Un mundo interior 'tr¨¨s chic'
Sonia Rykiel presenta en Par¨ªs lencer¨ªa y ropa de punto para la firma H&M
Entre los imprescindibles que recomienda la edici¨®n francesa de la revista Elle para estas navidades, uno para mit¨®manos. Y cargado de simbolismo. Se trata de una caja -"tr¨¨s chic", aseguran- que contiene cinco mu?ecos. El podio de la moda francesa. Por este orden: John (obviamente es Galliano), Karl (Lagerfeld), Sonia (Rykiel), Jean Paul (Gaultier) y Alber (Elbaz). Entre los elegidos, la que m¨¢s m¨¦rito reviste es sin duda Sonia Rykiel. Tiene casi 80 a?os y vive semirretirada, pero contin¨²a instalada en el imaginario colectivo de la moda.
Sonia Rykiel (la mujer) fund¨® Sonia Rykiel (la marca) en 1966. Siempre se le dio muy bien hacerse sus propios jers¨¦is, as¨ª que cuando mont¨® la primera tienda en la orilla izquierda del Sena, acudieron en legi¨®n a comprarle esas prendas de punto. No tardaron en convertirse en el colmo de la elegancia y la sofisticaci¨®n.
Las riendas de la casa las lleva ahora su hija Nathalie, que empezando por el lugar donde vive ("a la izquierda del Sena", en Mont-parnasse como su madre, presume), recoge fielmente el esp¨ªritu de su herencia. La ¨²ltima expresi¨®n de ¨¦sta es la colecci¨®n de lencer¨ªa dise?ada para H&M (en primavera lanzar¨¢ otra de punto). El Grand Palais de Par¨ªs sirvi¨® de escenario de la megafiesta que mostr¨® las habilidades de la dise?adora y de la cadena sueca. Norias, carruseles y hasta una torre Eiffel de acr¨ªlico y neones por donde pululaban Kate Bosworth, Eva Herzigova o Nadja Auermann se dieron cita para celebrar que la colecci¨®n llega ma?ana a la venta a las tiendas donde H&M vende ropa interior, lo que equivale a decir unas 1.500. Los responsables de la marca quieren evitar esta vez los empellones para conseguir una prenda (como ocurre en otras colaboraciones con modistos) y ha lanzado bastantes m¨¢s unidades. Un regalo de Navidad para sus clientes.
La colecci¨®n de lencer¨ªa de Rykiel hija tiene -esta vez- el m¨¦rito de combinar una elegancia con reminiscencias de los a?os cincuenta y ese chic franc¨¦s tan intangible como buscado, con ser absolutamente pr¨¢ctica, algo que no es tan f¨¢cil como parece. ?Y sexy? Sin duda.
Nathalie sabe bien lo que hace en este terreno. Hace unos cuantos a?os ya sorprendi¨® con una colecci¨®n de gadgets er¨®ticos, pero con buen gusto. Ella, vestida sexy con un punto batallero (plumas, minifalda, medias negras con botas a lo George W. Bush, en fino), dice que se dirige con esta colecci¨®n "a una mujer que quiere utilizar la lencer¨ªa como herramienta en cualquier momento del d¨ªa". No parece importarle si existe o no presi¨®n para que la mujer est¨¦ todos los d¨ªas del a?o sexy. "Es ella la que debe decidir el momento del d¨ªa que quiere ser sexy. Es interesante que en alg¨²n momento quieras ser sexy y en otro vayas a recoger a los ni?os al colegio. Ella es la que decide lo que quiere ser y como estar en la vida", dice recostada en un sof¨¢ de terciopelo, mientras se recoloca el chaquet¨®n de plumas.
Cuando se le menciona la crisis, tampoco parpadea. ?Qu¨¦ les espera a las grandes marcas? "La que sea fiel a su identidad, escuche al cliente y se adapte a los precios, continuar¨¢". As¨ª de sencillo para alguien que es hija de Sonia Rykiel.
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