Todos detr¨¢s de Cristiano
La ambici¨®n de la estrella portuguesa es el reflejo del proyecto del nuevo Madrid, que fija como objetivo estrat¨¦gico ocupar el lugar del Bar?a
El hombre que llega al cl¨¢sico en silencio, Florentino P¨¦rez, es el art¨ªfice de un proyecto ¨²nico en la historia. Se trata de construir el mejor equipo del planeta en un plazo r¨¦cord. "Nuestros tiempos no son los tiempos de la prensa", repite el director general, Jorge Valdano, mano derecha de P¨¦rez. Sin embargo, ¨¦l mismo y su propio jefe se han impuesto un calendario vertiginoso. La inversi¨®n en fichajes que han impulsado, 250 millones de euros, es s¨®lo equiparable a la que inyect¨® el petrolero ruso Roman Abram¨®vich en el Chelsea coincidiendo con los excesos macroecon¨®micos de hace cinco a?os y, sobre todo, con la inflaci¨®n de los precios del petr¨®leo. Hoy la econom¨ªa est¨¢ hundida. Abram¨®vich hace recortes, como todo el mundo. Todo el mundo, salvo el Madrid. El club va lanzado a velocidades ins¨®litas. Lo empuja la idiosincrasia de su entorno social, cebado con excitaci¨®n por un sector de la prensa. Y lo empuja hacia un adversario en un lugar y un momento muy concretos. El Bar?a, esta tarde, en el Camp Nou.
El delantero representa como nadie la obsesi¨®n moderna por el ¨¦xito, la velocidad
Nunca el Bar?a preocup¨® tanto a los dirigentes del Madrid. Hoy es el objetivo imprescindible para cumplir con la estrategia prevista. S¨®lo derrotando al mejor equipo del planeta se puede ocupar su lugar. El problema es que el Bar?a es el resultado de un proyecto que se inici¨® en 1988 mientras este Madrid se ha montado hace tres meses. El equipo de Kak¨¢ y Cristiano Ronaldo es un prototipo que sale al mercado sin eso que los fabricantes de coches llaman crash-test. En caso de impacto, no se saben las consecuencias.
"Estoy listo", le dijo Cristiano Ronaldo a su entrenador hace tres d¨ªas. Cuando el jugador m¨¢s desequilibrante del Madrid, y probablemente del mundo, asegura estar a punto, al t¨¦cnico no le queda m¨¢s remedio que pensar en la alineaci¨®n a partir de ¨¦l. Sobre todo, cuando el entrenador, Manuel Pellegrini, es la pieza sobre la que recaen todas las tensiones de un proyecto de por s¨ª hipertenso. Como dijo ayer Pellegrini: "Cristiano no es cualquiera. Por algo ha ganado un Bal¨®n de Oro".
En las oficinas del Bernab¨¦u, en los despachos de ACS, en los pasillos de Valdebebas, llevaban semanas esperando a Cristiano, ausente m¨¢s de 50 d¨ªas tras sufrir una lesi¨®n de tobillo. El atacante portugu¨¦s, que contagia optimismo a sus compa?eros, representa como nadie la obsesi¨®n moderna por el ¨¦xito, la velocidad y el control exhaustivo del propio organismo. El hombre cuida su cuerpo como si fuese un electromotor. En su libro de memorias explica que manda a sus t¨ªos a fumar al balc¨®n para no inhalar humo. Dice: "Tengo derecho a no respirar aire envenenado en mi casa".
Cristiano saltar¨¢ al Camp Nou desde el inicio para explotar los espacios que deja el Bar?a. Las dudas de Pellegrini se centran en otros sectores. B¨¢sicamente, el t¨¦cnico ha tenido que elegir entre Marcelo e Higua¨ªn. Seg¨²n los entrenamientos, se ha inclinado por Marcelo. Quiere emplear al lateral como tercer volante, a la izquierda de Lass y Xabi, y as¨ª ayudar a cerrar las subidas de Messi y Alves. Si finalmente Pellegrini opta por sacrificar a Higua¨ªn, lo har¨¢ en la creencia de que Benzema le aporta un manejo de bal¨®n imprescindible para arrebatarle la posesi¨®n al rival. "No iremos a ver c¨®mo nos defendemos", dijo ayer; "iremos a atacar y poner nuestras armas".
Benzema ha hecho cuatro goles en 1.000 minutos mientras Higua¨ªn ha convertido siete en 800. Con la excepci¨®n de Cristiano, Higua¨ªn es el delantero m¨¢s eficaz del Madrid desde hace dos a?os. Ha metido m¨¢s goles que Ra¨²l y Van Nistelrooy. Sin embargo, sigue siendo suplente. Es un caso raro. Cost¨® 13 millones de euros y gana un sueldo anual de un mill¨®n en una delantera de 200 millones en la que el peor pegado tras ¨¦l, Benzema, se embolsa cuatro. Ra¨²l, que ser¨¢ suplente por primera vez por decisi¨®n t¨¦cnica, gana siete millones limpios al a?o.
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