Ganan los pa¨ªses, pierde Europa

La Comisi¨®n Europea es un ¨®rgano colegiado, independiente, que toma sus decisiones sin influencias de los Gobiernos de los pa¨ªses miembros. Defiende los intereses comunitarios, no los nacionales. Eso dictan los Tratados. La realidad ha sido otra y ayer se demostr¨® que todo puede ir a peor. El presidente Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso ha repartido las carteras de acuerdo con el peso de cada pa¨ªs, con el inter¨¦s estrat¨¦gico de cada Estado.

Los jefes de Gobierno ya condicionaron ese tipo de distribuci¨®n cuando eligieron a la brit¨¢nica Catherine Ashton para la reforzada cartera de Exteriores. Se plegaron as¨ª a las exigencias de Gordon Brown, pese a que fueron los ingleses quienes aguaron esa figura incluida en el nuevo Tratado de Lisboa.

La UE dio ayer un paso atr¨¢s en su objetivo de beneficiar al ciudadano, no a los Estados

Tras ese disparo de salida, los l¨ªderes se enzarzaron en el reparto de poder. Alemania, la potencia econ¨®mica del club, tiene como objetivo en Bruselas la protecci¨®n de sus conglomerados fabriles y as¨ª lo ha demostrado el hasta ahora comisario de Industria, G¨¹nter Verheugen. Como Barroso ha impuesto que nadie repita cartera, Berl¨ªn exigi¨® la de Energ¨ªa, m¨¢s estrat¨¦gica en el futuro inmediato y clave para las relaciones con Rusia. Ya la tiene. Conviene recordar que el ex canciller Gerhard Schr?der trabaja para el gigante ruso Gazprom.

Francia tambi¨¦n logra su perseguida parcela de poder en el ¨¢rea econ¨®mica (Mercado Interior), como lo hace Espa?a con la cartera de Competencia -la m¨¢s potente- para Joaqu¨ªn Almunia, sin duda el comisario de m¨¢s prestigio, ahora investido de vicepresidente. Gana poder, sin duda por m¨¦ritos propios, pero de paso Barroso agradece a Zapatero su decisivo apoyo para que el portugu¨¦s siguiera al frente de la Comisi¨®n.

De este reparto tan beneficioso para los grandes ha tenido buena culpa la peque?a Irlanda, que exigi¨® mantener su comisario. Asistimos, por tanto, a una Comisi¨®n con una inflaci¨®n de carteras y con guardianes de los intereses nacionales en cada sill¨®n. Todo lo contrario a lo previsto: un Ejecutivo reducido, ¨¢gil, con menos comisarios que pa¨ªses, adecuado para beneficiar a los ciudadanos por encima de los intereses de los Estados. Los nombramientos se han decidido el d¨ªa en que Val¨¦ry Giscard d'Estaing, ex presidente franc¨¦s y promotor de la frustrada Constituci¨®n Europea, escrib¨ªa: "Facilitemos el paso de una Europa de los Estados a una Europa de los ciudadanos". Ayer dimos un paso atr¨¢s.