Parches y retrocesos
El real decreto en favor del carb¨®n perjudica al consumidor y desmiente la liberalizaci¨®n el¨¦ctrica
La ca¨ªda de la demanda el¨¦ctrica y el hundimiento de los precios en el mercado -en realidad, una ficci¨®n donde las empresas de generaci¨®n y sus filiales de distribuci¨®n acuerdan sin competencia el precio que trasladan a la tarifa- hab¨ªan obligado a prescindir de la electricidad producida con carb¨®n nacional, demasiado caro para competir con el resto de las materias primas de generaci¨®n. Agobiado por las presiones de las empresas y de los mineros, el Ministerio de Industria ha aprobado un real decreto, de clara estirpe intervencionista, que obliga al operador del sistema a introducir preferentemente en la red las ofertas de electricidad generada con carb¨®n nacional, al margen de su coste y, por tanto, del perjuicio para el consumidor. La orden implica adem¨¢s que la producci¨®n desplazada por esta discriminaci¨®n -carb¨®n importado y una parte del gas natural- tambi¨¦n ser¨¢ retribuida, para evitar que las empresas sufran un da?o comparativo. Los usuarios tendr¨¢n que pagar un coste adicional en la tarifa que dif¨ªcilmente bajar¨¢ de los 600 millones.
Esta norma disparatada, puesto que privilegia a la energ¨ªa m¨¢s cara -carb¨®n nacional- y subvenciona a las energ¨ªas m¨¢s baratas, aunque no entren en operaci¨®n, evidencia una vez m¨¢s la esquizofrenia de la regulaci¨®n energ¨¦tica durante los ¨²ltimos a?os. De entrada, el uso del carb¨®n para la generaci¨®n de electricidad contradice la ret¨®rica gubernamental a favor de las energ¨ªas limpias y la reducci¨®n de CO2. Constituye, adem¨¢s, un grave retroceso en la supuesta liberalizaci¨®n el¨¦ctrica, porque, una vez m¨¢s, cuando el juego de la oferta y la demanda perjudica a los agentes econ¨®micos, la Administraci¨®n se presta a intervenir con otro parcheo de urgencia, siempre a costa de los ciudadanos. Y, por si lo anterior fuera poco, abre un nuevo riesgo de enfrentamiento con la Comisi¨®n Europea.
La gesti¨®n de la pol¨ªtica energ¨¦tica no ha mejorado la nefasta etapa de las legislaturas del PP, cuando la legislaci¨®n estaba en connivencia objetiva con los intereses de las grandes compa?¨ªas el¨¦ctricas. Tiene casi todos los frentes abiertos, como la definici¨®n de la estructura energ¨¦tica para los pr¨®ximos 10 a?os, el control de las burbujas en algunas de las energ¨ªas renovables o la liberalizaci¨®n del mercado. El equipo energ¨¦tico s¨®lo muestra agilidad cuando se trata de imponer intervenciones intempestivas.
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