Karadzic comparece por primera vez ante el Tribunal de La Haya
Bien afeitado y trajeado, Radovan Karadzic dio ayer una de cal y otra de arena en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya. Despu¨¦s de boicotear la apertura del proceso en su contra por genocidio y cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, acab¨® admitiendo ante "sus excelencias" (los jueces) que "confiaba en tener un juicio justo".
Para ello, sin embargo, necesita una pr¨®rroga de 10 meses. As¨ª podr¨¢ "ordenar el ca¨®tico material remitido por la fiscal¨ªa". Tambi¨¦n espera que se respete su derecho fundamental a defenderse. De no ser as¨ª, el ex l¨ªder serbobosnio considera que "carecer¨ªa de sentido participar en un procedimiento que si mal empieza, mal puede acabar".
El presidente de la sala, el surcoreano Kwon O-Gon, le reproch¨® que repitiera de nuevo sus argumentos de los ¨²ltimos 15 meses y pidi¨® su colaboraci¨®n. Pero aplaz¨® el proceso. El tribunal comunicar¨¢ dentro de unos d¨ªas si concede el plazo solicitado, o bien le impone un abogado de oficio.
Cualquiera de las dos opciones corre el peligro de retrasar las cosas. Karadzic no piensa colaborar con un experto designado por el TPIY. Quiere llevar su defensa en persona para aclarar los errores de enfoque de la acusaci¨®n, como los llama. "Se me involucra en una guerra civil y dicen que quer¨ªamos expulsar a la gente de la tierra que reclamamos como nuestra. Tengo que defender mi vida pol¨ªtica, y preciso una visi¨®n completa de la causa", afirm¨®. En su opini¨®n, la guerra de Bosnia (1992-1995) se divide en dos etapas diferenciadas. "La parte pol¨ªtica, entre 1991 y 1992, y la guerra, a partir de entonces. Claro que no puedo boicotear el proceso. Pero la fiscal¨ªa tampoco. Ser¨ªa criminal que colaborara en estas condiciones. Debo sistematizar el mill¨®n de documentos de los fiscales", concluy¨®.
Arropado por asesores legales en Belgrado y La Haya, Karadzic no cedi¨® ni un mil¨ªmetro a pesar del cuidado con que se dirigi¨® a los jueces. Su actitud llev¨® a la fiscal Hildegard Uertz-Retzlaff a proponer una soluci¨®n expedita. "Si no colabora, o rechaza un abogado, puede recurrirse incluso a la fuerza para que acuda a la sala de vistas", asever¨®. La acusaci¨®n considera que s¨®lo trata de ganar tiempo. Y eso es precisamente lo que no tiene el TPIY. La ONU lo cre¨® en 1993, y le exige que concluya su labor hacia 2013. Por eso Uertz-Retzlaff considera "un precio razonable a pagar" el retraso que causar¨ªa la imposici¨®n de un representante a Karadzic para desbloquear la situaci¨®n.
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