La mano de hierro de una liberal
Esperanza Aguirre ha extendido su poder en el ¨¢mbito pol¨ªtico, econ¨®mico y medi¨¢tico - La presidenta regional y Gallard¨®n est¨¢n enfrentados desde 2003
Esperanza Aguirre logr¨® dos objetivos en 2003. Se hizo con la presidencia de la Comunidad de Madrid y consigui¨® tambalear la hegemon¨ªa que hasta entonces exhib¨ªa Alberto Ruiz-Gallard¨®n. A partir de entonces, la presidenta ha combatido para extender su poder a las distintas instituciones de la regi¨®n y Gallard¨®n le ha plantado cara para frenar esa ambici¨®n. El alcalde siempre se ha quejado del amplio espacio que ocupa su principal rival. Los encontronazos han sido varios y sonados. Pero casi siempre han arrojado un mismo ganador, la presidenta regional, que ha extendido su influencia hasta convertir la Comunidad de Madrid en un fort¨ªn. La frase que pronunci¨® el alcalde de Madrid en noviembre de 2004 tras recibir el primer rev¨¦s fue premonitoria: "Estamos derrotados, pero no vencidos". Aguirre se hab¨ªa impuesto como presidenta del partido y su ¨ªntimo colaborador, Manuel Cobo, ni siguiera pudo conseguir los avales para aspirar a secretario general. Desde entonces se han encontrado en mil batallas: por la gesti¨®n de Metro, el consorcio tur¨ªstico, el control pol¨ªtico de la C¨¢mara de Comercio, de Ifema, por los ¨¢rboles del paseo del Prado o el color de unas alcantarillas. Cualquier asunto en la vida de la regi¨®n ha servido para enfrentarlos.
Los informativos ocultaron un abucheo a la presidenta porque "no ten¨ªa relevancia"
El vicealcalde quiso la secretar¨ªa general. Pero ella no cedi¨® ni un mil¨ªmetro
La batalla que libran ahora por el control de Caja Madrid puede resultar decisiva. En este escenario, Cobo realiz¨® el lunes unas duras manifestaciones contra la gesti¨®n de Aguirre. En una entrevista con EL PA?S, el vicealcalde de Madrid, reproch¨® a Aguirre, que se cansa de repetir que es una liberal, su intervencionismo sugiri¨® que Aguirre maniobr¨® para intervenir en el PP de Madrid, en Telemadrid, en la C¨¢mara de Comercio o en Ifema. Tambi¨¦n acus¨® al entorno de la presidenta de crear una gestapillo para espiarle. A continuaci¨®n se detalla c¨®mo fueron estas batallas.
"Vinieron a por P¨ªo"- Cuando Aguirre se hizo con el partido y Cobo perdi¨®
Esperanza Aguirre necesit¨® dos asaltos para conquistar la Comunidad de Madrid. No perdi¨® ninguno m¨¢s para hacerse con el partido regional. Poco despu¨¦s de ser investida puso en marcha su maquinaria pol¨ªtica para hacerse con el control de la agrupaci¨®n auton¨®mica, gestionada hasta entonces por P¨ªo Garc¨ªa-Escudero, que mantuvo al partido en calma.
En verano de 2004, Aguirre comenz¨® a lanzar globos sonda anunciando su intenci¨®n de presentar su candidatura para presidir el partido. Un movimiento que alert¨® a los partidarios de Alberto Ruiz-Gallard¨®n. El alcalde hab¨ªa implantado una tradici¨®n por la cual el presidente de la Comunidad se manten¨ªa apartado del control de la formaci¨®n pol¨ªtica. Cre¨ªa que se deb¨ªan mantener separados los dos ¨¢mbitos. Por eso, apoy¨® durante 11 a?os a P¨ªo Garc¨ªa-Escudero para que lo gestionara y ¨¦l se mantuvo al margen. Su estrategia tambi¨¦n serv¨ªa para no soliviantar a los partidarios de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Rodrigo Rato, que eran mayor¨ªa en Madrid. Era un gesto de integraci¨®n. El anuncio de Aguirre acababa con esa breve tradici¨®n y provoc¨® una reacci¨®n en las filas del alcalde.
Garc¨ªa-Escudero fue reclamado por Mariano Rajoy para controlar el PP en el Senado. Con este encargo, y ante la virulencia del conflicto, se apart¨® a un lado. Tras su renuncia y la confirmaci¨®n de la candidatura de Aguirre, el vicealcalde Manuel Cobo present¨® batalla. Contaba con el apoyo de Gallard¨®n y con la voluntad de alcanzar un pacto si fuera necesario. Quer¨ªa la secretar¨ªa general, el cargo que permit¨ªa controlar todas las agrupaciones. Durante d¨ªas se sucedieron las reuniones para intentar lograr un acuerdo. Pero Aguirre no cedi¨® ni un mil¨ªmetro. Cobo tuvo que retirar su candidatura porque no logr¨® los avales suficientes.
