"La interpretaci¨®n no es algo real, no hacemos documentales"
La elegancia se lleva en el interior y da igual lo marchito o desastrado del vestuario. El ingl¨¦s John Hurt (Shirebrook, 1940) amanece en Sevilla con el mismo traje con el que asisti¨® el d¨ªa anterior, el viernes, a la gala de inauguraci¨®n del festival de cine europeo, y eso no resta un ¨¢pice a su porte. Muy delgado, de ojillos chispeantes e inquietos, el int¨¦rprete viene a recibir uno de los premios de honor del certamen y a presentar su pel¨ªcula Un pecho de 110 cent¨ªmetros (44 inch chest), que inaugura el ciclo de la nueva cinematograf¨ªa brit¨¢nica. Un pecho de 110 cent¨ªmetros -una chanza sobre el torso de Victor Mature- parece m¨¢s una obra teatral que un gui¨®n escrito para ser dirigido por un reputado realizador cinematogr¨¢fico, Marco Venville. Hurt forma en el filme pandilla con lo m¨¢s granado de sus int¨¦rpretes compatriotas: ¨¦l, Ray Winstone, Ian McShane, Tom Wilkinson y Stephen Dillane encarnan a un grupo de amigos que secuestra al amante de la mujer de Winstone, para que ¨¦ste le torture, probablemente le mate y as¨ª se vengue. Encerrados en una habitaci¨®n, cada uno aconseja al marido despechado sobre qu¨¦ hacer con el pobre camarero franc¨¦s all¨ª presente, atado y encapuchado. A Hurt le ha valido para volver a actuar con Ian McShane: compartieron habitaci¨®n en su ¨¦poca de estudiantes y debutaron juntos en el cine. "Y nunca m¨¢s volvimos a coincidir, porque ¨¦l ha vivido muchos a?os en Estados Unidos". Bien por su felicidad pero, desgraciadamente, el filme tiene algo de souffle y seg¨²n avanza se desinfla.
"Cada papel es una experiencia, porque cada pel¨ªcula es una experiencia"
Sin embargo, a Hurt interactuar con un grupo as¨ª le ha hecho mucha ilusi¨®n. "?ramos como una orquesta: ah¨ª va una nota, y luego otra, y luego otra, e intuitivamente sabes seguir a tus compa?eros. Aunque es verdad que mi papel -un viejo lenguaraz- no tiene nada de po¨¦tico . Creo que el tema es universal. El p¨²blico sabe que hay tipos as¨ª en todo el mundo, que hablar¨¢n as¨ª y se comportar¨¢n de forma tan salvaje". A Hurt ya no debe quedarle mucho que ver en el mundo del cine: desde los trabajos m¨¢s art¨ªsticos (El hombre elefante, El expreso de medianoche, Dead man o, por qu¨¦ no, Alien) a los m¨¢s taquilleros (Harry Potter, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, Hellboy o V de vendetta), ¨¦l siempre ha estado ah¨ª, aportando algo m¨¢s, como un valor a?adido. "No hay caracteres m¨¢s dif¨ªciles o papeles m¨¢s complejos, sino que cada uno es una experiencia, porque cada pel¨ªcula es una experiencia". Insiste: no importa el escenario, si es teatro, cine o televisi¨®n. "La interpretaci¨®n no es algo real, porque no hacemos documentales. As¨ª que mi trabajo como actor es crear la realidad, saber qu¨¦ piezas necesitas para levantar esa realidad que enganche al p¨²blico; y adem¨¢s hacerlo a la mayor velocidad posible". Le traen un t¨¦: no es el english breakfast que pidi¨®. "No importa, es l¨ªquido y est¨¢ caliente, con eso vale". Y vuelve con la realidad: "En este filme ten¨ªamos que hacer cre¨ªble a este grupo de matones, que habr¨¢ en cualquier ciudad con historia. Us¨¦ para mi papel la blasfemia como parte de sus insultos; y dice 'joder' y 'me cago en dios' porque es as¨ª: la blasfemia -su vocabulario- sirve aqu¨ª como inductor oral de realidad". Y explica la importancia de los ritmos, de c¨®mo usar el sonido y la pronunciaci¨®n de las palabras: da una peque?a clase maestra impagable.
Alien cumple 30 a?os. En el Reino Unido la ristra de homenajes al filme de Ridley Scott es incontable. A Hurt -el androide al que le sent¨® tan mal el almuerzo- todo aquello le suena a lejano. "Era la segunda pel¨ªcula de Ridley y se escond¨ªa mucho detr¨¢s de la c¨¢mara para no resolver las dudas de los actores. Ahora he trabajado con otro director llegado del mundo de la publicidad y hemos dialogado m¨¢s. Y ya est¨¢".
Con una carrera as¨ª, ?qu¨¦ busca? "Cuando leo un gui¨®n, pienso en c¨®mo apoyar el ¨¦xito que el director o el productor buscan. Puede ser un triunfo art¨ªstico o econ¨®mico, da igual. Miro si yo encajo ah¨ª. Despu¨¦s releo mi personaje y finalmente estudio al director". ?Y eso vale para todas sus pel¨ªculas, el mecanismo funciona igual para Harry Potter que para Los l¨ªmites del control? "Puestos muy, muy entre las cuerdas, y si me interrogara la Gestapo, dir¨ªa que prefiero los filmes indies. Pero deber¨ªas ser de la Gestapo".
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