Un hueso duro de roer
La Orquesta de Valencia est¨¢ ofreciendo un ciclo de Beethoven que podr¨ªa servir, sin duda, a dos objetivos. Se tratar¨ªa, en primer lugar, de ofrecer al p¨²blico una visi¨®n panor¨¢mica de sus sinfon¨ªas, facilitada al presentarlas en un corto espacio de tiempo. El segundo se refiere al reto que este ciclo supone para los int¨¦rpretes. Se enfrentan aqu¨ª con unas texturas, a caballo entre el XVIII y el XIX, donde ciertas carencias de la agrupaci¨®n resultan m¨¢s evidentes que en otros repertorios. Por ejemplo: el ajuste milim¨¦trico entre todos y cada uno de los profesores. Por ejemplo tambi¨¦n: el equilibrio perfecto entre las diferentes secciones, de tal forma que se escuche todo, pero en la proporci¨®n necesaria. Y lo m¨¢s imprescindible: la calidad de un sonido que se demanda transparente y empastado, casi tanto como en Mozart, aunque el trasfondo expresivo tenga rasgos distintos.
CICLO BEETHOVEN
Orquesta de Valencia. Director: Yaron Traub. Sinfon¨ªas n¨²m. 2 y n¨²m. 3 de Beethoven. Palau de la M¨²sica. Valencia, 6 de noviembre de 2009.
No pareci¨® haber avance al respecto en la sesi¨®n del viernes, salvo en momentos aislados de ambas sinfon¨ªas y en el Scherzo de la Tercera, magn¨ªfico en su totalidad. El ¨²ltimo movimiento de la Segunda son¨® ¨¢spero, la madera qued¨® apagada por la cuerda, y el desajuste entre fagot y violines result¨® muy patente. Tambi¨¦n el Finale fue lo menos conseguido de la Heroica. En materia expresiva, Traub dise?¨® unos primeros movimientos tensos y beethovenianos, aunque sin pasarse de la raya. Hizo bien. La orquesta, por su parte, cumpli¨® sin entusiasmarse ni entusiasmar.
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