Disparos en el frente de la verdad
El periodista Gervasio S¨¢nchez gana el Premio Nacional de Fotograf¨ªa
Gervasio S¨¢nchez es uno de esos periodistas que no teme a las grandes palabras, ¨¦sas que siempre justifican una buena historia. El dolor, la compasi¨®n, la fraternidad, la dignidad, el amor... Al fotoperiodista, desde ayer Premio Nacional de Fotograf¨ªa, no le tiembla el pulso al afirmar que el mejor periodismo (tambi¨¦n el del futuro) siempre estar¨¢ del lado de esas palabras y no de otras. Y los periodistas ("ya sea haciendo fotograf¨ªas o escribiendo las histor¨ªas") no deben ser ajenos a ese mundo del que van a la caza: "Si est¨¢s en contacto con el sufrimieto tienes que acabar golpeado y dolido por ese sufrimiento. Es algo que a los periodistas nos llena de incertidumbres, pero es importante saber que no somos ajenos y no estamos aqu¨ª de paseo".
"Los periodistas no somos ajenos, no estamos aqu¨ª de paseo"
"Me averg¨¹enza la instrumentalizaci¨®n de la memoria hist¨®rica"
Gervasio S¨¢nchez (C¨®rdoba, 1959) lograba ayer por primera vez para un fotorreportero el Premio Nacional de Fotograf¨ªa. Dotado con 30.000 euros, el galard¨®n valora -en palabras de la nota del Ministerio de Cultura- "su compromiso continuado con la fotograf¨ªa como herramienta de denuncia de la violencia en los conflictos armados, por su continuada labor a favor de la justicia y especialmente por su trabajo sobre las minas antipersona".
Desde su casa de Zaragoza (d¨®nde desde hace m¨¢s de 20 a?os vive con su compa?era y su hijo de 11 a?os), S¨¢nchez repasaba ayer una trayectoria estrechamente vinculada a la prensa diaria. "Es un Premio Nacional para el pariente pobre de la fotograf¨ªa, que es el fot¨®grafo de prensa. Yo nac¨ª y me cri¨¦ como tal. Aunque fue a ra¨ªz de mi experiencia en Sarajevo, entre 1992 y 1994, cuando quise ir un poco m¨¢s all¨¢ y empec¨¦ a publicar libros sobre mi trabajo. Pero yo hago fotograf¨ªa para prensa, ¨¦sa es mi casa".
Para Gervasio S¨¢nchez, la respuesta a la tan anunciada crisis de su oficio pasa por el regreso al gran periodismo y a esos grandes valores. ?l los ha encontrado viajando por El Salvador, Guatemala, Bosnia-Herzegovina, Ruanda, Congo, Liberia, Afganist¨¢n, Sud¨¢n, Albania y Sierra Leona. "Tras a?os acudiendo a conflictos, son las v¨ªctimas las que me impulsan a seguir yendo", aseguraba hace poco.
Premio Ortega y Gasset en 2008 por la fotograf¨ªa Sof¨ªa y Al¨ªa de su serie Vidas minadas (trabajo que ayer destacaba el jurado del Premio Nacional), Gervasio S¨¢nchez denunci¨® en la entrega de dichos premios la hipocres¨ªa reinante en un primer mundo que tira la piedra y esconde la mano. "Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas espa?olas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me averg¨¹enzo de mis representantes pol¨ªticos. Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sue?os, como se dice en la pel¨ªcula Cuentos de la luna p¨¢lida de Kenji Mizoguchi". "Es verdad", prosegu¨ªa en su encendida intervenci¨®n, "que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en pa¨ªses desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las v¨ªctimas de la minas y al desminado. Es verdad que todos los gobiernos espa?oles desde el inicio de la transici¨®n encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas espa?olas a pa¨ªses con conflictos internos o guerras abiertas".
"No admito que los periodistas mientan", afirmaba ayer el fot¨®grafo, quien al preguntarle por su referentes profesionales respond¨ªa: "Cuando yo era joven intentaba encontrar que otros compa?eros m¨¢s adultos me ayudaran a encontrar mi camino. Pero descubr¨ª que los prepotentes eran los m¨¢s mediocres, encontr¨¦ muy poco respeto en esos grandes popes. Fue al salir de Espa?a y conocer a gente como Gilles Peress y James Nachtwey, que fueron muy cr¨ªticos con mi trabajo pero me empujaron a buscar mi propio estilo, cuando descubr¨ª que los grandes fot¨®grafos, los grandes periodistas, son gente muy poco exhibicionista, gente pudorosa que prefiere estar callada. Yo creo en el rigor en el trabajo, y en la obsesi¨®n por lo que uno hace".
Embarcado en un nuevo proyecto sobre los desaparecidos pol¨ªticos de pa¨ªses como Chile, Irak o Bosnia, Gervasio S¨¢nchez quiere presentar en 2011 un trabajo sobre su propio pa¨ªs y sobre la memoria hist¨®rica: "Quiero hablar de otros desaparecidos, los nuestros, porque siento verg¨¹enza de la instrumentalizaci¨®n de la memoria hist¨®rica en este pa¨ªs, dividida entre los que no quieren saber nada y los que quieren ganar audiencia"
Babelia
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