El 'blog' que mueve la isla
Hace seis a?os, la fil¨®loga cubana Yoani S¨¢nchez era s¨®lo una emigrada m¨¢s a la que le iba regular, tirando a mal. Viv¨ªa en Suiza, adonde hab¨ªa llegado "empujada por el desencanto y la asfixia econ¨®mica", y all¨ª criaba a su hijo, Teo. Yoani ten¨ªa entonces 28 a?os, y trabajaba en una librer¨ªa y en todo lo que pod¨ªa. Nunca hab¨ªa pensado en crear un blog, pero la vida result¨® tan terca como ella. En 2004, debido a razones familiares, Yoani regres¨® a Cuba a la brava, salt¨¢ndose todas las normas del Gobierno que impiden a los exiliados volver a su pa¨ªs si no es de turismo. Ya en La Habana, junto a su marido, el periodista Reinaldo Escobar, se meti¨® de lleno al mundo de la inform¨¢tica y fund¨® la revista independiente de reflexi¨®n y debate Consenso. En abril de 2007, aburrida y hastiada, Yoani cre¨® Generaci¨®n Y simplemente como "un ejercicio de exorcismo personal".
"Hab¨ªa un fermento necesitado de una chispa y una generaci¨®n que hab¨ªa callado durante mucho tiempo"
b>"Con un m¨®vil y una camarita se puede hacer temblar al poder. Todo lo que sucede en Internet es as¨ª, arrasador"
Al principio, su bit¨¢cora fue s¨®lo eso. No hab¨ªa pretensiones pol¨ªticas en aquella "terapia", y mucho menos Yoani ten¨ªa conciencia de que las "desencantadas vi?etas de la realidad" que colgaba en el ciberespacio pod¨ªan llegar a convertirse en un emblema contestatario y de denuncia del r¨¦gimen. A lo m¨¢s, aspiraba a ser una voz de su generaci¨®n: la de los nacidos en la Cuba de los a?os setenta y ochenta, j¨®venes "marcados por el racionamiento, las escuelas en el campo, los mu?equitos rusos, el paternalismo, las salidas ilegales, la doble moral y la frustraci¨®n".
Un d¨ªa Yoani hablaba en su blog del problema del transporte. Otro criticaba la discriminaci¨®n de los cubanos en las instalaciones tur¨ªsticas. Otro fustigaba el anacronismo del permiso de salida, o los muros impuestos a Internet en la isla, o el estado calamitoso de los hospitales, o el deterioro de los valores en su pa¨ªs? Todo en un pa¨ªs en el que no hay libre acceso a Internet y donde una tarjeta de una hora de conexi¨®n equivale a una semana de salario de un profesional de nivel.
El atrevimiento y el estilo retador de Yoani, as¨ª como la frescura de sus palabras, alejadas del mensaje de la vieja disidencia, llamaron la atenci¨®n de internautas y periodistas. Y llegaron las primeras entrevistas? "La vida no est¨¢ en otra parte, est¨¢ en otra Cuba", dijo en la primera que realiz¨® con este diario, all¨¢ por noviembre de 2007.
Generaci¨®n Y despeg¨®? y Yoani comenz¨® a recibir cientos de elogios y tambi¨¦n cr¨ªticas. Algunos de los que hoy la defienden la acusaron entonces de agente raulista. Ella se re¨ªa. Las autoridades, al principio, se limitaron a ignorarla; pero estaba claro que no hac¨ªa ninguna gracia aquella irreverencia en un ¨¢rea sensible y tan dif¨ªcil de controlar como Internet.
