"Los j¨®venes no tienen idea de qu¨¦ fue el fascismo"
Tras el brindis con un vino blanco del Douro, el coronel confiesa que ha elegido este restaurante lisboeta, junto al Tajo y debajo del puente 25 de abril, para honrar la fecha hist¨®rica que marc¨® su vida. Otelo Saraiva de Carvalho (Louren?o Marques, 1936). ?Recuerdan este nombre? Jefe operativo de la revoluci¨®n de los claveles de 1974, que acab¨® con una dictadura de m¨¢s de 40 a?os y con las guerras coloniales en ?frica. Punta de lanza de aquellos j¨®venes capitanes de abril que, hastiados de una contienda que Portugal no pod¨ªa ganar, abrieron la puerta a la independencia de cinco naciones africanas. Candidato a presidente. Y mito de rom¨¢nticos y so?adores que creyeron posible una alianza de las Fuerzas Armadas y el pueblo para transformar la sociedad.
Jefe de la 'revoluci¨®n de los claveles', escribe hoy su verdad sobre la historia
Treinta y cinco a?os despu¨¦s, ha decidido escribir "su verdad" sobre aquel episodio, en dos libros que publicar¨¢ los pr¨®ximos meses la Editorial Objectiva. "Siento la responsabilidad hist¨®rica de escribir de lo que llamamos PREC (Processo Revolucionario em Curso) que se vivi¨® en Portugal en los a?os 1974 y 1975", explica. El due?o del local interrumpe la conversaci¨®n para llevarnos ante un mostrador bien surtido de productos del mar. "?Carne o pescado?". "Pescado". "Y de entrada, ?algo para compartir?". Una concha de centollo, de aspecto inmejorable.
?Por qu¨¦ ha esperado tantos a?os para escribir de la revoluci¨®n de los claveles? "Me han atribuido dichos y hechos que no son ciertos y que nunca pasaron por mi cabeza. Quiero responder a muchas preguntas que siguen en el aire". El primero de los libros "tiene un t¨ªtulo provisional, Las 24 horas del 25 del abril, contadas en retrospectiva desde la rendici¨®n de Marcelo Caetano
[¨²ltimo jefe de Gobierno de la dictadura]". El segundo, m¨¢s ambicioso, recoger¨¢ las memorias de Otelo Saraiva de Carvalho. ?Queda algo por contar de aquella revoluci¨®n? "Ah¨ª est¨¢ el m¨¦rito de quien escribe. Lo fundamental es dejar para la historia mi verdad".
Es un desaf¨ªo aclarar los interrogantes sobre la figura de este militar izquierdista, antiguo jefe de la regi¨®n militar de Lisboa. Por ejemplo, su actuaci¨®n el 25 de noviembre de 1975, cuando Portugal estaba al borde de la guerra civil, su rechazo al ascenso a general de cuatro estrellas propuesto por el entonces presidente Costa Gomes. O su posterior defenestraci¨®n, los juicios y la c¨¢rcel, acusado de dirigir un grup¨²sculo de extrema izquierda que pon¨ªa bombas.
Nunca perdi¨® el optimismo ni la capacidad de disfrutar los placeres de la vida. Da gusto verle comer los salmonetes. En todo el almuerzo, s¨®lo asoma un punto de amargura cuando reconoce no haber logrado los objetivos de aquella revoluci¨®n. "Cre¨ªa que la descolonizaci¨®n permitir¨ªa un r¨¢pido desarrollo econ¨®mico, social y cultural de los sectores m¨¢s desfavorecidos. Esto no lo hemos conseguido totalmente. Hay todav¨ªa mucho atraso".
?Qu¨¦ queda, entonces, del esp¨ªritu del 25 de abril? "Permiti¨® la liberaci¨®n de las colonias africanas. Pero no hemos sido capaces de transmitir a las nuevas generaciones c¨®mo fue el pasado. Los j¨®venes ignoran qu¨¦ pas¨® y por qu¨¦ pas¨® el 25 de abril. Es triste o¨ªr sus respuestas. No tienen ni idea de qu¨¦ fue el fascismo".
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