Poder, sexo y un v¨ªdeo en Canal 9

El mismo a?o en que lleg¨® a la presidencia de la Generalitat, Eduardo Zaplana nombr¨® a Vicente Sanz n¨²mero dos de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana (RTVV). El hombre que dijo tras la primera victoria electoral de los populares en la Comunidad Valenciana "ahora nos vamos a forrar", es probablemente la persona que durante m¨¢s tiempo ha ocupado uno de los cargos de mayor rango en una empresa p¨²blica valenciana. Un rumor, nunca desmentido, atribu¨ªa la longevidad en su puesto al hecho de que es el poseedor de secretos lo suficientemente importantes como para acabar con la carrera de m¨¢s de uno y m¨¢s de una pol¨ªtica relevantes en el PP. Quince a?os ha permanecido en su cargo viendo pasar a toda clase de directores generales del ente televisivo auton¨®mico.

Sin embargo, bast¨® con que tres periodistas presentaran el viernes 19 de febrero una denuncia por acoso sexual para que todo el poder del que Sanz presum¨ªa, real o ficticio, se viniera abajo en muy pocos d¨ªas. La denuncia en s¨ª y las declaraciones ante la titular del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero uno de Paterna fueron tan contundentes que la magistrada, tras escuchar a Vicente Sanz, decret¨® de inmediato una orden de alejamiento de ¨¦ste respecto de las denunciantes.

La juez explic¨® que las manifestaciones de las v¨ªctimas resultaban cre¨ªbles frente al alegato de Sanz de que las relaciones sexuales con las denunciantes hab¨ªan sido consentidas. Su decisi¨®n se basa en los siguientes hechos: De la presentaci¨®n de la denuncia no se puede deducir que las demandantes tengan ning¨²n motivo esp¨²reo o pretensi¨®n alguna de beneficiarse y, adem¨¢s, que se encuentren bajo tratamiento psicol¨®gico o psiqui¨¢trico es contradictorio con la explicaci¨®n del ex secretario general de que las relaciones eran buscadas. La magistrada afirma que "el temor revelado por [las denunciantes] se manifest¨® como real, aparentan sentir ansiedad y terror ante cualquier contacto con el imputado".

Durante 15 a?os, el ex secretario general de RTVV tuvo un poder absoluto que, en la pr¨¢ctica, estaba por encima, incluso, de los directores generales. Tras la denuncia de las tres periodistas han sido no pocos los profesionales que han dicho que estas pr¨¢cticas eran conocidas; pese a ello, han estado callados. Para romper este silencio tres empleadas de la televisi¨®n p¨²blica valenciana han denunciado los abusos de poder, el acoso sexual, y se han armado con mensajes, correos y una grabaci¨®n de v¨ªdeo para romper la paz de los cementerios.