El caso Iru?a-Veleia llega al sumidero
Un peritaje grafol¨®gico ahonda en la presunta falsedad de las piezas arqueol¨®gicas que revolucionaron Euskadi en 2006
Una letrina de conglomerado con graciosas inscripciones se ha convertido en la nueva estrella del culebr¨®n Iru?a-Veleia. Septiembre de 2004, jornadas l¨²dicas de puertas abiertas en el yacimiento alav¨¦s, considerado el m¨¢s importante del Pa¨ªs Vasco. Miles de vecinos se acercan a visitarlo, hace un d¨ªa espl¨¦ndido. Hay reproducciones de tiendas de campa?a romanas, de jarras, de costureros de la ¨¦poca. Incluso un grupo de actores h¨²ngaros vestidos de gladiadores romanos animan la fiesta. Pero la estrella es esa letrina de tres asientos (s¨ª, los romanos lo hac¨ªan en grupo) que se ha recreado con fines did¨¢cticos. El artilugio exhibe unos simp¨¢ticos dibujos, como todo buen aseo que se precie: un pene con alas, la figura de un tribuno, curiosas inscripciones en lat¨ªn...
"Me considero en medio de una persecuci¨®n medi¨¢tica impresionante", dice el arque¨®logo expulsado del yacimiento
Dos a?os despu¨¦s, en 2006, el director de la excavaci¨®n, Eliseo Gil, presenta en sociedad unos hallazgos bautizados como excepcionales que sit¨²an la cuna del euskera en ese enclave; aparece una pieza con un calvario del siglo III. Iru?a-Veleia da la campanada. En noviembre de 2008 cae el jarro de agua fr¨ªa: una comisi¨®n de 26 expertos destapa el esc¨¢ndalo de la presunta falsedad de las piezas. La Diputaci¨®n de ?lava presenta dos querellas, una por estafa y otra por da?os al patrimonio art¨ªstico contra Eliseo Gil, ya desalojado de la excavaci¨®n por supuesta mala praxis. Pues bien, ahora, la simp¨¢tica letrina reaparece en escena. Un informe encargado por la Diputaci¨®n Foral de ?lava afirma que la mano que dibuj¨® en el retrete de pega coincide con algunas inscripciones de las piezas presentadas como excepcionales, seg¨²n fuentes de la Diputaci¨®n. Eliseo Gil, acreditado buen dibujante, ha admitido ante la jueza haber realizado dibujos de la letrina. El culebr¨®n Iru?a-Veleia llama a la puerta del excusado.
El anuncio del hallazgo de los ¨®stracas de Iru?a-Veleia caus¨® conmoci¨®n en junio de 2006. Se empez¨® a comparar este yacimiento con Pompeya. Una pieza de cer¨¢mica se convert¨ªa en la primera representaci¨®n de Cristo en la cruz. Otra mostraba las primeras palabras en euskera, adelantando en por lo menos cuatro siglos las anotaciones de las glosas del monasterio de San Mill¨¢n de la Cogolla (La Rioja). Lo nunca visto.
En noviembre se descolgaba del proyecto un reconocido catedr¨¢tico de Ling¨¹¨ªstica, el profesor Gorrotxategi. A principios de 2007, tres arque¨®logos abandonaban el equipo de Eliseo Gil. Cund¨ªan las dudas sobre si lo presentado hab¨ªa sido suficientemente contrastado. "Hallazgos excepcionales requieren metodolog¨ªas excepcionales y prevenciones m¨¢s rigurosas", se?ala en una cafeter¨ªa de Vitoria Jos¨¦ ?ngel Apell¨¢niz, uno de los tres arque¨®logos que se marcharon.
