Blasco tropieza con Camps
El portavoz consejero intenta centrar el discurso del PP pese a la deriva del Consell
Rafael Blasco, portavoz parlamentario y consejero de Solidaridad y Ciudadanía, está empe?ado en centrar el discurso del PP. Ayer, se reunió con los diputados del Grupo Popular y les pidió dos cosas: que dejen atrás la polémica por el nombramiento de Leire Pajín como senadora territorial -tras meses de bloqueo- y que no entren al trapo en el asunto de la querella interpuesta por el PSPV contra varios altos cargos y cinco constructoras por supuesta financiación irregular del PP. Luego les indicó que la decisión de no replicar a las diputadas de Compromís Mònica Oltra y Mireia Mollà, para hacerles el vacío, quedaba revocada. "Es una nueva etapa", sentenció Blasco.
El consejero bicéfalo instó a los diputados populares a responder con contundencia en la confrontación con los socialistas pero, sobre todo, a hablar en positivo de la gestión del Consell. Y ahora toca hablar de los presupuestos de la Generalitat para 2010, que se tramitan en las Cortes Valencianas.
Los populares dejarán de hacer el vacío a Oltra y Mollà de Compromís
Sin embargo, los esfuerzos de Blasco por trasladar una imagen moderada del PP han caído hasta ahora en saco roto. Los patinazos del Consell se han llevado por delante los esfuerzos del portavoz consejero.
El estreno no pudo ser peor. Rafael Blasco se presentó como portavoz en la tribuna de las Cortes la semana pasada. Y lo hizo con un alegato al parlamentarismo, entendido como el intento de llegar a acuerdos desde la discrepancia. "Recalcar [mi] voluntad de llegar a acuerdos con los grupos de la oposición, de poner por delante el diálogo y el entendimiento y que sepan que tendrán una mano tendida, mía y del grupo parlamentario, porque el parlamentarismo es concordia desde la discrepancia", dijo Blasco. Las palabras del portavoz popular se convirtieron en un brindis al sol tan sólo 20 minutos después. El presidente de la Generalitat, en la réplica a la pregunta sobre el caso Gürtel formulada por el portavoz socialista, acusó a ?ngel Luna de querer matarlo.
El portavoz popular salió rápidamente en defensa del presidente y justificó el exabrupto del paseíllo por las provocaciones socialistas. ?Cree usted que Camps debería pedir disculpas? le preguntaron a Blasco. "No", fue la respuesta contundente. Horas más tarde, el jefe del Consell pedía disculpas y volvía a poner de manifiesto la descoordinación con el nuevo portavoz parlamentario.
Sólo tres días después, Blasco terció en la polémica por el bloqueo de la elección como senadora de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE. El consejero de Ciudadanía acusó a los socialistas de ser los responsables de la demora, de seis meses, por no presentar los papeles correctamente. Y luego aseguró que, gracias al PP, Pajín podría ser elegida en el siguiente periodo de sesiones, que se inicia en febrero. 24 horas después, Blasco volvió a ser desmentido por Camps, que ordenó, presionado por Madrid, desbloquear cuanto antes el nombramiento, que tendrá lugar finalmente el próximo día 25.
Las apelaciones al centrismo, además, se han visto puestas en entredicho por dos episodios desafortunados adicionales. Primero, la foto de Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a bordo de un Ferrari. "Me lo pasé bomba", dijo Barberá. Segundo, un vídeo en el que el presidente de la Generalitat se encara con un joven que lo llama corrupto.
Aún así, Blasco está empe?ado en lo que considera que es una cuestión crucial: moderar la imagen del PP y evitar la imagen de un Consell atrincherado frente a los escándalos del caso Gürtel.
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