Una mujer muere tiroteada en el coche en el que iba con dos de sus hijos
Una mujer de 48, Yolanda R. R., a?os muri¨® ayer en el distrito madrile?o de Villaverde a causa de los disparos que recibi¨® a bordo de una furgoneta. En el interior del veh¨ªculo tambi¨¦n viajaban dos de sus hijos, de 24 y 23 a?os. Todos ten¨ªan antecedentes policiales, y uno de ellos tambi¨¦n result¨® herido de gravedad por dos impactos de bala.
Cuando la furgoneta, una Ford blanca, circulaba por la carretera de Villaverde a Vallecas, en torno a las 17.05, un hombre descendi¨® de un veh¨ªculo cercano, se acerc¨® a ella y dispar¨® varias veces. El parabrisas presentaba cuatro impactos y la ventanilla del piloto estaba rota por el impacto de m¨¢s balas. La mujer, que ocupaba el asiento del copiloto, recibi¨® al menos tres disparos: uno en cada hemit¨®rax y un tercero en el cr¨¢neo. El conductor, Daniel B. R., tambi¨¦n recibi¨® un tiro en la cara y otro en un brazo, heridas por las que fue ingresado en el hospital Doce de Octubre con pron¨®stico grave. El tercer ocupante, Jon B. R., result¨® ileso y s¨®lo precis¨® la atenci¨®n de los psic¨®logos del Samur cuando llegaron al lugar de los hechos.
Amenazas a la prensa
Los vecinos alertaron a la polic¨ªa de los disparos. Acudieron a la zona varios efectivos del distrito de Usera-Villaverde, la Polic¨ªa Cient¨ªfica y agentes del Grupo V de Homicidios de la polic¨ªa judicial. En torno a una veintena de familiares de los fallecidos, de etnia gitana, fue llegando al escenario del tiroteo en un estado de gran agitaci¨®n. "Le han volado la tapa de los sesos", lloraba uno de los hijos de la fallecida pase¨¢ndose por el espacio precintado por la polic¨ªa. "?Que me hubieran matado a m¨ª esos cobardes!", gritaba. Mientras, su t¨ªo, hermano de la fallecida murmuraba en un rinc¨®n: "Arrieritos somos y en el camino nos veremos", en referencia a los autores de los disparos. Instantes despu¨¦s, sali¨® corriendo, seguido de otros parientes, para amenazar a los periodistas presentes en la zona.
Los familiares siguieron en los alrededores a¨²n despu¨¦s del levantamiento del cad¨¢ver, en torno a las 20.00. Entre los abundantes curiosos no hab¨ªa testigos oculares. "Es una zona tranquila", explicaba uno de los vecinos que bajaron alertados por los disparos. "Pero es cierto que por aqu¨ª ha habido algunos problemas con familias y cosas as¨ª". Seg¨²n fuentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, la zona es un conflictivo punto de tr¨¢fico de drogas controlado por diversos clanes.
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