Euskadi asienta su gobernabilidad hasta 2011 en los pactos de geometr¨ªa variable

El esquema de pactos de geometr¨ªa variable (PSE-PP por un lado, PNV-PSE por otro), que ha fraguado s¨®lo cinco meses despu¨¦s del relevo en el liderazgo del Gobierno, despeja casi dos a?os y puede prolongarse m¨¢s all¨¢ de las elecciones de 2011. ?sa es la voluntad y la previsi¨®n del PSE-EE, el partido que est¨¢ en ambos acuerdos. En sus filas se sostiene que, dada la alta probabilidad de que el PNV conserve no pocos ayuntamientos y alguna diputaci¨®n tras las elecciones de 2011, y tambi¨¦n el Gobierno socialista contin¨²e su andadura, ese modelo seguir¨¢ siendo imprescindible. "Se abre un tiempo nuevo de acuerdos m¨²ltiples, pero siempre desde la claridad del pacto preferente con el PP", indic¨® a este peri¨®dico el consejero de Interior y coordinador del Gobierno, Rodolfo Ares. "El PNV no va a desestabilizar ni ahora ni despu¨¦s en cuestiones que vertebran el pa¨ªs y son pilares del autogobierno y de las instituciones, como la pol¨ªtica fiscal, el endeudamiento o el gasto social", asegur¨®, por su parte, Andoni Ortuzar. "Queremos que lo que se haga en esos campos dure mucho tiempo, con independencia de qui¨¦n est¨¦ en cada momento en una diputaci¨®n o en otra", a?adi¨®. En el resto, manos libres para hacer oposici¨®n, y dura, al Gobierno. "Pero ser¨¢", asegur¨®, "en el Parlamento y desde el partido, no desde ninguna instituci¨®n que gobernemos".

El reparto del poder foral tras las elecciones puede asentar los pactos

Aralar y EA se desmarcan de sus socios del PNV en la Diputaci¨®n alavesa

No es nuevo que el PSE-EE se encuentre en mitad de ese doble juego (sostuvo presupuestariamente al Gobierno anterior, a la vez que a la Diputaci¨®n alavesa gobernada por el PP, y el a?o pasado a las tres diputaciones del PNV), pero s¨ª la primera vez que lo hace desde una posici¨®n de gobierno. A ¨¦l interpelan las inc¨®gnitas sobre la funcionalidad y el futuro de esas alianzas.

"Nuestro socio preferente y para toda la legislatura ser¨¢ el PP, porque ah¨ª se consolidan el cambio y la transformaci¨®n profunda de Euskadi que buscamos, y porque sabemos que a lo que el PNV aspira es a sustituirnos y volver al Gobierno. Pero se ha demostrado que el Ejecutivo y el PSE tienen margen para acuerdos tambi¨¦n con el PNV, en contra de sus acusaciones de frentismo. Con ¨¦l seguiremos intentando consensuar proyectos de pa¨ªs", se?al¨® Ares, que avanz¨® un pr¨®ximo test para las tres formaciones: el proyecto de Ley Municipal, uno de los compromisos del acuerdo con los populares. "Aunque tengamos con el PP la mayor¨ªa necesaria para aprobarla, lo l¨®gico es que el PNV est¨¦ ah¨ª". As¨ª lo ve tambi¨¦n Ortuzar. "No ser¨ªa l¨®gico que el PSE y el PP, que no suman ni la mitad de alcaldes del PNV, aprobaran esa ley solos". Otras reformas estructurales profundas, como las pol¨ªtica de servicios sociales, de funci¨®n p¨²blica y la presencia municipal en el Consejo Vasco de Finanzas, o asuntos como el reparto de recursos cuando se asignen competencias claras a los ayuntamientos y el de las infraestructuras e instalaciones estrat¨¦gicas en los tres territorios, requerir¨¢n del consenso de cuantos gobiernen en cada instancia. Ahora y despu¨¦s de 2011. O eso, o "la bronca permanente y los pasos adelante y atr¨¢s, dependiendo de la correlaci¨®n de fuerzas de cada momento", seg¨²n Ares.

El PP, sin arte ni parte en este segundo acuerdo, se ha recolocado hasta el punto de que su presidente, Antonio Basagoiti, afirma que el consenso de sus socios con el PNV es, "por s¨ª mismo, positivo". "Nos ayuda a demostrar que con el pacto PSE-PP Euskadi va bien, el pa¨ªs est¨¢ m¨¢s tranquilo y con una estabilidad y una moderaci¨®n que no hab¨ªa antes". Si tendr¨¢ proyecci¨®n o no m¨¢s all¨¢ de 2011, "depender¨¢ de c¨®mo solvente el PNV una reflexi¨®n interna que a¨²n no ha hecho", apunta. Su partido "no veta a nadie". Tampoco Ares se atreve a afirmar que el PNV busque algo m¨¢s que una salida de coyuntura para salvar el a?o pr¨®ximo. "Puede que den bandazos", duda.

La satisfacci¨®n de los tres partidos grandes contrasta con el enfado de los dos socios del PNV en el Diputaci¨®n de ?lava, EA y Aralar, pero su resistencia a ¨¦l s¨®lo puede plasmarse en una salida del Gobierno foral.