EE UU obligar¨¢ a la banca a asumir el coste de los rescates financieros
Una nueva ley dar¨¢ poderes a la Reserva Federal para desmantelar las grandes corporaciones que pongan en riesgo el conjunto del sistema
Quien contamina, paga. EE UU tradujo ayer ese principio al mundo financiero: la entidad que tenga que quebrar, que quiebre. El Ejecutivo estadounidense ha dado el primer paso para establecer el mecanismo que dar¨¢ m¨¢s poder a los reguladores para intervenir y desmantelar de forma controlada grandes instituciones financieras que representen un riesgo para el sistema y la econom¨ªa. Se trata de evitar otro caos como el que provoc¨® Lehman Brothers, y proteger al contribuyente del masivo coste de estas intervenciones. Porque la nueva oleada regulatoria deja m¨¢s novedades: EE UU obligar¨¢ a la gran banca a asumir el coste de los rescates financieros.
Es el comienzo del fin del concepto de "demasiado grande para caer". Un principio que seg¨²n el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, crea una red de seguridad artificial que lleva a las grandes firmas financieras a embarcarse en mayores riesgos de los que pueden asumir, porque saben que el T¨ªo Sam saldr¨¢ al rescate, como pas¨® con Citigroup, Bank of America o AIG.
El borrador pactado por la Administraci¨®n de Barack Obama y el presidente del comit¨¦ financiero de la C¨¢mara de Representantes, Barney Frank, dar¨¢ poderes a los organismos reguladores para supervisar e intervenir los conglomerados que est¨¢n en situaci¨®n inestable, seg¨²n el texto hecho p¨²blico en la madrugada del martes al mi¨¦rcoles. Obama dijo que ese punto de la reforma es "crucial" para evitar que las firmas financieras asuman riesgos excesivos, y apost¨® por un sistema en el que los bancos dejen de creer que el Gobierno "les proteger¨¢ de las consecuencias de sus errores".
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, se?al¨® ante la ¨¦lite de Wall Street que la reforma no es un capricho: "Es una guerra de necesidad". Geithner testificar¨¢ hoy ante la C¨¢mara de Representantes para defender la iniciativa, con la intenci¨®n de que se vote la pr¨®xima semana. ?stos son los pilares de la iniciativa:
- M¨¢s poderes. El consejo de reguladores, integrado por el Tesoro, la Fed, el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (FDIC) y otras agencias, podr¨¢ decidir si fuerza una reestructuraci¨®n de las entidades en riesgo, hasta el punto de poder echarles el cerrojo. Adem¨¢s, estar¨¢ facultado para imponer cambios en el equipo de gesti¨®n, obligar a reforzar el capital, limitar los bonus, bloquear operaciones y forzar alianzas.
- Precedentes. Ese cambio de filosof¨ªa se apoya en la bancarrota de General Motors y Chrysler, que sirvi¨® a la Casa Blanca para demostrar que grandes compa?¨ªas con ramificaciones por toda la econom¨ªa pueden ser reestructuradas sin grandes sobresaltos. Y replica el modelo de intervenci¨®n que ya sigue la FDIC.
- Qui¨¦n paga la factura. El problema de estas operaciones est¨¢ en su elevado impacto financiero. Para reducir el agujero en el bolsillo del contribuyente, las entidades con m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares en activos -todos los bancos espa?oles que cotizan en Bolsa y a la mayor¨ªa de cajas superan ese umbral- se har¨¢n cargo de las p¨¦rdidas que se deriven del rescate de un competidor. "Es la industria la que debe pagar por sus errores, no el contribuyente", dice Frank. En la pr¨¢ctica, sin embargo, ser¨¢ el Gobierno el que haga el primer desembolso. Y despu¨¦s, el Tesoro acudir¨¢ a la industria para hacer cuentas. As¨ª, se abandona la idea inicial de crear un fondo en el que los grandes bancos hagan aportaciones.
- Plan de contingencia. Unas 120 entidades estar¨¢n sometidas a las condiciones de la nueva legislaci¨®n, que les obligar¨¢ a disponer de planes en los que identifiquen c¨®mo podr¨ªan ser desmanteladas en caso de ser declaradas insolventes, por la v¨ªa de la venta de activos o por otros medios. La Fed podr¨¢ adem¨¢s establecer l¨ªmites para evitar una concentraci¨®n excesiva del riesgo en una firma.
- La ¨²ltima palabra. Hay un problema. En la ¨²ltima de las 253 p¨¢ginas de la iniciativa se restan poderes a la Fed, al impedirle actuar en solitario en casos de emergencia, por lo que no podr¨¢ inventar salidas como con Bearn Stearns. Cualquier acci¨®n debe pasar en ¨²ltima instancia por el Tesoro, y eso introduce un componente pol¨ªtico que puede amenazar a la independencia de la Fed. En cualquier caso, la Fed y el Tesoro han ido de la mano en esta crisis.
- Luz verde inicial de la banca. La respuesta de la industria a la reforma lleg¨® de la mano de Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase, la entidad que ha salido m¨¢s reforzada de la crisis. Dimon y otros banqueros son favorables a que haya un mecanismo para lidiar con grandes entidades en crisis, y apoya la idea del regulador de riesgos sist¨¦micos. Se trata, dijo, de recuperar la confianza perdida en el sistema. Sin embargo, advirti¨® de que un exceso de regulaci¨®n puede mermar la capacidad del sector para ayudar al crecimiento econ¨®mico. Aunque sacar el paquete en un solo bloque es complicado. La Casa Blanca y el Congreso est¨¢n pactando las partes m¨¢s urgentes. Entre ellas se encuentra la posibilidad de someter a los hedge funds a mayor control, y la creaci¨®n de una agencia de protecci¨®n del consumidor.
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