Una agente de la CIA llamada Castro
La hermana menor de los l¨ªderes de la Revoluci¨®n de Cuba revela que espi¨® para EE UU hasta 1964
Juanita Castro siempre fue la hermana d¨ªscola y contraria a sus hermanos Fidel y Ra¨²l. Exiliada en M¨¦xico en 1964, se instal¨® despu¨¦s en Miami, donde hasta hace dos a?os estuvo al frente de una farmacia. Ayer se pusieron a la venta sus memorias, tituladas Fidel y Ra¨²l, mis hermanos. La historia secreta, publicadas por la editorial Santillana. El domingo, la madrugada de ayer en Espa?a, revel¨® en la cadena en espa?ol Univisi¨®n lo que se ven¨ªa anunciando desde hace d¨ªas con frases como "el secreto mejor guardado": trabaj¨® para la CIA, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.
Entrevistada por la periodista Mar¨ªa Antonieta Collins, que ha transcrito sus memorias, Juanita, de 76 a?os, coment¨® que en 1961 la fue a ver "una persona cercana a Fidel y a ella". Y a?adi¨®: "Me dijo que tra¨ªa una invitaci¨®n de la CIA, que ellos quer¨ªan hablar conmigo, que ten¨ªan cosas interesantes que decirme y cosas interesantes que pedirme. Que si yo estaba dispuesta a correr ese riesgo, si estaba dispuesta a o¨ªrlos a ellos. Yo me qued¨¦ medio choqueada, pero de todas maneras le dije que s¨ª".
"Me desencant¨¦ cuando vi tanta injusticia", asegura Juanita Castro
"De esa forma empez¨® una larga relaci¨®n con el archienemigo de Fidel Castro", subray¨® Collins. Un secreto guardado por seis personas durante 48 a?os. Hasta 1964, Juanita ayud¨® en Cuba a muchas personas a escapar de la represi¨®n revolucionaria.
El culebr¨®n de Juanita Castro, la agente Donna para la CIA, tiene la clientela asegurada en Cuba. Cualquier esc¨¢ndalo que lleve el ilustre apellido, m¨¢s cuando la revelaci¨®n procede de Miami, tiene todas las papeletas para ser un ¨¦xito de audiencia en la isla. Aunque los cubanos que poseen antenas parab¨®licas, legales o clandestinas, son una minor¨ªa, todo aquel que pudo se las ingeni¨® para estar a la hora en punto ante la pantalla del televisor. Durante d¨ªas, los medios de comunicaci¨®n de Miami ven¨ªan anunciando que se producir¨ªan sorprendentes revelaciones.
Juanita Castro ya hab¨ªa declarado muchas veces que no estaba de acuerdo con sus hermanos y que por eso rompi¨® con ellos. Ahora, la quinta de los siete hermanos Castro lo dice con todo lujo de detalles.
Con el triunfo de la Revoluci¨®n, tras haber ayudado antes a sus hermanos recaudando dinero, se dedic¨® a construir cl¨ªnicas y hospitales, pero unos meses despu¨¦s, con las detenciones, los fusilamientos y las confiscaciones, todo cambi¨®. "Me empec¨¦ a desencantar cuando vi tanta injusticia. Ten¨ªamos la tendencia de echarle la culpa a los subalternos, pero las ¨®rdenes ven¨ªan de arriba, de Fidel, del Che, de Ra¨²l", explica ahora.
Tras la muerte de su madre, el 6 de agosto de 1963, a la que recurri¨® muchas veces para ayudar a otros, se dio cuenta de que ya no iba a tener su protecci¨®n. "Ten¨ªa una situaci¨®n delicada por mis actividades", comenta, "y mientras ella estaba a mi lado a ellos les hubiera costado m¨¢s trabajo tomar medidas en contra m¨ªa".
Por eso, en junio del a?o siguiente se fue de Cuba. Fidel estaba especialmente enfadado con ella, y Juanita siempre ha dicho que Ra¨²l era m¨¢s humano y cari?oso con su madre. Y con ella. Fue ¨¦l quien le consigui¨® un visado para viajar a M¨¦xico, donde escribi¨® un comunicado para la prensa en el que romp¨ªa con la Revoluci¨®n.
Juanita vio por ¨²ltima vez a Ra¨²l el 18 de junio de 1964, el d¨ªa anterior a su partida. En los dos ¨²ltimos a?os, con motivo de la enfermedad de Fidel, a pesar de las diferencias, declar¨® p¨²blicamente que lo sent¨ªa como hermana.
La historia de que Juanita Castro trabaj¨® para la CIA dentro de Cuba a principios de los a?os sesenta no provoc¨® grandes emociones en la isla. Un ama de casa lo resum¨ªa as¨ª ayer: "De la misma forma que a uno le suenan lejanas y ajenas las batallitas de la Sierra Maestra, esto ya no interesa a nadie, es cosa de abuelos...".
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