Los padres pagan en la escuela ante los recortes p¨²blicos
Las familias sufragan las reparaciones ante el recorte de los presupuestos
El 9 de septiembre de 1998, un flamante Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, y su entonces consejero de Educaci¨®n, Francisco Camps, (hoy presidente) inauguraron el curso escolar en el remodelado colegio p¨²blico Cervantes. Zaplana aprovech¨® tan medi¨¢tica plataforma para abandonar el tono habitual de estos discursos de tinte pedag¨®gico y arremeti¨® contra sus adversarios pol¨ªticos del PSPV, a los que responsabiliz¨® de alimentar un debate "mezquino" sobre las carencias de la educaci¨®n p¨²blica y les acus¨® de "mentir". Zaplana y Camps, ese d¨ªa, ten¨ªan un as en la manga: el estreno oficial de una de las primeras aulas de Tecnolog¨ªa en un colegio p¨²blico conectadas al (fallido) programa Infocole, desde la cual se llev¨® a cabo una videoconferencia con la comisi¨®n de Internet del Senado. "El aula de Inform¨¢tica ten¨ªa un tel¨¦fono para conectar y una direcci¨®n de correo electr¨®nico, a los que nadie ha respondido nunca. Desde entonces, han sido los padres los que se encargan de la inform¨¢tica y de que esa sala funcione". ?ste es el gr¨¢fico resumen que hace Enrique D¨ªez, presidente del AMPA, de aquel despliegue oficial y posterior silencio administrativo, a la hora de mantener o reparar las instalaciones da?adas.
"?Qui¨¦n arregla el asfaltado, el vallado, las calderas o pone un toldo en el patio?"
El forcejeo entre Administraciones deja las reparaciones menores en el aire
"Desde 1998 nadie ni del Ayuntamiento de Valencia ni de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n han vuelto por all¨ª", certifica. La semana pasada un grupo de madres decidi¨® "pintar el aula" ante el visible deterioro de las instalaciones. No ha sido la primera vez. Desde la inauguraci¨®n del centro, "el AMPA ha pagado el aire acondicionado en las ¨²ltimas plantas porque no se puede soportar el calor; ha arreglado el gimnasio cuando se inund¨® por las lluvias debido a que se embozan los desguaces con la mierda de las palomas porque no se limpian; y tampoco ha acudido nadie a revisar el mal estado de los ba?os".
"El colegio funciona gracias a que el AMPA gestiona su propio comedor escolar y ese dinero extra revierte sobre el centro. Sirve para sufragar gastos como un toldo en el patio peque?o para que los ni?os no se asen de calor, o la compra de ventiladores para la sala de profesores o instalar el equipo audiovisual del sal¨®n de actos", precisa D¨ªez, quien, no obstante, reconoce: "En este colegio, somos unos privilegiados, porque en Valencia los hay que est¨¢n muy mal".
La privatizaci¨®n de la escuela p¨²blica emprendida por el PP en 1996, con la escalada sostenida de conciertos que ha logrado revertir el tradicional equilibrio entre la red p¨²blica (que representaba el 70%) y la privada-concertada (el 30% restante) en favor de esta ¨²ltima, ha dejado huella en los colegios p¨²blicos. Empiezan ya a parecerse a los concertados.
En las escuelas concertadas, los titulares se dirigen a las familias para que financien este tipo de gastos mediante una cuota "directa" o "indirecta". Lo hacen a trav¨¦s del AMPA para sortear la ley, que impide a una empresa de ense?anza subvencionada exigir a los alumnos cualquier tipo de cobro obligatorio.
Esta f¨®rmula empieza a extenderse por los centros p¨²blicos del territorio valenciano. Aunque con diferencias. Las AMPA de los colegios p¨²blicos no suelen pedir dinero extra a las familias: si gestionan su propio comedor, actividades extraescolares o la distribuci¨®n de libros y generan unos ingresos extra (aparte de las cuotas de sus afilados) financian desde becas de comedor para ni?os sin recursos a reparaciones menores que corresponden a los Ayuntamientos.
Otras AMPA presionan con protestas hasta que el Consistorio responde enviando a los t¨¦cnicos y a "unos operarios" para que hagan la correspondiente reparaci¨®n (ba?os, gimnasios, grietas, goteras, etc¨¦tera). ?ste ha sido el caso del colegio p¨²blico Carles Salvador de Benimaclet, en Valencia, que denuncia la humedad, el moho verdiazul y las m¨²ltiples grietas aparecidas en la valla del colegio. Hasta hace una semana, unos carteles pegados a la barda rota denunciaban "zona infectada", "peligro" o "el Ayuntamiento no nos hace ni caso". Eso hizo mella en la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, que mand¨® arreglarla.
