Jordi, maestro
En la ¨ªntima y emotiva ceremonia que cerr¨® la intensa despedida de Jordi Sol¨¦ Tura, se reparti¨® una peque?a esquela en la que, debajo del nombre, figuraban dos palabras a modo de definici¨®n: "mestre i pol¨ªtic". Entiendo que la mano de Teresa Eul¨¤lia Calzada, su mujer, muy ligada al mundo de la educaci¨®n, fue decisiva en esa sencilla pero fundamental definici¨®n de Jordi como maestro antes que cualquier otra cosa. Y son testimonio de ello las incontables ocasiones en que gente an¨®nima y gente conocida se acercaba a su mujer o a su hijo Albert en el velatorio del Palau de la Generalitat para manifestarles que recordaban a Jordi como su mejor profesor, como alguien que les hab¨ªa sabido transmitir valores y verdades, miradas y fundamentos. Para m¨ª lo fue. Tengo que admitir que sin su mezcla de liderazgo, de padrinazgo y de hacerte sentir formando parte de una aventura colectiva (en momentos en que quiz¨¢ todo estaba m¨¢s claro que ahora), yo no llevar¨ªa m¨¢s de 30 a?os de profesor.
Sin emoci¨®n no hay educaci¨®n. Sin capacidad de ser lo que dices que eres no generas conexi¨®n. Educar no es s¨®lo t¨¦cnica. Es necesario generar flujos de relaciones e incentivos que generen curiosidad, ganas de aprender, ganas de compartir. Y lo dif¨ªcil es mantener esa actitud a lo largo de los a?os. Dec¨ªa su hijo Albert en su alocuci¨®n final a familiares y amigos que recordaba sobre todo de su padre esa capacidad de elevarse "como en un helic¨®ptero" para convertir cada aspecto concreto, cada problema, en una oportunidad para ver m¨¢s all¨¢, para introducir un debate de categor¨ªas y valores, para discutir d¨®nde estamos, hacia d¨®nde vamos. No hay para m¨ª mejor descripci¨®n de lo que aprend¨ª de Jordi y de lo que trato de hacer como profesor. Partir de lo concreto, discutir sobre lo que ello implica en lo general. Sin duda ¨¦l aprendi¨® de su familia, del sacrificio diario para sobrevivir con dignidad. Y tuvo luego la suerte de encontrase con Gramsci y con amigos como Borja, como Com¨ªn, como sus colegas de Derecho, con los que fue construyendo equipo y fue trabajando para conseguir, como dir¨ªa ¨¦l, "una correlaci¨®n de fuerzas positiva". Fins sempre Jordi, fins sempre mestre.
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