Costa se muestra dispuesto a rectificar y pide volver a la militancia del PP

Casi un mes despu¨¦s, la rocambolesca historia de Ricardo Costa est¨¢ lejos de quedar cerrada. El ex secretario general del PP valenciano, hasta hace bien poco mano derecha de Francisco Camps y su principal cortafuegos, ya que fue el encargado de tratar de explicar el esc¨¢ndalo del caso G¨¹rtel mientras el presidente guardaba silencio, compareci¨® ayer al fin ante el Comit¨¦ de Garant¨ªas del PP.

Costa llevaba semanas, desde que la direcci¨®n decidi¨® suspenderle cautelarmente de militancia, reclamando audiencia. Ayer se la concedieron. Y la aprovech¨® para mostrarse durante la hora que dur¨® la reuni¨®n dispuesto a rectificar las palabras que motivaron su expulsi¨®n, eso de "yo, como secretario general"... El que fuera mano derecha de Camps y fiel apoyo de Rajoy durante la ¨¦poca previa al congreso de Valencia, lo que le llev¨® a enfrentarse con su hermano Juan, s¨®lo tiene un objetivo: recuperar la militancia que ten¨ªa desde los 16 a?os.

No es f¨¢cil que la direcci¨®n del partido sea indulgente con el ex dirigente

Francisco Camps plante¨® repescarle como consejero de la Generalitat

Costa insisti¨®, seg¨²n fuentes del PP, en que ¨¦l no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de establecer ning¨²n pulso con la direcci¨®n nacional. Lo que pretend¨ªa era reclamar que se reivindique su gesti¨®n como secretario general, una vez que dej¨® voluntariamente de ejercer sus funciones, y que no se pusiera en duda su honradez. Sin embargo, su declaraci¨®n se interpret¨® inmediatamente como una indisciplina grave, por arrogarse un puesto, el de secretario general, que no le correspond¨ªa, seg¨²n la direcci¨®n nacional.

En realidad, Costa nunca fue destituido. Camps evit¨® que se votara su destituci¨®n y traslad¨® a Rajoy una versi¨®n falsa de lo que hab¨ªa ocurrido dentro del Comit¨¦ Ejecutivo regional en el que Costa se ofreci¨® a dejar de ejercer las funciones de secretario general.

Costa insisti¨® ante el Comit¨¦, seg¨²n fuentes del PP, en que est¨¢ dispuesto a matizar, rectificar o aclarar cualquier malentendido por esas declaraciones que supusieron su expulsi¨®n. Adem¨¢s, evit¨® hacer declaraciones para no alimentar la pol¨¦mica.

A¨²n as¨ª, la situaci¨®n es complicada para el ex secretario general valenciano. Su reincorporaci¨®n a la militancia depende de Rajoy, que esta misma semana defendi¨® en p¨²blico su "honradez", pero sobre todo de Dolores de Cospedal.

Por mucho que el PP insista en que el Comit¨¦ de Garant¨ªas es un ¨®rgano independiente, todos los dirigentes consultados insisten en que est¨¢ directamente controlado por la secretaria general. Y ella est¨¢ enfrentada abiertamente a Costa, con quien ha entrado en contradicci¨®n varias veces en distintas ruedas de prensa, hasta el punto de que sus palabras "como secretario general" del PP valenciano se interpretaron como una desautorizaci¨®n de Cospedal, lo que provoc¨® su fulminante suspensi¨®n de militancia.

En realidad, esta dr¨¢stica decisi¨®n vino precedida de una tensa negociaci¨®n entre Camps y Rajoy. El valenciano, que al final dej¨® caer a Costa, intent¨® recuperarlo y hacerlo consejero de la Generalitat. Cuando lo consult¨® con Rajoy, Cospedal vet¨® esa posibilidad.

En la direcci¨®n ha sentado adem¨¢s muy mal la carta que Costa ha enviado a los principales dirigentes, en la que reclamaba un trato justo para ¨¦l, una persona, dice, siempre fiel a Camps y al propio Rajoy.

A partir de ahora, Costa, que sigue siendo diputado del PP, puede ser readmitido o, m¨¢s probable, puede continuar la tramitaci¨®n de su expediente disciplinario. Fuentes de la direcci¨®n insisten en que, despu¨¦s del caos de las ¨²ltimas semanas, Rajoy y especialmente Cospedal quieren ofrecer gestos de autoridad, y es dif¨ªcil que sean indulgentes, aunque la decisi¨®n a¨²n no est¨¢ tomada.

El Comit¨¦ tiene tambi¨¦n pendiente el expediente de Manuel Cobo, suspendido de militancia como Costa, aunque ¨¦l no ha dejado sus cargos como vicealcalde de Madrid y portavoz municipal.