No obstante, el "principal problema" en este momento, seg¨²n explica Josep Revert, presidente del AMPA, es que "quiten el barrac¨®n provisional desde el a?o 2005 y env¨ªen un logopeda para los quince ni?os que lo necesitan". Por eso, el viernes 13 volvieron a manifestarse.
"Pero, ?qui¨¦n arregla las goteras, cuando los barracones los ha puesto Ciegsa por orden de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, durante el tiempo que se construye otro centro?". Desde luego, no le toca al Ayuntamiento de Sagunto, uno de los n¨²cleos urbanos de la provincia de Valencia con m¨¢s barracones por metro cuadrado, seg¨²n confirma Jos¨¦ Manuel Tarazona, presidente del CEIP n¨²mero 10. "Se trata de un colegio ¨ªntegramente en barracones, que cuando llueve se inunda la parte exterior y con las ¨²ltimas lluvias tenemos goteras en algunas clases y en los pasillos", explica.
En Burjassot, en el ¨¢rea metropolitana de Valencia, los cinco colegios p¨²blicos, el Ayuntamiento y las AMPA han enviado desde 2007 multitud de cartas y de firmas a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n -que "se encuentran avaladas por informes t¨¦cnicos"- para que ¨¦sta atendiera las reformas de las viejas instalaciones el¨¦ctricas del CP Miguel Bordonau, CP Fernando R¨ªos y del viejo San Juan de Ribera; reparara el techo de amianto del CP Virgen de los Desamparados o resolviera el asfaltado, el vallado perimetral o la caldera del CP Villar Palas¨ª. El pulso de la consejer¨ªa con este Ayuntamiento socialista se ha llevado, entre tanto, dos cursos por delante y parte de las reparaciones a costa de la caja municipal.
?A qui¨¦n corresponden estos gastos? Para los presidentes de las AMPA la ley est¨¢ clara. Seg¨²n el decreto de 3 de noviembre de 2003, "corresponde a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n las obras de reforma de los edificios destinados a centros de educaci¨®n, abarcando el conjunto de obras de ampliaci¨®n, mejora y modernizaci¨®n, adaptaci¨®n, adecuaci¨®n o refuerzo de un bien inmueble ya existente, mientras que la conservaci¨®n, el mantenimiento y vigilancia de ¨¦stos corresponder¨¢ al municipio", en el caso de los centros de Educaci¨®n Infantil de segundo ciclo, Primaria o Educaci¨®n Especial dependientes de las Administraciones educativas.
El forcejeo entre Ayuntamientos, de cualquier signo pol¨ªtico, y la Consejer¨ªa de Educaci¨®n hace que, en la mayor¨ªa de los colegios de poblaciones mayores de 30.000 habitantes las goteras y las reparaciones menores se gestionen como una pelota que cambia de tejado. Mientras, la mayor¨ªa de las 1.585 escuelas p¨²blicas necesita algo m¨¢s que una mano de pintura.
Plan renove o decadencia
En Valencia existen 88 colegios p¨²blicos de Primaria. En torno a 20 de estos centros tienen varias d¨¦cadas de antig¨¹edad, la distribuci¨®n de los espacios no es la m¨¢s adecuada y carecen de infraestructuras b¨¢sicas -incorporadas de forma obligatoria por la Ley de Ordenaci¨®n General del Sistema Educativo (LOGSE)- como gimnasio, comedor, aulas de inform¨¢tica o salas de reuniones. Adem¨¢s, no re¨²nen las medidas de accesibilidad y seguridad que exige la normativa de edificaci¨®n actual, seg¨²n un estudio del edil del Grupo Municipal Socialista Juan Soto.
El concejal propuso en junio de 2008, a trav¨¦s de una moci¨®n, un plan renove de colegios que estudie la posibilidad de reponerlos de nueva planta, con tres casos de actuaci¨®n urgente: El CP Ciudad del Artista Fallero, "con problemas estructurales graves"; el CP Torrefiel, "con varias d¨¦cadas de antig¨¹edad que se encuentra totalmente obsoleto", y el CP Malvarrosa , "tambi¨¦n con varias d¨¦cadas y unas instalaciones en situaci¨®n lamentable".
Soto mantiene que el deterioro se acelera por la ca¨ªda sistem¨¢tica desde 2000 del presupuesto para "gastos de reparaci¨®n de colegios" (que es diferente a la de mantenimiento), que "era de 721.214 euros y ha pasado a cero en 2009".
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