Madrid gasta 1.187 millones al a?o en servicios que no le corresponden

La situaci¨®n econ¨®mica de los Ayuntamientos es dram¨¢tica. La que atraviesa el de Madrid, con una deuda de 7.000 millones de euros, no es una excepci¨®n. Pese a las disputas habituales, los tres grupos municipales coinciden en eso y el jueves aprobaron conjuntamente una proposici¨®n para reclamar a la Comunidad el 30% de los ingresos extra que percibir¨¢ del Estado. Es decir, le exigen al Gobierno regional que les entregue unos 228 millones para hacer frente a competencias que, seg¨²n la Ley de Bases de R¨¦gimen Local, son impropias.

La respuesta de la Comunidad ha sido clara. No va a haber ni un duro. Y si tan apretadas van las arcas municipales, que dejen de prestar esos servicios que creen corresponder¨ªan a otras Administraciones. "Estamos muy de acuerdo en que dejen de prestarlos", expres¨® la presidenta Esperanza Aguirre. Y si no, dijo Beteta, que vendan sus inmuebles (la ley no permite al Ayuntamiento utilizar ese dinero para gastos corrientes).

En la actualidad, y aplicando la interpretaci¨®n que realiza la FEMP de la Ley de Bases de R¨¦gimen Local, el Ayuntamiento de Madrid presta servicios que no le corresponden por valor de 1.187 millones de euros. Alrededor de una cuarta parte de su presupuesto (4.966 millones) se destina a partidas que deber¨ªa asumir la Comunidad o el Estado.

Nadie dejar¨¢ de prestar esos servicios. Por muchos motivos. Pero, principalmente, porque el colapso que vivir¨ªa la ciudad ser¨ªa irreversible. Las partidas impropias que actualmente asume el presupuesto corresponden a seguridad ciudadana, vivienda, protecci¨®n social, fomento del empleo, sanidad, educaci¨®n, cultura, turismo, promoci¨®n econ¨®mica e innovaci¨®n tecnol¨®gica.

En algunos casos se crean duplicidades que dan lugar a situaciones c¨®micas propias de la rivalidad entre Aguirre y Gallard¨®n. Pero generalmente corresponden a servicios que, pese a pertenecer a un limbo legal, se han convertido en imprescindibles. En Madrid, por ejemplo, si se dejaran de asumir esas competencias a las que resta importancia Aguirre, se perder¨ªan 32 escuelas infantiles que cuestan al a?o unos 64 millones. Las ambulancias del Samur y los servicios que presta de atenci¨®n sanitaria dejar¨ªan de patrullar las calles de Madrid. Ese servicio le sale al Ayuntamiento por 48,37 millones al a?o.Si el concejal de Hacienda, Juan Bravo, eliminase esos 1.187 millones de gastos impropios del presupuesto, 48.000 ni?os se quedar¨ªan sin beca de comedor (3,7 millones al a?o), se cerrar¨ªan seis centros de acogida de inmigrantes y se dejar¨ªa de prestar servicio a enfermos de alzh¨¦imer y dependientes f¨ªsicos en 105 centros de d¨ªa (42 millones de euros). Tampoco sonar¨ªa ni una flauta en ninguna de las 13 escuelas de m¨²sica (3.654.000 euros).

No todas las competencias que asume la capital son de la Comunidad. La seguridad, a la que destina 455,34 millones de euros al a?o, corresponde al Gobierno de Espa?a. El Ayuntamiento tiene las competencias de tr¨¢fico, pero con la creaci¨®n de los Agentes de Movilidad, la polic¨ªa empez¨® a realizar labores propiamente de seguridad e incluso judiciales.

"No quiero imaginarme ese escenario. En cualquier caso, la idea es no suprimir servicios. Pero hemos tenido que frenar la construcci¨®n de equipamientos que est¨¢n fuera de nuestro ¨¢mbito. Hoy por hoy, no cerraremos escuelas infantiles ni centros de mayores... Aunque tengamos que tirar de d¨¦ficit. Pero eso tiene unas sanciones del Ministerio de Econom¨ªa, a quien pedimos que sea m¨¢s flexible", reclama Juan Bravo.

El problema es extensible a todos los Ayuntamientos, por eso la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias (FEMP) aprob¨® en su ¨²ltima reuni¨®n reclamar ese 30% de la financiaci¨®n extra del Estado a la Comunidad. "Lo aprobamos en la federaci¨®n y lo llevar¨¦ al pr¨®ximo pleno del Ayuntamiento de Getafe", explica Pedro Castro, presidente de la FEMP y alcalde de Getafe. En dicho Ayuntamiento calculan que destinan alrededor de un 30% de su presupuesto a sufragar gastos impropios.