Dos justicias, una sola madre
Espa?a da la raz¨®n a Mar¨ªa Jos¨¦ Carrascosa y EE UU se la quita en un embrollo legal sobre la custodia de su hija - Podr¨ªa cumplir 10 a?os de c¨¢rcel
Mar¨ªa Jos¨¦ Carrascosa lleva m¨¢s de tres a?os en prisi¨®n preventiva en EE UU. Traslad¨® a su hija a Espa?a en enero de 2005 sin el consentimiento del padre, el norteamericano Peter Innes. La justicia espa?ola le ha dado la raz¨®n a ella, pero el jueves pasado fue declarada culpable por un jurado popular de Nueva Jersey de un delito obstrucci¨®n a la justicia y otros ocho relacionados con el incumplimiento de lo que los tribunales estadounidenses decidieron sobre la custodia de la ni?a.
El juez Donald Venezia decidir¨¢, en principio, el pr¨®ximo 23 de diciembre su castigo. Se enfrenta a una pena de 10 a?os de c¨¢rcel. Los c¨¢lculos m¨¢s benevolentes estiman que se le podr¨ªan aplicar s¨®lo cinco, de los que ya ha cumplido m¨¢s de la mitad, por lo que podr¨ªa salir en libertad inmediatamente.
La madre lleva tres a?os en prisi¨®n preventiva y est¨¢ a la espera de condena
El pasado jueves fue declarada culpable por un jurado popular
Los jueces de Nueva Jersey dicen que Espa?a viol¨® el Convenio de la Haya
La madre puede vivir aqu¨ª con la hija seg¨²n la Audiencia de Valencia
Carrascosa e Innes se conocieron en un bar de Nueva Jersey a principios de 1999. Meses despu¨¦s se casaron, por el rito cat¨®lico, en la localidad catalana de Linola. Despu¨¦s regresaron a EE UU, donde se instalaron definitivamente. Desde principios de los a?os noventa, Carrascosa hab¨ªa residido en EE UU, donde trabajaba como abogada. Innes ten¨ªa y sigue teniendo una empresa de publicidad. Su hija Victoria naci¨® en abril de 2000.
Innes define su primer a?o de matrimonio como bueno. "Sin embargo, a partir de entonces las cosas comenzaron a ir mal. Mar¨ªa Jos¨¦ se volvi¨® muy celosa, me acusaba de todo tipo de fechor¨ªas", asegura. El matrimonio se separ¨® en 2004. Ambas partes llegaron a un acuerdo extrajudicial en octubre seg¨²n el cual la ni?a vivir¨ªa con su madre pero Innes gozar¨ªa del derecho a visitarla regularmente. Se comprometieron a no sacar a la ni?a de EE UU sin el consentimiento por escrito del otro progenitor. Dos meses despu¨¦s, Innes present¨® una demanda de divorcio en la que ped¨ªa la custodia compartida de la ni?a.
Carrascosa viaj¨® a Espa?a con Victoria en enero, sin permiso del padre. Madre e hija se quedaron a vivir en Valencia. A partir de este momento, el embrollo jur¨ªdico fue total. Innes plante¨® sus demandas ante los tribunales norteamericanos y tambi¨¦n ante los espa?oles. Carrascosa hizo lo propio s¨®lo ante estos ¨²ltimos. Ambos tienen raz¨®n, seg¨²n sus respectivos pa¨ªses de origen.
En Estados Unidos, Innes continu¨® con el proceso de divorcio. Los tribunales se lo concedieron y le otorgaron la custodia de Victoria. En Espa?a, Carrascosa pidi¨® la nulidad eclesi¨¢stica del matrimonio, que se anul¨® en mayo de 2007 "por grave defecto de discreci¨®n de juicio en la esposa y por incapacidad para asumir las obligaciones esenciales del matrimonio por parte del esposo". Esta nulidad tiene efectos civiles. El matrimonio de Innes y Carrascosa, a efectos espa?oles, nunca ha existido. En EE UU, est¨¢n divorciados.
Peter Innes decidi¨® usar tambi¨¦n los tribunales espa?oles. Pidi¨® a un juzgado valenciano que aplicara el Convenio de la Haya sobre sustracci¨®n internacional de menores, y que la ni?a fuera devuelta a EE UU. El juez dijo que no, que Carrascosa no hab¨ªa hecho nada il¨ªcito.
Se abri¨® entonces el contencioso entre Espa?a y EE UU. Ambos pa¨ªses han firmado el tratado de La Haya y sin embargo son incapaces de ponerse de acuerdo sobre si el traslado de Victoria a Espa?a fue il¨ªcito o no. El convenio pide que se est¨¦n vulnerando "los derechos de custodia" de alguno de los progenitores para que se pueda hablar de sustracci¨®n
El problema, aparentemente, es la distinta interpretaci¨®n del t¨¦rmino "custodia" que hacen los jueces de uno y otro pa¨ªs. Antes de venir a Espa?a la ni?a viv¨ªa con Carrascosa y el padre ten¨ªa derecho de visitas en virtud de un acuerdo extrajudicial. Los jueces espa?oles entienden que la custodia la ten¨ªa la madre, y que por tanto ¨¦l no puede pedir la aplicaci¨®n del Convenio de La Haya. Los tribunales norteamericanos opinan, por el contrario, que el derecho de custodia no se refiere s¨®lo a con quien vive el menor.
