"La testosterona no lo es todo en el deporte"

Llega tarde, es decir, que parece que no llega. Llamas y no coge el tel¨¦fono. Problema. Extra?o en una persona que, por atareada, tiende a ser ordenada. Suena el m¨®vil: "Estoy saliendo de Pamplona, en poco m¨¢s de media hora estoy en Logro?o. Nos vemos en el restaurante". Cosas de m¨¦dicos, que siempre andan sobrepasados por investigaciones, consultas, an¨¢lisis y trabajos. Llega, all¨ª a la Plaza de San Bartolom¨¦, un lugar recoleto al socaire de la calle del Laurel, punto bohemio y caser¨®n para comer los cl¨¢sicos de la cocina riojana. "Lo siento, nunca hab¨ªa tardado tanto". "?Vas mucho a Pamplona?". "Bueno, desde hace alg¨²n tiempo, s¨ª. Me est¨¢n tratando de un c¨¢ncer y tengo que pasar revisiones cotidianas". Chit¨®n. "No, nada de eso. El deporte para m¨ª ha sido una tabla de salvaci¨®n". Lo dice Dolores Rubio, m¨¦dico deportivo de la federaci¨®n espa?ola de halterofilia e integrante de la federaci¨®n internacional, comprometida con el esp¨ªritu ol¨ªmpico, "el mayor argumento sociol¨®gico que nos queda en el siglo XXI y que el dopaje se lo puede cargar".

La m¨¦dica de los halter¨®filos no separa por sexos, sino por capacidad y trabajo

Am¨¦n del trabajo espec¨ªfico, Dolores Rubio (Sabadell, 1960) se ha comprometido con el an¨¢lisis del deporte femenino y masculino para desmontar tab¨²s, sin filias ni fobias. "La diferencia entre el deporte femenino y el masculino empieza en la pubertad. Hasta entonces, no hay testosterona, con lo cual, todo va igual. Despu¨¦s, la realidad demuestra que la testosterona, la que influye en la musculatura, s¨®lo afecta al 33% o 35% del rendimiento deportivo. El resto pertenece a la capacidad individual y al entrenamiento", afirma, despu¨¦s de trabajar muchos a?os en un deporte t¨ªpicamente de hombres, la halterofilia, cada vez m¨¢s practicado por mujeres.

Nacida en Catalu?a, pero criada en La Rioja, tira de la tierra a la hora de comer: alcachofas de La Rioja y chulet¨®n riojano con pimientos riojanos. No se resiste a las anchoas (que todav¨ªa no se cultivan en La Rioja). ?Vino? Sobra la respuesta.

No cree que el deporte femenino sea m¨¢s o menos proclive al dopaje "a pesar de aquellos casos de dopaje de Estado como los de la RDA". Ella piensa que hoy en d¨ªa todo debe estar m¨¢s controlado. "Ahora es dif¨ªcil que una familia no se d¨¦ cuenta de que a su hija le afecta la amenorrea, o el adelgazamiento s¨²bito, la falta de crecimiento. El dopaje es cosa de todos. Y ¨¦sa es la garant¨ªa de una mejor lucha contra el dopaje". Ex nadadora, tenista y golfista habitual, considera que la primera lecci¨®n del deporte es la lucha contra las consecuencias del envejecimiento. "No est¨¢ la sanidad", dice, "para que nosotros dejemos de hacer lo que debemos hacer".

No se trata de luchar deportivamente entre hombres y mujeres. "?se es un debate absurdo. Cada cual tiene su gen¨¦tica. Es tan absurdo como decir que un gran deportista siempre ser¨¢ mejor que una gran deportista de su nivel. Pero hay muchas mujeres que son mejores deportistas que otros hombres y viceversa. No todo es la testosterona. Hay que superarla". Y una mujer puede ir al gimnasio sin temor a la hipertrofia muscular, "basta con que miren a las chicas de halterofilia y no ver¨¢n ninguna exageraci¨®n, sino chicas muy normales y muy guapas". Mujeres en deportes hist¨®ricamente de hombres: "Otro mito que hay que derribar. No hay muros en el deporte entre hombre y mujer".