?Arte o pasatiempo de reciclajes?
La iniciativa Reciclart llena la calle de juegos fabricados con desechos
Dos prostitutas de la calle del Desenga?o trataban de colar una pelota en un recipiente de hojalata, sirvi¨¦ndose de un palo, entre risas y sin ¨¦xito (hay que decirlo). Ayer no hab¨ªa clientes ("llevo una hora y media y nada, mi ni?a"), hac¨ªa un d¨ªa soleado y el catal¨¢n Joan Rovira (54 a?os) llen¨® la plaza de Soledad Torres Acosta de sus cachivaches de colores: juegos de habilidad construidos a base de productos de desecho: desde un somier de una cama vieja a una rueda de bicicleta pasando por cacerolas, tapaderas, puertas... La iniciativa se llamaba Reciclart y era un encargo del Ayuntamiento de Madrid que gestionaba la empresa Mr. Monkey: "Se trataba de buscar alguna manera distinta de recordar la importancia del reciclaje", explicaba Carolina, una de las responsables.
Pero el caso es que, hacia el mediod¨ªa, la plaza era un laboratorio de juegos. Y, junto a las meretrices, hab¨ªa un grupo de turistas franceses tratando de sostener un palo con una espumadera, y al lado de ¨¦stos una mujer y su marido intentando enhebrar un tornillo y un tubo met¨¢licos pero con la visi¨®n deformada a trav¨¦s de un juego de espejos, y a su lado un fot¨®grafo que trataba que una de las esculturas se metiera un dedo en la nariz moviendo sus brazos con un juego de poleas... "En el mundo s¨®lo hay ni?os de distinta altura", dec¨ªa Rovira all¨ª, rodeado de 40 de los 140 juegos que ha inventado en los ¨²ltimos 20 a?os.
Este ex concejal de Tona, un pueblo cercano a Barcelona, comenz¨® montando gincanas para los ni?os de su municipio el d¨ªa de la peseta -"por el precio simb¨®lico que costaba participar en los juegos"- que se sigue celebrando cada 29 de noviembre. Y ha terminado viajando por todo el mundo con su furgoneta cargado de cachivaches que afloja y atornilla con una rapidez pasmosa movido por un lema en forma de bumer¨¢n: "Mira lo que tiras, imagina qu¨¦ podr¨ªa volver".
Ayer, m¨¢s all¨¢ de recordar la importancia del reciclaje, fueron muchos los que, gracias a las buenas artes de Rovira, revivieron el placer del juego
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