Viaje al pa¨ªs de los fueros
Se ha dado por supuesto que la expresi¨®n oasis catal¨¢n, resucitada con intenciones sarc¨¢sticas tras los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n recientemente aflorados en esa comunidad, procede de los a?os de la Rep¨²blica. Sin embargo, como record¨® en este peri¨®dico Antonio Elorza, el origen de la met¨¢fora del oasis es muy anterior, y naci¨® en referencia al Pa¨ªs Vasco. La us¨® el periodista conservador Juan Ma?¨¦ y Flaquer, director del Diario de Barcelona, en un libro publicado entre 1878 y 1880 titulado El Oasis: Viaje al Pa¨ªs de los Fueros. Lo escribi¨® tras una visita a las Vascongadas y Navarra poco despu¨¦s del fin de la segunda guerra carlista, cuando se discut¨ªa sobre la definitiva abolici¨®n de los Fueros, a lo que el periodista catal¨¢n se opon¨ªa fervientemente.
El Concierto fue incorporado al programa catalanista en t¨¦rminos de agravio comparativo
En Ideolog¨ªas del nacionalismo vasco, aparecido en 1978, Elorza hab¨ªa citado ya la obra de Ma?¨¦ como fuente del estereotipo que presenta a los fueros como residuo admirable del Antiguo R¨¦gimen que el liberalismo estar¨ªa "a punto de arruinar, borrando al mismo tiempo la singularidad pol¨ªtica de los territorios forales". La visi¨®n de esas tierras como oasis que resiste a los males de la modernidad es, a su vez, uno de los puntos de apoyo de la teor¨ªa de Jon Juaristi (en El linaje de Aitor) sobre Vasconia como "utop¨ªa de la Espa?a conservadora": la prueba viviente de que su ideario pol¨ªtico de religi¨®n, orden y cultura ruralista es realizable. Esa imagen idealizada ser¨ªa tomada por los fueristas y m¨¢s tarde por los nacionalistas vascos como confirmaci¨®n exterior de sus ideales.
Existe por tanto un deslizamiento desde la admiraci¨®n por el oasis vasco por parte del conservadurismo catal¨¢n del XIX, hasta la atribuci¨®n a Catalu?a de esa condici¨®n de excepci¨®n respecto a una Espa?a fr¨ªvola y corrompida. Pero el ¨²nico aspecto del regimen foral que suscitar¨¢ el inter¨¦s del nacionalismo catal¨¢n ser¨¢ el Concierto, en relaci¨®n a la pol¨¦mica sobre las balanzas fiscales. En el debate constitucional no hubo reclamaci¨®n catalana de autonom¨ªa fiscal; seg¨²n ha dicho siempre el PNV, porque por entonces (segunda mitad de los setenta, en plena crisis econ¨®mica) a los nacionalistas catalanes les parec¨ªa muy arriesgado (e impopular) asumir la responsabilidad de recaudar los impuestos.
M¨¢s tarde, a la vista del rendimiento que los vascos sacaban al sistema, el asunto del Concierto fue incorporado a la argumentaci¨®n catalanista, pero m¨¢s bien en t¨¦rminos de agravio comparativo. En un ponderado art¨ªculo sobre las Haciendas auton¨®micas publicado en 1989 en un libro colectivo (Pasado, presente y futuro de las Comunidades Aut¨®nomas. Instituto de Estudios Econ¨®micos. Madrid), Antoni Castells, el hoy consejero de Econom¨ªa del Gobierno catal¨¢n, consideraba "deseable que la forma de aplicaci¨®n del sistema de Conciertos -y especialmente la determinaci¨®n del cupo- se hiciera de tal forma que diera un resultado equivalente al que se obtendr¨ªa aplicando el r¨¦gimen com¨²n". Es decir, se propon¨ªa la equiparaci¨®n mediante el recorte de la ventaja comparativa que supon¨ªa para Pa¨ªs Vasco y Navarra su sistema peculiar, tal como se estaba aplicando: sin incluir en el cupo contribuci¨®n alguna a los mecanismos de solidaridad interterritorial.
Pero en el Pacto de Gobierno que suscriben PSC, ERC e ICV a fines de 2003, en v¨ªsperas de la constituci¨®n del Tripartito presidido por Maragall, la perspectiva se invierte: "los ingresos por habitante de Catalu?a tender¨¢n a equipararse progresivamente con los obtenidos por aplicaci¨®n de los sistemas de Concierto y Convenio vigentes en las comunidades forales". Lo que ahora se propone es la extensi¨®n a Catalu?a de la situaci¨®n ventajosa de Vascongadas y Navarra.
Esa aspiraci¨®n se intent¨® llevar al nuevo Estatuto a trav¨¦s de una minuciosa normativa que incluye l¨ªmites a la aportaci¨®n a los fondos de solidaridad y nivelaci¨®n. Normativa que deber¨ªa plasmarse a su vez en el nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. El acuerdo sobre tal cuesti¨®n alcanzado en julio, tras dos a?os de negociaciones, se vota hoy en el Congreso. A fines de octubre, en la votaci¨®n sobre las enmiendas de totalidad, partidos como el BNG o UPyD impugnaron la reforma por considerar que el nuevo reparto favorec¨ªa a Catalu?a; pero tambi¨¦n CiU mantuvo su oposici¨®n con el argumento de que incumpl¨ªa el Estatuto.
Ya se ver¨¢ cuando se conozcan las cifras, pero si los ingresos por habitante de Catalu?a crecen tanto como han dicho sus negociadores, habr¨¢n alcanzado el objetivo de llevar a su comunidad a las puertas del para¨ªso foral sin asumir en exclusiva la responsabilidad recaudatoria. Algo especialmente arduo en periodos de crisis: las diputaciones vascas recaudar¨¢n este a?o un 20% menos que en 2008.
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