Sonido, pausa y silencio
Mal d¨ªa para toser. Ryuichi Sakamoto oficiaba una ceremonia de lirismo casi palpable y su forma de tocar, haciendo del silencio un elemento m¨¢s de su m¨²sica, chocaba con algo tan mundano como los sonidos corporales. Fue el ¨²nico elemento prosaico de una noche redonda en el espl¨¦ndido Auditori de Girona, donde el compositor japon¨¦s ofreci¨® el ¨²nico concierto catal¨¢n de su gira Playing piano.
La idea era recuperar sus composiciones m¨¢s emblem¨¢ticas destapadas hasta s¨®lo dejarlas cubiertas por un piano. En realidad, fueron dos, ya que Sakamoto, en un ardid circense, dispuso que el segundo piano en escena fuese programado para sonar solo, con sus teclas en movimiento pulsadas por una mano invisible. Sobre estos acordes, Sakamoto doblaba las l¨ªneas mel¨®dicas y aumentaba la riqueza de sonidos, cosa que hizo s¨®lo en unas pocas piezas y con especial sentido en Composition 0919. Este detalle y unas proyecciones austeras fueron lo ¨²nico que acompa?¨® visualmente a un concierto fr¨¢gil y hermoso.
RYUICHI SAKAMOTO
Auditori. Palau de Congressos. Girona, 15 de noviembre.
De sobra conocido por su lirismo y delicadeza, Sakamoto no vari¨® excesivamente su programa con respecto a citas previas, aunque incorpor¨® una pieza de Mompou (de la serie M¨²sica Callada), elimin¨® la preciosa Tibetan dance e incorpor¨® la no menos hermosa Amore.
La noche, quebradiza y sutil en lo musical, plante¨® c¨®mo el silencio y la pausa, la distancia entre nota y nota y ese rompiente invisible en el que convergen el sonido y su ausencia se convierten en un todo en sus composiciones, marcadas por el romanticismo y el paisajismo. Decir precioso ser¨ªa un resumen banal.
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