El runr¨²n y las dudas fueron creciendo. Eliseo Gil hab¨ªa conseguido un cuantioso patrocinio de la empresa p¨²blica Euskotren: 3,7 millones de euros para el periodo 2001-2010. Se alzaban voces que hablaban de una presentaci¨®n apresurada, no suficientemente contrastada, todo por ofrecer resultados al patrocinador. En 2008, la diputada foral de Cultura Lorena L¨®pez de Lacalle (EA) decide aclarar la cuesti¨®n encargando a una comisi¨®n de 26 expertos que estudien los hallazgos. Las conclusiones, en noviembre, fueron demoledoras. Los expertos desmontaban la credibilidad de piezas como la llamada Venus, de grandes protuberancias mamarias impropias de la ¨¦poca; o la bautizada como La Pasiega, que aparece en esta p¨¢gina: Julio N¨²?ez, especialista en arqueolog¨ªa romana que form¨® parte del comit¨¦ de expertos, dice que las faldas cortas y acampanadas no exist¨ªan en la Antig¨¹edad.
Eliseo Gil se apoy¨® en 2006 en un informe de un doctor en F¨ªsica Nuclear y Qu¨ªmica, Rub¨¦n Cerd¨¢n, elaborado a partir del an¨¢lisis de un laboratorio franc¨¦s, el CEA-CNRS, que supuestamente validaba los hallazgos. Cerd¨¢n se halla imputado por estafa junto a Gil. Seg¨²n se desprende de su declaraci¨®n ante el juzgado n¨²mero 2 de Roquetas de Mar, lugar donde reside, Cerd¨¢n no pudo presentar prueba de su relaci¨®n con el laboratorio franc¨¦s y niega haber encargado tal informe. Preguntado el laboratorio franc¨¦s, la respuesta fue que no ten¨ªa constancia de su existencia. Tampoco respondi¨® Cerd¨¢n a las preguntas de cu¨¢l es su t¨ªtulo universitario, ni en qu¨¦ universidad est¨¢ expedido. Preguntado por este peri¨®dico, Eliseo Gil dice por tel¨¦fono: "Est¨¢ claro que el asunto Cerd¨¢n es un problema para m¨ª, no se puede obviar". Gil tambi¨¦n se apoy¨® en aportaciones de una supuesta egipt¨®loga que result¨® ser una aficionada a la egiptolog¨ªa, seg¨²n fuentes de la Diputaci¨®n.
El arque¨®logo expulsado del yacimiento alav¨¦s se declara v¨ªctima de este proceso. "Me considero en medio de una persecuci¨®n medi¨¢tica impresionante", manifiesta. Y reclama ahora debate cient¨ªfico y nuevos peritajes. Alicia M. Canto, profesora de Epigraf¨ªa -ciencia que estudia las inscripciones en materiales duros- de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, una de las primeras esc¨¦pticas, es muy clara: "?l nunca ha querido exponer las piezas a un debate cient¨ªfico verdadero, deber¨ªa haber presentado pruebas..., y no lo ha hecho".
El ¨²ltimo cap¨ªtulo de este serial que muchos internautas siguen apasionadamente a trav¨¦s de tres foros en la Red ha sido la irrupci¨®n del asunto letrina. El artilugio de la discordia reapareci¨® el d¨ªa en que varios comisionados por el departamento de Cultura acudieron al yacimiento. Llegaron con cinco llaves, seg¨²n el relato de fuentes de la Diputaci¨®n. Con una de ellas, abrieron la puerta de una nave. All¨ª estaba la letrina, rodeada de varias sillas plegables negras y de cajas de cart¨®n. Las inscripciones de la letrina recordaban a las de las piezas que se han visto publicadas en la prensa. Se encarg¨® un primer informe a una perito caligr¨¢fico que asegur¨® que las coincidencias eran llamativas, pero el estudio no era concluyente. Un segundo informe, y en el que se sobreponen trazos de la letrina sobre trazos de las piezas, es m¨¢s contundente. Concluye que la mano que dibuj¨® en la letrina est¨¢ en algunos de los grafitos excepcionales; en estos ¨²ltimos han intervenido, adem¨¢s, m¨¢s manos. El informe ya se entreg¨® al juzgado la semana pasada, seg¨²n la Diputaci¨®n; circunstancia ¨¦sta que a Eliseo Gil no le consta, desconoce el contenido del segundo informe, dice. Hay un tercer informe en marcha.
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