Antonio Borrero, 'Chamaco', torero de raza y dinast¨ªa
"El pr¨®ximo domingo, Chamaco y dos m¨¢s", anunciaban en Barcelona
Antonio Borrero, Chamaco en los carteles y en las p¨¢ginas del Coss¨ªo, vivi¨® una ¨¦poca floreciente del toreo, aquella en que dec¨ªan que para hacer los carteles de San Isidro o la Feria de Abril bastaba con poner veinte nombres de toreros en una diana y ponerse a tirar dardos, porque todos ten¨ªan atractivo suficiente y calidad para llenar plazas. Muri¨® a los 74 a?os el pasado 11 de noviembre en su Huelva natal.
Sin caer en el tremendismo m¨¢s populachero en los ruedos, supo hacer alardes de valor y personalidad en un momento, pasada la mitad del siglo XX, en que se encasillaba a los toreros entre yey¨¦s, seguidores de la l¨ªnea marcada por Manuel Ben¨ªtez, El Cordob¨¦s, y despu¨¦s Sebasti¨¢n Palomo Linares, y la escuela m¨¢s cl¨¢sica cuyos m¨¢ximos exponentes fueron Antonio Ord¨®?ez y Santiago Mart¨ªn, El Viti.
Fue tal su ¨¦xito en la Monumental que lleg¨® a torear tres tardes por semana
Naci¨® en Huelva el 13 de septiembre de 1935, aficionado a los toros desde la ni?ez, compagin¨® su vocaci¨®n con el trabajo de pastelero hasta que pudo vivir de enfundarse el traje de luces. Debut¨® con los del castore?o en 1953, con s¨®lo un pase¨ªllo como becerrista. En la pasteler¨ªa Jorva en que despach¨® dulces se siguieron vendiendo chamaquitos en su honor hasta el cierre del comercio.
Criado en el barrio del matadero de la capital onubense se cuenta que el apodo se lo pusieron unos suramericanos vecinos que organizaban peleas de gallos en los aleda?os.
Tras debutar en Huelva con ganado de Diego Garrido, se present¨® en el 54 en la Monumental de Barcelona. Fue tal el ¨¦xito que se hizo habitual que torease all¨ª tres tardes por semana: jueves s¨¢bado y domingo. Ese mismo a?o firm¨® 24 actuaciones en la capital catalana. Otras tantas el a?o siguiente.
Su carrera de novillero, corta y colmada de ¨¦xitos, le granje¨® una alternativa de lujo. Antes hab¨ªa toreado m¨¢s de doscientas tardes sin pisar Las Ventas, c¨¢tedra del toreo.
Cada tarde de triunfo en la Monumental o en Las Arenas de Barcelona, ambas plazas explotadas entonces por don Pedro Bala?¨¢, se repet¨ªa una imagen de marketing casero. Un operario de la plaza paseaba una tablilla por el callej¨®n con un anuncio escrito en tiza: "El pr¨®ximo domingo: Chamaco y dos m¨¢s".
Tom¨® la alternativa el 14 de octubre de 1956 de la mano de Miguel B¨¢ez, Litri, y con Antonio Ord¨®?ez como testigo. Como no pod¨ªa ser de otra forma, se doctor¨® en su plaza talism¨¢n, Barcelona.
En esa ciudad la afici¨®n se dividi¨® entre los partidarios de Joaqu¨ªn Bernad¨®, fino torero local, y Chamaco. En Huelva la competencia estuvo con los seguidores del temperamental Litri.
En 1961 anunci¨® una primera retirada. Ef¨ªmera. Volvi¨® a vestirse el chispeante en 1965. Colg¨® definitivamente el traje de luces en 1967. A diferencia de Litri o Camino, que volvieron para dar la alternativa a sus hijos, ¨¦l se mantuvo cercano a su hijo, del mismo nombre y apodo, que cosech¨® cierto ¨¦xito a comienzos de los noventa.
No rehus¨® participar vestido de corto en festivales ben¨¦ficos. Su ¨²ltima actuaci¨®n en p¨²blico tuvo lugar en Valverde del Camino (Huelva), el 3 de marzo de 1985 en homenaje al periodista Jos¨¦ Calero Calero.
Casado con la ganadera Mar¨ªa del Carmen Borrero, tras la retirada se dedic¨® a la cr¨ªa del toro bravo, y de manera m¨¢s amateur, llevado por un car¨¢cter inquieto, hizo algunas apariciones como actor y escritor. De cuando en cuando, ejerci¨® de empresario y organizador de festejos taurinos.
En los ¨²ltimos 10 a?os, el mal de alzh¨¦imer borr¨® de su memoria todas las cornadas, an¨¦cdotas, conocimientos y vivencias. El pasado mi¨¦rcoles seg¨® tambi¨¦n su vida.
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