Un testamento afectivo

Tras la novela Voces del desierto (publicada en 2005, el mismo a?o en el que su autora recib¨ªa el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras) y el volumen de ensayos Aprendiz de Homero (2008), la brasile?a N¨¦lida Pi?on vuelve con Coraz¨®n andariego, un libro de memorias que invita al lector a adentrarse en su universo ¨ªntimo y afectivo. Se trata de una obra, es verdad, basada en la memoria, pero en una concepci¨®n din¨¢mica de la misma, que construye subjetivamente los vaivenes del pasado y los mezcla y funde con el hilo del presente. El inicio del volumen es suficientemente expresivo: "Mi testimonio es impreciso. Mezclo la cosecha de la memoria con la creaci¨®n, porque es todo lo que s¨¦ hacer". Desde esa perspectiva, N¨¦lida Pi?on elabora un relato profundamente fragmentado en el que recuerda (en su sentido etimol¨®gico: vuelve a pasar por el coraz¨®n) una vida en la que cobran especial importancia su infancia y madurez: desde sus a?os de ni?a -y su estancia en S?o Louren?o- hasta su profunda amistad con Carmen Balcells (a quien dedica el libro) y los d¨ªas transcurridos en su casa de Santa Fe (Lleida), pasando por el peregrinaje y descubrimiento de la tierra de sus ra¨ªces familiares, Galicia.

Un viaje, as¨ª, que es toda una vida, una vida h¨ªbrida marcada por la mezcla de culturas que encarna la propia autora (la brasile?a y la espa?ola, o la ib¨¦rica mejor), en el que destacan dos hilos conductores, que son en realidad uno solo. Por un lado, las continuas referencias a los familiares m¨¢s cercanos y a los seres queridos, que hacen de este volumen algo as¨ª como un "libro de familia", con un papel destacado para su padre, a quien se rinde homenaje en su af¨¢n por contagiar a la autora su pasi¨®n por los libros. Por otro, el di¨¢logo establecido en el tiempo por N¨¦lida Pi?on con su vocaci¨®n de escritora, que descubre antes de los diez a?os y que se convierte en el segundo territorio sagrado (junto con la familia y amigos) de estas memorias. La pasi¨®n de la narradora por la literatura y la escritura palpita en los relatos orales de sus mayores, que escucha e imita con una atenci¨®n propia de la patria de la infancia, y que la escritora brasile?a ha seguido cultivando a lo largo y ancho de su carrera literaria. Sin embargo, no espere el lector encontrar en Coraz¨®n andariego unas memorias literarias o librescas, ni tampoco el relato de la consolidaci¨®n de su autora como escritora. Coraz¨®n andariego, lejos de eso, es un espacio afectivo y, en definitiva, tambi¨¦n un territorio profundamente vital y moral, en el que los recuerdos del abuelo Daniel y del padre Lino, especialmente, se funden en una eleg¨ªa sentimental con el agradecimiento por el placer de la lectura y por el deber de la escritura, afrontado como una apasionante aventura vital en la que ambos territorios, literatura y vida, acaban por confundirse en la imprecisi¨®n de la memoria: "La literatura se amarra al ser y lo salva". Un testamento vital, un homenaje afectivo y una profunda aventura l¨ªrica, eso es Coraz¨®n andariego.