Finalmente, el 27 de noviembre de 2004 Aguirre fue nombrada presidenta del PP regional en un congreso en el que Gallard¨®n y Cobo fueron "derrotados, pero no vencidos", como se defini¨® entonces el alcalde. Desde entonces dirige el partido con mano firme. Extendi¨® su poder y su influencia. Los aznaristas y ratistas se convirtieron en aguirristas. La presidenta controla cada detalle a trav¨¦s del secretario general, Francisco Granados. Ella tiene el poder en Madrid.
"Vinieron a por la 'tele" - "Creo que ha quedado muy bien ideol¨®gicamente"
Los sindicatos (UGT, CC OO y CGT) denuncian desde hace cinco a?os la "censura y la vulneraci¨®n del derecho fundamental a la informaci¨®n en Telemadrid". Las cr¨ªticas nacen cuando Esperanza Aguirre desembarca en la Comunidad de Madrid. Una de sus primeras decisiones consiste en nombrar a su ex jefe de prensa, Manuel Soriano, como director general de la cadena p¨²blica madrile?a. Desde entonces las acusaciones de utilizaci¨®n partidista de la televisi¨®n y los casos de ocultaci¨®n de la informaci¨®n se han multiplicado.
Uno de los episodios m¨¢s rancios en la cadena se produjo tras el primer aniversario del 11-M. La televisi¨®n madrile?a emiti¨® un documental sobre este dram¨¢tico atentado. D¨ªas antes, Manuel Soriano envi¨® un paquete a la sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol. Iba dirigido al Gabinete de Esperanza Aguirre. "Creo que ha quedado muy bien cinematogr¨¢ficamente e ideol¨®gicamente...", se le¨ªa en la tarjeta que acompa?aba un DVD con el documental.
Desde entonces se han sucedido las acusaciones por parte de sindicatos y oposici¨®n (PSOE e IU). Se han suprimido unos 200 empleos en la cadena. Las cr¨ªticas est¨¢n sustentadas por m¨¢s de 19 huelgas. Y tres apagones totales en la cadena p¨²blica. Nunca antes una televisi¨®n regional se hab¨ªa ido a negro.
Un episodio m¨¢s reciente tuvo lugar el pasado 27 de marzo. Esperanza Aguirre fue abucheada durante la presentaci¨®n de la Noche de los Teatros. Un c¨¢mara de Telemadrid grab¨® las im¨¢genes en las que la presidenta regional era fuertemente criticada. Todos los medios se hicieron eco de las protestas p¨²blicas, excepto el ente p¨²blico. La direcci¨®n de informativos considera que no ten¨ªa relevancia. "Hay redacciones paralelas, profesionales relegados y gente que trabaja al dictado", se quejan varios trabajadores de la televisi¨®n p¨²blica madrile?a. La cadena ha retransmitido ¨ªntegramente las manifestaciones convocadas en Madrid contra la ley del aborto, el matrimonio homosexual o el Gobierno socialista.
Una encuesta realizada por este peri¨®dico revelaba que la mitad de los votantes populares considera que Telemadrid es partidista. Casi el 80% de los votantes del PSOE considera que es parcial.
Vino a por la C¨¢mara - Objetivo: controlar la patronal madrile?a
En julio de 2006 la C¨¢mara de Comercio, el ¨®rgano que re¨²ne a toda la patronal madrile?a, la sede del poder econ¨®mico regional, deb¨ªa renovar su directiva. Aguirre se hab¨ªa consolidado como presidenta de la Comunidad de Madrid. Controlaba el PP en la regi¨®n y hab¨ªa extendido su influencia.
Las elecciones en la C¨¢mara de Comercio, el instrumento pol¨ªtico de los empresarios, le brindaba a Aguirre una posibilidad inmejorable para reforzar su hegemon¨ªa. La presidencia de los patronos estaba ocupada por Fernando Fern¨¢ndez Tapias, el naviero pr¨®ximo a Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Aguirre quer¨ªa a alguien de su confianza al frente de la patronal. El vicepresidente regional, Ignacio Gonz¨¢lez, control¨® el proceso electoral para colocar a Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n al frente de la C¨¢mara. Y sum¨® a dos afines en la junta electoral.
El candidato de Gallard¨®n, Fern¨¢ndez Tapias, amag¨® con presentarse, pero finalmente se retir¨®. Cuatro a?os antes hab¨ªa derrotado a la candidatura auspiciada por Rodrigo Rato y ya acumulaba demasiados enemigos.
El p¨²blico y firme apoyo de Aguirre y Gonz¨¢lez a D¨ªaz Ferr¨¢n result¨® decisivo para que se alzase con la presidencia de la C¨¢mara. De este modo, la presidenta regional lograba un doble objetivo: asestar un duro golpe a su principal rival y controlar el sector empresarial madrile?o justo un a?o antes de las elecciones de 2007. Poco despu¨¦s D¨ªaz Ferr¨¢n dej¨® la presidencia de la C¨¢mara tras ser nombrado presidente de la CEOE, la patronal estatal. Dej¨® el cargo a Salvador Santos Campano, un fiel escudero.
