Regreso al Pa¨ªs Vasco
El Parlamento vasco aprob¨® el lunes una propuesta en favor del regreso a Euskadi de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol y de la Vuelta a Espa?a. Los nacionalistas votaron en contra. La Vuelta, que durante a?os tuvo su inicio y final en Bilbao, fue objeto a finales de los sesenta de un sabotaje por parte de un grupo armado desgajado de ETA: provoc¨® el caos en el pelot¨®n sembrando la carretera de chinchetas. El acto se justific¨® diciendo que "esto no es Espa?a". No qued¨® claro si habr¨ªan aceptado el paso de la carrera de haberse llamado Vuelta al Estado. Hubo m¨¢s acciones y amenazas en los setenta, lo que aconsej¨® a los organizadores desviar la carrera de las rutas vascas. Incluso hubo exigencias amenazadoras al Tour (relacionadas con la lengua) con motivo de una etapa con final en Donosti. Primera paradoja: los aficionados vascos est¨¢n dispuestos a recorrer cientos de kil¨®metros para ver a sus ¨ªdolos en los Alpes o en Asturias, pero no pueden verlos en Jaizkibel o Sollube.
La furia espa?ola naci¨® en Amberes en torno a una selecci¨®n en la que casi todos sus componentes (12 de 18) eran vascos. El primer partido de la selecci¨®n jugado en Espa?a lo fue en San Mam¨¦s (y el tercero, en Atocha). Hasta finales de los sesenta jug¨® en tierra vasca al menos un partido por d¨¦cada. Pero el temor a que las c¨¢maras de televisi¨®n captasen gritos inconvenientes hizo que la federaci¨®n desistiera desde 1967. Luego, fueron las directivas de los equipos vascos las que no se atrevieron a solicitarlo. Segunda paradoja: los partidos de la selecci¨®n figuran entre los espacios de televisi¨®n m¨¢s vistos en Euskadi, pero los vascos no pueden verlos en Anoeta o San Mam¨¦s. El argumento del superboina tipo es: "Si es la selecci¨®n espa?ola, que juegue en Espa?a". S¨ª pueden jugar en cambio otras selecciones, como Inglaterra y Francia, en Bilbao (Mundial de 1982).
Hay por tanto un veto del mundo radical que el nacionalismo institucional acata. Una conclusi¨®n pol¨ªtica: hab¨ªa que pasar por un Gobierno como el de Patxi L¨®pez y por una mayor¨ªa como la que le respalda para acabar con ese tipo de vetos; para que lo normal sea visto como normal y lo anormal deje de considerarse irremediable. De forma que, cuando vuelva a gobernar el d¨ªa que sea, el PNV se haya olvidado del veto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.