Algod¨®n, telares y planes

La exposici¨®n Colonias industriales, que estar¨¢ abierta en el Museo de Historia de Catalu?a hasta el d¨ªa 7 de marzo, es un recorrido por el mundo de las colonias catalanas para explicar la vida de estos recintos fabriles, los horarios de trabajo, sus fuentes de energ¨ªa, la vida social de sus habitantes y su riqueza patrimonial.

Adem¨¢s, "por primera vez se ha hecho un inventario de todas las colonias catalanas: las textiles y tambi¨¦n las agrarias, metal¨²rgicas, qu¨ªmicas y mineras, menos conocidas pero igual de transcendentales para la econom¨ªa", aseguran los comisarios Carles Enrech y Xavier Mart¨ª.

El recorrido, con "escenograf¨ªas teatrales, atrezzo y audiovisuales de gran impacto", comienza en la f¨¢brica, el n¨²cleo de todos los recintos. Aqu¨ª, entre enormes balas de algod¨®n egipcio, se expone un carro de bomberos de finales del siglo XIX perteneciente al Museo Nacional de la T¨¦cnica y la Ciencia de Catalu?a, que ha cedido muchas de las piezas que se exponen. "El algod¨®n era muy inflamable y durante su descarga se produc¨ªan muchos incendios", asegura Enrech. Tambi¨¦n se expone un reloj de fichar, alguna de las marcas que se empleaban para marcar las telas y un telar suizo modelo R¨¹ti de la antigua f¨¢brica de la colonia Vilumara de L'Hospitalet, "uno de los modelos m¨¢s utilizados". Junto al telar, se ha recreado una sala con estas m¨¢quinas en movimiento y actores que dan vida a los trabajadores.

Se ha reconstruido tambi¨¦n una calle donde hay una tienda, una guarder¨ªa y dos estancias de una casa (que ten¨ªan entre 70 y 80 metros cuadrados): la habitaci¨®n y el comedor, donde todo est¨¢ preparado para que sus inquilinos se sienten a comer mientras suenan en la radio las melod¨ªas de la ¨¦poca.

Un gran espacio reproduce la plaza p¨²blica de L'Ametlla de Merola, que parece estar esperando a que todos los habitantes de la colonia acudan a disfrutar de un momento de ocio durante la jornada de descanso -el domingo, cuando los telares paraban-, bailando, tomando un caf¨¦ o viendo una pel¨ªcula.

La visita al interior de una iglesia, donde se expone uno de los bancos dise?ados por Gaud¨ª para la colonia G¨¹ell, y a un despacho del due?o con el mobiliario y el libro de clientes completan la exposici¨®n.

Tras el pasado, el futuro. El recorrido termina con la explicaci¨®n de los diferentes planes que hay en marcha, institucionales y privados, para devolver la actividad a estos centros y proteger su patrimonio.

Y para los que no tengan bastante, la exposici¨®n ofrece informaci¨®n de las 13 colonias abiertas al p¨²blico y los espacios musealizados que se puden visitar. Una de ellas es la colonia G¨¹ell, la ciudad jard¨ªn que Antoni Gaud¨ª cre¨® para su mecenas. En octubre inaugur¨® un centro de interpretaci¨®n para explicar la construcci¨®n de su famosa cripta, uno de los edificios de este arquitecto que es Patrimonio de la Humanidad.