Dos a?os despu¨¦s, la situaci¨®n es radicalmente distinta. En abril de 2008, Yoani S¨¢nchez obtuvo el Premio Ortega y Gasset de periodismo, concedido por EL PA?S, en la categor¨ªa de trabajo digital. Fue seleccionada por la revista Time entre las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo, en el apartado de H¨¦roes y Pioneros. Generaci¨®n Y fue elegido en 2009 entre los 25 mejores blogs del mundo, una selecci¨®n hecha por Time y la cadena norteamericana CNN. Adem¨¢s, en este tiempo Yoani fue distinguida con el m¨¢ximo galard¨®n de los Premios BOB, as¨ª como una menci¨®n especial en el prestigioso Premio de periodismo Mar¨ªa Moors Cabt, de la Universidad de Columbia. Y m¨²ltiples honores m¨¢s.
Otro dato confirma que Yoani dej¨® de ser una simple bloguera para convertirse en todo un fen¨®meno: en septiembre, Generaci¨®n Y registr¨® 14 millones de entradas, y eso s¨®lo en espa?ol, ya que esta bit¨¢cora est¨¢ traducida a 16 lenguas. A mediados de noviembre, las referencias a S¨¢nchez en el buscador Google se acercaban al mill¨®n, y su biograf¨ªa en Wikipedia era casi del mismo tama?o que la de Fidel Castro.
Parad¨®jicamente, el fen¨®meno Yoani ha ocurrido de espaldas a la mayor¨ªa de los cubanos. Adem¨¢s de que el acceso a Internet en la isla es muy reducido, desde marzo de 2008 las autoridades utilizan un filtro inform¨¢tico ralentizador que bloquea la entrada a Generaci¨®n Y. Sin embargo, algunos de sus escritos circulan en memorias flash o a trav¨¦s de cadenas de correos electr¨®nicos, sobre todo en La Habana. Yoani no puede acceder directamente a su plataforma ni ver su blog, por eso dice que es una "bloguera ciega". Esto la ha hecho recurrir a la ayuda de amigos y colaboradores en el extranjero, a quienes env¨ªa sus correos por e-mail o incluso les dicta los textos por tel¨¦fono.
Varios son los factores que han contribuido a su ¨¦xito. Seg¨²n Yoani, "hab¨ªa un fermento necesitado de una chispa y una generaci¨®n que hab¨ªa callado durante mucho tiempo", lo que, sumado a la aparici¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas, la convirti¨® a ella en las "dos piedras que se frotan". "Yo camino sobre un terreno nuevo que permite que la voz se amplifique a unas dimensiones incre¨ªbles", dice, consciente de que hoy con un tel¨¦fono celular y una camarita se puede "hacer temblar al poder". "Todo lo que sucede en Internet es as¨ª, arrasador. Pero eso no significa que antes no se hicieran cosas valiosas, sino que no se dispon¨ªa de esa herramienta".
Con independencia de ideolog¨ªas y posiciones pol¨ªticas, para muchos Yoani representa la reivindicaci¨®n de dos ideas vitales, de ah¨ª la formidable pegada de su propuesta. El acad¨¦mico exiliado Haroldo Dilla lo resume a la perfecci¨®n: Yoani rescata "el derecho de ella, de sus amigos y amigas blogueros y de los varios millones de cubanos (exiliados incluidos) a vivir en su pa¨ªs, opinar libremente y obrar en consecuencia". Y en segundo lugar est¨¢ "el deber que tienen los que detentan las posiciones de poder de abrir los espacios p¨²blicos a todas esas opiniones".
Muchos piensan que Yoani ha conectado con una realidad posrevolucionaria que cada vez gana m¨¢s terreno? Si la vida en Cuba es cada vez m¨¢s blogger, ella ha sabido ocupar un espacio que ni el Gobierno ni la disidencia tradicional parecen capaces de llenar? "Hoy no se puede vivir de espaldas a la informaci¨®n y a Internet. Y contra m¨¢s el Gobierno se empecine y demore en reconocer el fen¨®meno, antes entraremos por la puerta de atr¨¢s", advierte Yoani.
