiciones en las que los cubano-americanos pueden viajar a Cuba, as¨ª como las remesas de dinero que pueden enviar a sus familiares en la isla. Ha habido otros gestos simb¨®licos, como el desmantelamiento de las pantallas electr¨®nicas de la fachada de la Oficina de Intereses de EE UU en La Habana, desde las que se difund¨ªan mensajes que el r¨¦gimen consideraban hostiles.
Lo m¨¢s importante, con todo, ha sido la reanudaci¨®n del di¨¢logo pol¨ªtico con La Habana, interrumpido en 2004, en asuntos como la inmigraci¨®n o las comunicaciones postales. Para sorpresa de la delegaci¨®n espa?ola, el canciller cubano, Bruno Rodr¨ªguez -quien sustituy¨® en marzo a Felipe P¨¦rez Roque, ca¨ªdo en desgracia junto al ex vicepresidente Carlos Lage-, subray¨® el calado de las conversaciones con Washington. "Dicen que s¨®lo hablamos de restablecer el servicio postal, como si fuera puramente t¨¦cnico, y no reparan en que no puede haber correo directo sin una l¨ªnea a¨¦rea regular entre los dos pa¨ªses", subray¨®. Actualmente s¨®lo operan vuelos ch¨¢rter entre la isla y algunas ciudades de EE UU, como Miami y Nueva York.
El viaje de Moratinos a Cuba vino precedido, en septiembre, por el de Bisa Williams, subsecretaria adjunta en funciones del Departamento de Estado. Seg¨²n se ha sabido ahora, la alta funcionaria visit¨® en prisi¨®n a reclusos con doble nacionalidad cubana y estadounidense, lo que no suced¨ªa desde hace d¨¦cadas.
Posteriormente, las autoridades de La Habana comunicaron a la enviada de Hillary Clinton que permitir¨ªan salir del pa¨ªs a Elsa Morej¨®n, esposa del doctor ?scar El¨ªas Biscet, un conocido disidente que sigue en prisi¨®n.
Las relaciones de EE UU y Cuba han entrado as¨ª en una fase de deshielo, pero a¨²n falta mucho para que caiga el ¨²ltimo muro de la Guerra Fr¨ªa en el Caribe: el embargo econ¨®mico decretado en 1962 por otro presidente dem¨®crata, John F. Kennedy.
Moratinos, por su parte, ha redoblado la apuesta y se ha comprometido en La Habana a que ser¨¢ "objetivo prioritario" de la presidencia espa?ola de la UE, en el primer semestre de 2010, negociar un acuerdo de asociaci¨®n entre la UE y Cuba, lo que supone derogar la Posici¨®n Com¨²n aprobada en 1996 a iniciativa de Aznar. Una apuesta arriesgada, pues la Rep¨²blica Checa, Suecia e incluso Alemania se resisten a dar nuevos pasos mientras no los d¨¦ el r¨¦gimen cubano. Casi como Obama.
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Derechos humanos y 'realpolitik'
Nelson Aguiar, el disidente excarcelado el pasado martes, tras la entrevista del ministro Miguel ?ngel Moratinos con Ra¨²l Castro, tiene previsto acudir hoy a la Embajada espa?ola en La Habana para agradecer la gesti¨®n diplom¨¢tica y solicitar un visado para recibir atenci¨®n m¨¦dica en Espa?a.
Aguiar, de 64 a?os, dirigente del Partido Liberal Ortodoxo, pertenece al grupo de los 75 detenidos en la primavera de 2003, de los que 53 siguen entre rejas. Condenado a 13 a?os, le quedaban siete por cumplir, pero su delicado estado de salud -fue operado dos veces en la c¨¢rcel y padece hipertensi¨®n- llev¨® a Moratinos a pedir su excarcelaci¨®n por razones humanitarias. Aguiar ha explicado que el d¨ªa 16 fue visitado en prisi¨®n por un oficial de la Seguridad del Estado, quien le anunci¨® que habr¨ªa liberaciones con motivo de la visita del ministro espa?ol. "Me dijo que si Moratinos ped¨ªa la libertad de un preso, ¨¦se ser¨ªa yo". Pese a ello, agrega contundente: "Yo no me siento moneda de cambio de nadie".
Adem¨¢s de excarcelar a Aguiar, La Habana puso en libertad al empresario espa?ol Pedro Hermosilla, detenido desde el 23 septiembre por un caso de corrupci¨®n, y autoriz¨® la salida del pa¨ªs de Omelio L¨¢zaro Angulo, un disidente que ya disfrutaba de licencia extrapenitenciaria por motivos de salud y ahora podr¨¢ cumplir su deseo de reunirse con su familia en Costa Rica y viajar despu¨¦s a Espa?a, seg¨²n ha manifestado.
Estas medidas de gracia, aunque cicateras, han servido a Moratinos para defender la eficacia de su apuesta por el di¨¢logo con las autoridades cubanas. "La pol¨ªtica [de presi¨®n y aislamiento del r¨¦gimen castrista], defendida por el PP no ha logrado liberar a un solo preso", alega el ministro. Seg¨²n sus cifras, en marzo de 2004 hab¨ªa 300 presos pol¨ªticos en Cuba y ahora quedan 206. "Que son muchos, de acuerdo, que es inaceptable, de acuerdo, pero la realidad es que hemos avanzado". A cambio, Moratinos ha renunciado a reunirse con los disidentes durante su estancia en Cuba y ni siquiera ha delegado en un alto cargo de su departamento para que los reciba, como hizo en su anterior viaje en abril de 2007, lo que le ha valido cr¨ªticas de la mayor¨ªa de los grupos de la oposici¨®n. "Prefiero que me critiquen, y haberlos liberado", responde.
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