Vinieron a por Ifema - Un plan para lograr la presidencia de la instituci¨®n
Ifema es uno de los motores econ¨®micos de la regi¨®n. Aporta un 1% a la riqueza de Madrid. Y eso es mucho dinero y mucho poder. Aguirre prepar¨® su asalto a la instituci¨®n ferial hace un par de a?os. El vicepresidente Ignacio Gonz¨¢lez dise?¨® en oto?o de 2007 un complejo plan para hacerse con el control de la instituci¨®n ferial. El objetivo era colocar a Luis Eduardo Cort¨¦s como presidente del comit¨¦ ejecutivo. Aunque Cort¨¦s hab¨ªa sido consejero de Obras P¨²blicas con Gallard¨®n, en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªa aproximado al entorno de Aguirre.
El alambicado plan de Gonz¨¢lez contemplaba dos estrategias. Por un lado, crear un nuevo cargo en el Consejo de Administraci¨®n, que ocupar¨ªa Cort¨¦s. Pero para ello iba a necesitar el apoyo de Caja Madrid o del Ayuntamiento. El otro plan era m¨¢s factible. Consist¨ªa en convencer a la C¨¢mara de Comercio para que cediese su representaci¨®n en Ifema al hombre de Aguirre. Los empresarios hicieron p¨²blicas las presiones recibidas desde el Gobierno regional. Denunciaron el intervencionismo y amenazaron con una rebeli¨®n. Pero Salvador Santos Campano, presidente de la C¨¢mara, convoc¨® una reuni¨®n extraoficial para lanzar un ¨®rdago: o se aprobaba la cesi¨®n del cargo en Ifema o dimit¨ªa y se perd¨ªa el apoyo del Gobierno regional, con lo que eso supon¨ªa. La situaci¨®n era compleja porque la presidencia ejecutiva de Ifema ya estaba ocupada por Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n. Pocas semanas desp¨²es, Cort¨¦s, ex directivo de la empresa que constru¨ªa la ampliaci¨®n del recinto ferial, ocupaba la presidencia de Ifema. Y con ¨¦l Aguirre aumentaba su poder.
Crearon una gestapillo - Espionaje a los cr¨ªticos del PP regional
Durante las semanas previas al congreso del PP en Valencia, en junio de 2008, varios altos cargos populares madrile?os fueron espiados. Entre ellos, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y el ex consejero de Justicia Alfredo Prada. Todos eran cr¨ªticos con Esperanza Aguirre, quien amagaba con presentarse como rival a Mariano Rajoy. El asunto se hizo p¨²blico en febrero de 2009, cuando lo public¨® este peri¨®dico.
Todos los indicios se?alaban a la Consejer¨ªa de Interior del Gobierno regional de Madrid como punto de partida de los espionajes y seguimientos. La direcci¨®n nacional del PP orden¨®, inmediatamente, una investigaci¨®n, que apenas arranc¨®. Aguirre prometi¨® que el asunto se investigar¨ªa en la Asamblea de Madrid. Durante menos de 20 d¨ªas una comisi¨®n, controlada por el grupo popular, se dedic¨® a interrogar a varias personas con responsabilidades en Interior. Pero evit¨® entrar en los seguimientos. Se cerr¨® en falso entre las quejas de la oposici¨®n.
Un informe policial revela que tres ex guardias civiles, fichados como asesores de Seguridad por el consejero Francisco Granados, fueron los autores de los partes de seguimientos. A ra¨ªz de este informe una juez ha imputado a estos tres agentes. Tambi¨¦n est¨¢ imputado en el caso el ex director general de Seguridad Sergio Gam¨®n, persona que, seg¨²n la investigaci¨®n, orden¨® los seguimientos. Tras una rocambolesca historia de espionajes por el robo de un ordenador en la consejer¨ªa que dirig¨ªa Prada, Gam¨®n fue expulsado de la consejer¨ªa. Aguirre lo volvi¨® a contratar como asesor de seguridad bajo su tutela.
Las frases del vicealcalde
- Vinieron a por P¨ªo [Garc¨ªa Escudero, ex presidente del PP-Madrid], y yo no habl¨¦ porque no era de P¨ªo; vinieron a por la tele y yo no habl¨¦ porque no era de la tele; vinieron a por la C¨¢mara y yo no habl¨¦ porque no era de la C¨¢mara; vinieron a por Ifema y yo no habl¨¦ porque no era de Ifema; vinieron a por la Caja y yo no habl¨¦ porque no era de la Caja; vinieron a por Rajoy y yo no habl¨¦ porque no era de Rajoy; vinieron a por el PP y yo no habl¨¦ porque no era del PP... Vinieron a por Espa?a.
- Intentaron encontrarme algo que me hiciera dependiente de ellos, a trav¨¦s de esa gestapillo que montaron y espi¨¢ndome como espiaban a Alfredo Prada.
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