?Ciberdisidente? No. En todo caso, "ciberactivista", dice. Yoani rechaza ser opositora?y?tener programa pol¨ªtico, ni siquiera un "color pol¨ªtico". Hace dos a?os lo dijo claramente: la gente de su generaci¨®n "no se define ni de izquierdas ni de derechas; ¨¦stos son conceptos cada vez m¨¢s obsoletos". Estas palabras provocaron la reacci¨®n de Fidel Castro en junio de 2008. En un pr¨®logo a un libro sobre Bolivia, el l¨ªder comunista lament¨® que hubiera "j¨®venes cubanos que piensen as¨ª" y critic¨® a aquellos que amplificaban su discurso y la premiaban.
Ella se lo tom¨® como "una condecoraci¨®n". Pero tambi¨¦n como el primer cruce de espadas. Poco a poco Yoani fue abandonando el ¨¢mbito privado de su blog. Y de las reflexiones en voz alta pas¨® a las acciones de calle. Un d¨ªa despleg¨® una pancarta en un concierto para pedir la libertad del rockero Gorki ?vila. Otro tom¨® el micr¨®fono durante una acci¨®n pl¨¢stica en la d¨¦cima Bienal de La Habana, donde realiz¨® una encendida defensa de la libertad de expresi¨®n. "No sigamos esperando que nos autoricen entrar en Internet, a tener un blog o a escribir una opini¨®n. Ya es hora de saltarnos el muro del control", dijo en aquella ocasi¨®n.
Simult¨¢neamente, mientras su discurso tomaba cuerpo, Yoani empez¨® a acumular permisos denegados para salir del pa¨ªs a recoger sus premios. Sus detractores dijeron que cada galard¨®n internacional y cada facilidad que recib¨ªa eran interesados y la fabricaban como opositora a la medida, en creciente sinton¨ªa con las posiciones de Washington y Miami.
A principios de a?o lanz¨® Voces Cubanas, una plataforma para que los blogueros de la isla tuvieran forma de expresar sus opiniones. M¨¢s recientemente se col¨® disfrazada con una peluca en un debate sobre Internet, organizado por la revista Temas, en el que se impidi¨® la entrada de blogueros y disidentes. El ¨²ltimo cap¨ªtulo tuvo lugar el 6 de noviembre de 2009. Ese d¨ªa, Yoani denunci¨® que, junto a otros amigos, fue "secuestrada" durante 20 minutos y golpeada por presuntos agentes de la polic¨ªa secreta para impedirle asistir a una manifestaci¨®n en un c¨¦ntrico barrio de La Habana.
Nos cuenta la agresi¨®n golpe a golpe, apoyada en una muleta, en el mismo apartamento donde la entrevistamos hace justo dos a?os. Hay una diferencia. En aquella ocasi¨®n, la sala estaba vac¨ªa. Hoy, unas 25 personas toman apuntes, pues desde finales de octubre aqu¨ª funciona una academia blogger. Se imparten clases de ¨¦tica y derecho, cultura cubana, fotograf¨ªa, t¨¦cnicas period¨ªsticas y herramientas para blogueros como Word Press, Blogspot o Twitter (por supuesto, la maestra de esta ¨²ltima asignatura ya saben qui¨¦n es). Llama la atenci¨®n que no se habla de pol¨ªtica, aunque sin duda Yoani acaba de dar una vuelta de tuerca al pulso que sostiene con el Gobierno.
En la isla hoy existen unos 50 blogs. La idea, dice, es que dentro de unos a?os haya miles. "De jardiner¨ªa, de cocina, de lo que sea? lo importante es que la gente pueda expresarse con libertad". ?ste es su punto. Seg¨²n Haroldo Dilla y otros analistas, Yoani, a sus 34 a?os, "es la figura emblem¨¢tica de un nuevo tipo de oposici¨®n pol¨ªtica que da aire a los agotados disidentes". Ella asegura que no pretende ocupar ning¨²n espacio, aunque s¨ª piensa que los blogs est¨¢n llamados a ser un motor de cambio en Cuba, no en el sentido pol¨ªtico, pero s¨ª "ciudadano". En su opini¨®n, el verdadero factor de cambio en su pa¨ªs "es que la realidad es cada vez m¨¢s opositora".
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