Salir por la ventana
He disfrutado mucho con Si la cosa funciona, la ¨²ltima pel¨ªcula de Woody Allen. Como le suele gustar recordar a Fernando Savater, la filosof¨ªa no es una excentricidad propia de barbudos de sal¨®n, sino una actividad a la que nos dedicamos todos cuando afrontamos las grandes cuestiones existenciales. Eso es lo que hacen las mejores pel¨ªculas de Allen: invitar a filosofar al espectador sobre el sentido de la vida, el amor, la libertad o el papel de la suerte en la existencia.
Albert Camus sentenci¨®: "No hay m¨¢s que un problema filos¨®fico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena de vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosof¨ªa". Allen, angustiado en todas sus obras por la ausencia de Dios y, por tanto, de sentido de la vida, suele tomarse esta idea muy a pecho. En Delitos y faltas interpreta a un documentalista de televisi¨®n que, harto de grabar banalidades por encargo, propone a la productora un documental sobre un fil¨®sofo, el profesor Levi. Si muestra una visi¨®n positiva de la existencia, adelante, le dicen. Ilusionado, comienza a grabar horas de entrevista. Hasta que recibe un mensaje: el profesor Levi se ha suicidado arroj¨¢ndose por la ventana. Ha dejado una escueta nota: "He salido por la ventana". Un intelectual como ¨¦l, un modelo para todos -reflexiona el personaje de Allen- suicid¨¢ndose con esa absurda nota...
Boris, el protagonista cascarrabias (Larry David, alter ego de Allen) en Si la cosa funciona, tambi¨¦n intenta suicidarse dos veces (infructuosamente, claro: en una se queda cojo; en la otra liga) y de la misma forma, saliendo por la ventana en un momento de angustia. Su concepci¨®n pesimista de la vida queda ya reflejada en la discusi¨®n con la que se inicia la pel¨ªcula: tanto el cristianismo como el marxismo se han basado en grandes ideas relativas al amor al pr¨®jimo y la liberaci¨®n de los hombres; entonces, ?por qu¨¦ no han funcionado, es decir, por qu¨¦ no han terminado de ofrecer la redenci¨®n que prometen? "Por la mezquindad humana", responde Boris. La mayor¨ªa de los humanos son, a su juicio, "microgusanos", seres ignorantes y zafios incapaces de pensamiento o actos elevados. De la misma forma que no existe sentido trascendente de la existencia, tampoco el amor puede aspirar m¨¢s que a un estado placentero transitorio, "mientras la cosa funcione".
La joven e ingenua Melody encarna el contrapunto de Boris. A pesar de dejarse deslumbrar por el prestigio intelectual del pesimismo nihilista, al final no puede menos de replicar la misantrop¨ªa de aqu¨¦l: "S¨ª, pero no son malos. S¨®lo est¨¢n asustados". No es tanto mezquindad, como debilidad y vulnerabilidad. ?sa que todos compartimos, viene a decir. Y bajo la talentosa batuta de Allen, no paramos de re¨ªrnos y de recordar, en medio de la contingencia de las cosas, las luminosas razones por las que no, no deseamos salir por la ventana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.