La imagen de Woods se derrumba
La televisi¨®n estadounidense deja de emitir anuncios del golfista tras sus problemas personales, un patrocinador le abandona y el jugador es objeto de chistes y burlas
Hace dos meses, la revista Forbes situ¨® a Tiger Woods como el primer deportista de la historia en engordar su cuenta corriente con 1.000 millones de d¨®lares (unos 685 millones de euros). El golfista estadounidense, a punto de cumplir los 34 a?os, hab¨ªa dejado atr¨¢s a gente como Michael Jordan, que desde su debut hace 25 a?os ha llegado a los 540, y a Michal Schumacher, el tercero en ingresos con 475 millones. Eran d¨ªas felices para El Tigre. O al menos, d¨ªas tranquilos en su majestuosa mansi¨®n de Florida. En febrero hab¨ªa sido padre por segunda vez y en marzo regres¨® a la competici¨®n despu¨¦s de una operaci¨®n de rodilla que le dej¨® seco ocho meses. Ni por ¨¦sas perdi¨® el altar de n¨²mero uno mundial, tal es su dictadura ante Mickelson, Westwood, Sergio Garc¨ªa, Harrington y compa?¨ªa.
El tipo serio, deportista modelo, ha perdido credibilidad para los 'compradores'
El estadounidense gana 75 millones al a?o entre los torneos y la publicidad
La temporada, sin embargo, acab¨® para ¨¦l sin ning¨²n grande (lleva 14), un vac¨ªo en el palmar¨¦s que no sufr¨ªa desde 2004 (e incluso se qued¨® sin pasar el corte en el Open Brit¨¢nico, el segundo gatillazo de su carrera en un major). Y el a?o ha acabado de la peor forma posible, envuelto en un accidente de tr¨¢fico y una supuesta infidelidad matrimonial que han hecho bajar sus acciones y derrumbarse su cach¨¦.
El tipo serio, jugador rob¨®tico, deportista modelo, se ha convertido en el protagonista de bromas, fotomontajes y chistes de todo tipo hasta en la televisi¨®n de Taiw¨¢n. Su imagen ha ca¨ªdo por los suelos. Las principales cadenas de televisi¨®n estadounidense y los 19 canales de pago del pa¨ªs no emiten ning¨²n anuncio del golfista en m¨¢xima audiencia desde que se destap¨® el esc¨¢ndalo.
En su ¨²ltima aparici¨®n, Woods promocionaba una crema de afeitado junto a Derek Jeter, beisbolista de los Yankees de Nueva York -en la publicidad de dicho producto aparece en Europa junto a Roger Federer y Thierry Henry, otro cuya imagen se ha enturbiado por su pol¨¦mica mano con Francia ante Irlanda-. El golfista era un asiduo gancho publicitario, sobre todo en los intermedios de los programas deportivos de Estados Unidos, pero ahora su nombre y su imagen han pasado de la publicidad a las cr¨®nicas de la prensa rosa y a los programas de debate. Una bebida energ¨¦tica acaba de romper su relaci¨®n de patrocinio con Woods. Aunque la marca asegura que la ruptura estaba pactada desde hace varios meses y que no tiene relaci¨®n con los ¨²ltimos acontecimientos, la decisi¨®n ha engordado las alarmas en torno al Tigre. Considerado antes un sin¨®nimo de ¨¦xito y fiabilidad, Woods ha perdido credibilidad entre sus compradores. Seg¨²n el ¨ªndice Davie-Brown, que mide la influencia que tiene en el consumo la asociaci¨®n de un personaje p¨²blico con una marca, Tiger ha descendido un pocos d¨ªas del puesto 6 al 24. Para alguien que gana 75 millones de euros al a?o entre su participaci¨®n en los torneos, el dise?o de campos y los ingresos publicitarios, y por quien los patrocinadores se daban hasta hace poco codazos, el golpe no es peque?o. Su principal patrocinador deportivo, por ejemplo, aporta 30 millones a sus arcas cada a?o.
Ahora hay quien le recomienda a Woods que salga en televisi¨®n para defenderse y lavar su imagen, aunque sea en alguno de los programas que tanto le critican. ?l de momento calla, mientras la temporada golf¨ªstica est¨¢ en vacaciones. Hasta hace poco, su cuerpo forrado de m¨²sculos y su hambre de t¨ªtulos fueron un buen reclamo para otorgar al golf la condici¨®n de ol¨ªmpico en los Juegos de R¨ªo 2016. El mejor deportista actual no pod¨ªa quedarse al margen de la gran fiesta del deporte. Ahora, su carrera se dirige por un peligroso camino.
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