Sociedad civil

Tal parece que el editorial conjunto publicado por diferentes diarios de Catalu?a quiere arrogarse el sentimiento de toda la sociedad civil catalana respecto a la constitucionalidad de su Estatuto de Autonom¨ªa. Pero esto no es verdad, por muchas razones; entre otras, ¨¦sta: la sociedad civil implica pluralismo y diversidad. En la medida en que cualquier organizaci¨®n pol¨ªtica, cultural, religiosa, ¨¦tnica, etc¨¦tera, intente monopolizar un espacio funcional o pol¨ªtico en la sociedad, sosteniendo que representa la ¨²nica v¨ªa leg¨ªtima, contradice la naturaleza pluralista que caracteriza a la sociedad civil. De aqu¨ª se deriva el concepto de imparcialidad, que significa que ning¨²n grupo en la sociedad civil, en una democracia, puede representar al conjunto de los intereses de una persona o de una comunidad. Por el contrario, diferentes grupos representan diferentes intereses.- Miguel Higueras P¨¦rez. Granada.

Durante muchos meses hemos tenido que o¨ªr el soniquete de que el Estatut no interesaba a la sociedad catalana; pues bien, cuando la patronal, los sindicatos, las c¨¢maras de Comercio, la prensa, la radio, los clubes deportivos -con el Bar?a, el Espanyol y el Joventut a la cabeza-, las asociaciones de vecinos, 118 parlamentarios de 135, el 95% de los alcaldes, el 93% de los concejales tienen una posici¨®n com¨²n ante este problema, salen en tropel todos los demonios centralistas apelando a la Constituci¨®n, olvid¨¢ndose de la anterior tesis de desafecto de los ciudadanos, que era tanto como decir que a los espa?oles no les interesa Europa, porque en el refer¨¦ndum de la Constituci¨®n Europea tuvo un porcentaje m¨¢s bajo de participaci¨®n que el Estatut. O sea, cambiar de argumentos con tal de poner palos en la rueda a la pluralidad de Espa?a. Que es plural por mucho que se empe?en en lo contrario.