Barber¨¢ retira un s¨ªmbolo franquista reci¨¦n repuesto

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, Jorge Bellver, aleg¨® desconocimiento o descuido. Pero lo cierto es que en medio del PAI del Camino de Moncada -cuya reurbanizaci¨®n inaugur¨® ayer la alcaldesa Rita Barber¨¢-, el consistorio reubic¨® en un lugar bien visible una cruz reci¨¦n restaurada con una inscripci¨®n alusiva a la victoria franquista en 1939: "Con esta se?al vencer¨¢s. Este vecindario al divino redentor en reparaci¨®n y acci¨®n de gracias. Valencia, 11 de junio de 1939. A?o de la victoria".

La reacci¨®n del concejal socialista Juan Soto, que ayer convoc¨® un acto p¨²blico para denunciarlo y pedir su retirada, no dej¨® al consistorio otra salida que retirar la pol¨¦mica cruz antes de que la alcaldesa pusiera un pie en la zona.

La Ley de Memoria Hist¨®ria exige la retirada de estos signos de exaltaci¨®n

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Soto exigi¨® a las 11 de la ma?ana la retirada de esta cruz. Su reposici¨®n no estaba prevista en un principio en el PAI -de hecho la ley de la Memoria Hist¨®rica, obliga al desmantelamiento de estos s¨ªmbolos-, pero, seg¨²n cont¨® Soto, la cruz fue reubicada "de forma sobrevenida". No se sabe a qu¨¦ hora fue exactamente, pero la cruz, que estaba a primera hora de la ma?ana, se quit¨® antes del mediod¨ªa.

Bellver, que acompa?¨® a la alcaldesa a la inauguraci¨®n de las obras del Camino de Moncada, explic¨® que esta cruz es un ejemplo de las conocidas como cruces de t¨¦rmino que jalonan la ciudad y que, una vez comprobada la alusi¨®n franquista que lleva estampada, ser¨¢ el Servicio de Patrimonio Hist¨®rico el que decida si la repone, una vez borrada la inscripci¨®n, o la guarda en el Archivo Municipal de Valencia.

El concejal se quej¨® de que el Grupo Socialista haya denunciado la presencia de la cita a ¨²ltima hora. "Durante todos los a?os de gobierno socialista en la ciudad, la cruz ya estaba aqu¨ª y en ning¨²n momento se plante¨® su retirada", agreg¨®. Soto no ocult¨® su perplejidad ante el hecho de que la cruz, que antes ocupaba un lugar secundario, hubiera sido restaurada y colocada en un lugar visible sin que el consistorio supiera nada al respecto. Sea como fuere, se mostr¨® satisfecho porque al fin se retirara el "s¨ªmbolo anacr¨®nico".

No es la primera vez que el Ayuntamiento de Valencia se enfrenta a la pol¨¦mica a causa de un s¨ªmbolo franquista. La vez anterior fue por una estatua ecuestre de Franco, que sigue ubicada en la sede de la Capitan¨ªa General.