La industria textil: 150 a?os de crisis
La ca¨ªda de ventas del g¨¦nero de punto en el 30% agudiza el retroceso del sector
"Llevamos ya 150 a?os de crisis". As¨ª, resignado, describe el retroceso del sector textil Josep Esp¨ªgol, el presidente de la patronal de los empresarios de g¨¦nero de punto del Maresme. La comarca, que anta?o fue una de las arterias de la industria textil en Catalu?a, sufri¨® la semana pasada la solicitud de concurso de acreedores (antigua suspensi¨®n de pagos) y el despido de 41 trabajadores de Pulligan, una de las marcas m¨¢s emblem¨¢ticas del sector en Catalu?a.
La crisis del textil viene de lejos. Si la aplastante llegada de productos chinos desde la liberalizaci¨®n de las importaciones de ese pa¨ªs en 2005 ha hecho mella sobre el sector, el contexto actual ha agudizado su crisis. Las ventas de g¨¦nero de punto han ca¨ªdo entre el 20% y el 30% hasta el mes de septiembre, seg¨²n los datos que maneja el sector. No corren mejor suerte el resto de los segmentos, puesto que la demanda interna de ropa ha ca¨ªdo el 10% en dos a?os.
"Hay un problema de tama?o", asegura el profesor de Esade Jordi Monta?a. "Mango y Desigual funcionan muy bien, tienen una dimensi¨®n notable, trabajan el dise?o y est¨¢n internacionalizadas. Pero hay otras sociedades que mantienen tecnolog¨ªas obsoletas porque no invirtieron apenas en innovaci¨®n", sostiene. Y estas empresas han quedado muy tocadas.
El textil, precisamente, se bas¨® durante a?os en disponer de una mano de obra barata. En pleno siglo XXI, muchas empresas trataron de seguir ese modelo deslocalizando parte de la producci¨®n, sobre todo a Marruecos. "La liberalizaci¨®n del tr¨¢fico internacional de productos textiles de 2005 aceler¨® el proceso. Una parte de la industria catalana abre filiales en los pa¨ªses asi¨¢ticos y en el Magreb, buscando mano de obra cualificada m¨¢s asequible y costes log¨ªsticos no tan altos", explica el socio de la consultora Ernst & Young Josep Sabat¨¦.
A Marruecos acudi¨®, por ejemplo, Pulligan, que tiene all¨ª una planta con cerca de 300 trabajadores. Pero esa f¨®rmula tampoco sac¨® al sector de la crisis, porque hizo que peque?as empresas que abastec¨ªan a las grandes se quedaran sin apenas encargos. "El error es deslocalizar para reducir costes. Si se va a fabricar a otros mercados debe ser con la intenci¨®n de crear marca y abastecerlos", se?ala Monta?a.Los cierres de f¨¢bricas, los concursos de acreedores y las dificultades de las empresas que siguen operando han supuesto un goteo continuo de despidos. En el ¨²ltimo a?o, 3.545 trabajadores del sector se han visto afectados por expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE), seg¨²n el Departamento de Trabajo. De ¨¦stos, 793 son despidos, mientras que 2.639 corresponden a expedientes temporales. Otros 113 trabajadores han sufrido reducciones de jornada.
"El panorama es muy desalentador, hay muchas empresas tocadas, y para rematarlas basta con que no les renueven las l¨ªneas de cr¨¦dito", explica el secretario de Textil de UGT, Sergio Moreno. Carlos Chicano, responsable del sector Moda de CC OO, coincide con Moreno. "Las empresas que mejor funcionan son las que se dedican a sectores muy espec¨ªficos, como las hilaturas t¨¦cnicas y los ign¨ªfugos. Todav¨ªa crecen y consolidan empleo", se?ala.
No obstante, la mayor¨ªa de estas sociedades no supera los 30 trabajadores. As¨ª que, tras el concurso de Pulligan -y sin contar con marcas como Mango y Desigual-, el sector se queda sin las tradicionales marcas de referencia. En el g¨¦nero de punto, al que se dedica Pulligan, las m¨¢s potentes son Punto Blanco y Basi. Y la cotizada Dogi sigue en concurso de acreedores.
La ¨²ltima tanda de concursos y despidos arranc¨® a comienzos de 2008, cuando la hist¨®rica Fibracolor de Tordera -propiedad de Inditex y el Gobierno catal¨¢n- cerr¨® y dej¨® sin empleo a 280 trabajadores. Desde entonces se han sucedido los despidos en las plantas de empresas y marcas como Murtra (69 desempleados), Burberry (230), Escorpi¨®n (90), Ermenegildo Zegna (120) y Sanpere (44). Otros trabajadores se quedaron en la calle tras el cierre de sus empresas, como los 100 que perdieron su empleo en Carib¨², en Matar¨®, y los 58 de Filatures Puigdemont, en Sant Esteve d'en Bas.
A Sergio Moreno, de UGT, el consuelo que le queda es que algunas empresas se est¨¢n quedando sin stock para las navidades y han tenido que dejar sin efecto, al menos por ahora, sus expedientes temporales. Pero para 2010 siguen pintando bastos. Con una crisis del consumo agudizada por el aumento del paro, Josep Sabater, de Ernst & Young, augura que el goteo de firmas en apuros "seguir¨¢ el a?o que viene", salvo para empresas vinculadas al autom¨®vil y a la construcci¨®n, que empezar¨¢n a ver una salida por donde escabullirse de la recesi¨®n.
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