No podemos seguir as¨ª...

Aunque tengo un mont¨®n de cosas buenas que contar sobre nuestro cine que han pasado y que van a pasar -les aseguro que son realmente sorprendentes-, antes parece que tenemos que aclarar un par de cosas. Hag¨¢moslo r¨¢pido y pasemos a habar de los estrenos de este fin de semana.

El pasado 24 de octubre se publicaba en el Bolet¨ªn Oficial del Estado la orden ministerial del Ministerio de Cultura que desarrollaba la Ley de Cine aprobada por el Parlamento. Se lleg¨® a ella con un consenso hist¨®rico que daba fe de la conciencia que hab¨ªan tomado los partidos pol¨ªticos en nuestro pa¨ªs sobre la importancia del cine como cuesti¨®n de Estado.

El cine es un arte y una industria que da trabajo a miles de familias y que aporta valor a muchos sectores de nuestro pa¨ªs, adem¨¢s de un espejo sobre el que se proyecta nuestra imagen en el mundo.

La reclamaci¨®n ante Bruselas paralizar¨¢ docenas de proyectos y rodajes

Es dif¨ªcil meter gol cuando los de nuestro equipo nos damos patadas

Ten¨ªamos una nueva ley, pero no sab¨ªamos c¨®mo ni cu¨¢ndo se iba a aplicar. El Ministerio de Cultura deb¨ªa encargarse de ello. Han pasado casi dos a?os, eternos para el sector cinematogr¨¢fico en Espa?a.

La complejidad de la redacci¨®n de esta orden ministerial ha estado retrasando su publicaci¨®n, crispando los nervios de mucha gente. Con la nueva ministra y su equipo, se aceler¨® el proceso y el nuevo director general de Cinematograf¨ªa asumi¨® la responsabilidad de redactar el texto definitivo para que entrase en vigor cuanto antes.

Puedo decir que desde el Ministerio se ha hecho un buen trabajo, oyendo a todos los sectores de la profesi¨®n, a todos y en sucesivas reuniones, no una sola, y poniendo el texto a debate, para que ¨¦ste fuese refrendado por la mayor cantidad de profesionales posible. Escuchando primero y explicando despu¨¦s, algo a lo que no est¨¢bamos, francamente, acostumbrados. Y de eso hemos sido testigos desde la propia Academia de Cine. Tanto en Madrid como en Barcelona se realizaron encuentros en los que el director general pudo explicar al detalle las novedades de este nuevo marco regulador a todos los que estuvimos dispuestos a escucharle.

Cuando la redacci¨®n de esta orden ministerial se estaba ultimando, un grupo de cineastas, ejerciendo su leg¨ªtimo derecho, manifestaron su desacuerdo con algunos de los criterios por los que se van a otorgar las subvenciones.

Se nos volvi¨® a reunir en el Ministerio a un grupo representativo de todas las ¨¢reas y asociaciones del sector, entre las que se encontraba, obviamente, un representante de los firmantes de la carta. Nos consta que algunas de sus reclamaciones fueron recogidas en el texto finalmente publicado. Sin embargo, no pareci¨® ser suficiente y, con todo el derecho del mundo, enviaron a Bruselas una carta que informaba, en su opini¨®n, de lo da?ina que era la orden para el cine.

Estoy absolutamente convencido de que su principal prop¨®sito era mejorar las condiciones de nuestra industria, considerando la orden ministerial un problema que deb¨ªan evitar a toda costa. Sin embargo, es posible que no conocieran las dram¨¢ticas consecuencias de su decisi¨®n. La reclamaci¨®n ante Bruselas va a paralizar docenas de proyectos, incluso rodajes, cuyo inicio estaba previsto de forma inmediata.

Del tr¨¢mite abreviado de urgencia que se solicit¨®, se ha pasado al tr¨¢mite ordinario que puede llevar varios meses, quiz¨¢ un a?o. Ojal¨¢ no sea as¨ª, se solventen los problemas y la ley entre en vigor cuanto antes con todas las garant¨ªas. El portavoz de la comisaria europea de la Competencia, Jonathan Todd, ha se?alado que, si bien las ayudas no pueden ser concedidas hasta que Bruselas decida sobre el r¨¦gimen, s¨ª que los preparativos y convocatorias pueden ponerse en marcha.

Hace pocos d¨ªas miembros de la academia tuvimos la suerte de ser recibidos por el Rey. La idea era trasladarle un mensaje de optimismo, de ilusi¨®n por el futuro, no basado en especulaciones, sino en realidades. ?Ha visto ya ?gora, Majestad? ?Ha visto Celda 211? ?Va a perderse Planet 51? Hay m¨¢s pel¨ªculas, formidables, que si las cuidamos pueden llegar a los espectadores, y ser un ¨¦xito. ?ste es uno de los mejores a?os del cine espa?ol, y parece que no somos capaces de cont¨¢rselo a los dem¨¢s.

Lamento profundamente que este mensaje se ensombrezca por la continua sensaci¨®n de nubarr¨®n que tenemos sobre nuestras cabezas. Es muy dif¨ªcil meter gol cuando los de nuestro equipo nos damos patadas para quitarnos el bal¨®n. No podemos seguir as¨ª. Sobre todo porque el trabajo que se est¨¢ haciendo es notable, y la mayor parte de la profesi¨®n as¨ª lo cree. Jugamos en el mismo equipo, creo yo.

Las ideas fundamentales son: hacer industria. Que crezca, que se hagan m¨¢s pel¨ªculas, que sean mejores, y sobre todo que no haya un modelo determinado. Que sean peque?as, medianas o grandes. Que se puedan hacer libremente, y que las pueda disfrutar el p¨²blico en los cines. Esto, que desde luego no es nada nuevo, es lo que intenta reflejar la orden. Puede que se haya malinterpretado, puede que no se haya le¨ªdo correctamente. En cualquier caso, la mejor manera de saber si algo funciona es ponerlo a prueba, no tumbarlo antes de que se ponga en pr¨¢ctica. Siempre habr¨¢ tiempo de corregirlo, matizarlo o cambiarlo por algo mejor. Ahora, la realidad es que no tenemos nada. Conf¨ªo en que entre todos seamos capaces de solucionarlo.

Este fin de semana: Planet 51, Los condenados, El baile de la Victoria, T¨² eliges, La noche que dej¨® de llover. Cinco pel¨ªculas de aqu¨ª, hechas por gente de aqu¨ª, que se podr¨¢n ver en todo el mundo. No se las pierdan.

?lex de la Iglesia es director de cine y presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematogr¨¢ficas de Espa?a.