El art¨ªculo 5 del convenio lo define como "el derecho relativo al cuidado de la persona del menor y, en particular, el de decidir sobre su lugar de residencia". Seg¨²n el pacto que firmaron Innes y Carrascosa, ambos deb¨ªan ponerse de acuerdo para sacar a Victoria de EE UU.
Cuando la Audiencia de Valencia dio la raz¨®n a la espa?ola, argument¨® que el acuerdo del matrimonio era s¨®lo "una declaraci¨®n de intenciones" y que, adem¨¢s, limitaba la libertad de residencia garantizada en la Constituci¨®n. La justicia espa?ola tambi¨¦n llam¨® la atenci¨®n sobre el hecho de que el padre no haya pedido un r¨¦gimen de visitas con la hija durante todos estos a?os.
La corte de apelaciones norteamericana sostiene, sin embargo, que la justicia espa?ola ha violado el Convenio de La Haya y que a los tribunales valencianos no les compet¨ªa decidir sobre la custodia de una ni?a cuya residencia fija estaba en EE UU antes de su desaparici¨®n.
?Qui¨¦n se equivoc¨® en un primer momento, Espa?a o EE UU? "El significado del derecho de custodia difiere entre los distintos estados miembros de la Convenci¨®n", explica la abogada Carolina Mar¨ªn Pedre?o, del despacho londinense Dawson Cornwell y especializada en sustracci¨®n interparental de menores. "Pero la jurisprudencia internacional aclara que el derecho a decidir el estado de residencia de un menor es un derecho divisible de su mero cuidado. Entiendo que, en este caso, tanto la madre como el padre ten¨ªan derecho de custodia y el traslado a Espa?a fue il¨ªcito. En Inglaterra estos casos los resuelve s¨®lo la Corte Suprema para que no haya distintas interpretaciones".
Carrascosa viaj¨® a EE UU para su juicio el 16 de agosto de 2006 con sus sentencias espa?olas en la mano. Cre¨ªa que todo se aclarar¨ªa. Pero fue detenida y est¨¢ presa desde entonces. Seg¨²n Innes, lo hizo "pensando que se le dar¨ªa la raz¨®n, alegando problemas m¨¦dicos y que la justicia espa?ola le hab¨ªa retirado los pasaportes norteamericano y espa?ol, a la ni?a. Obviamente, calcul¨® mal sus posibilidades".
En aquel juicio se le pregunt¨® a Innes por qu¨¦ no busc¨® defender su derecho de custodia en Espa?a. "Soy un ciudadano americano. Mi hija es una ciudadana americana. Es residente de Nueva Jersey. No leo, escribo o hablo en espa?ol. Ser¨ªa un gasto enorme. Era imposible", sostuvo.
Ahora a Innes le corresponde comparecer ante el juez como v¨ªctima en el caso Carrascosa y pedir el tipo de condena que le gustar¨ªa. Podr¨ªa exigir la pena m¨¢xima. "Pero tambi¨¦n podr¨ªa decirle que ya ha habido suficiente sufrimiento", explica. "Podr¨ªa volver a ofrecer lo mismo que en otras ocasiones, que Mar¨ªa Jos¨¦ se quede con la custodia y deje que mi hija viaje dos veces al a?o a EE UU. Si mi hija estuviera en Nueva Jersey cuando yo suba al estrado, pedir¨ªa que se deje a su madre en libertad. Yo he rehecho mi vida. Estoy casado, tengo otro hijo. S¨®lo quiero que todo vuelva a la normalidad. Y al juez le ser¨ªa muy dif¨ªcil no hacerme caso".
El padre de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrascosa, Jos¨¦, dice que la decisi¨®n le corresponde a su hija. ?l prefiere ser prudente y no hacer declaraciones: "Ya haremos nuestra valoraci¨®n del caso una vez se dicte la sentencia". La ni?a, Victoria, vive con ¨¦l y con su mujer. "Est¨¢ muy bien. S¨®lo le falta su madre".
Cronolog¨ªa del 'caso Carrascosa'
Abril de 2000. Nace Victoria Innes en Nueva Jersey.
Enero de 2005. Mar¨ªa Jos¨¦ Carrascosa se va de EE UU con su hija.
Julio de 2005. La justicia espa?ola niega que la madre haya actuado de forma il¨ªcita.
Agosto de 2006. Un juez de EE UU da la custodia al padre.
Noviembre de 2006. Carrascosa ingresa en prisi¨®n en EE UU.
Noviembre de 2009. Un jurado la declara culpable.
Diciembre de 2009. El juez dictar¨¢ sentencia, que puede ser de hasta 10 a?os.
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