La Academia defiende la candidatura de Ferr¨ªn a la presidencia

"Tengo una gran admiraci¨®n literaria por ¨¦l. Y su respeto por la Academia est¨¢ fuera de duda". Como Francisco Fern¨¢ndez del Riego, de 97 a?os, hablan todos los acad¨¦micos que hablan de la sucesi¨®n de Xos¨¦ Ram¨®n Barreiro al frente de la Real Academia. La sucesi¨®n empieza el d¨ªa 18, "somos 28 candidatos", pero se da por hecho. "Si Ferr¨ªn se presenta con una propuesta integradora, tal y como nos escribe en su carta, no ser¨¦ yo quien le ponga palos en la rueda", admite el miembro de la instituci¨®n V¨ªctor Freixanes. La Academia debate una candidatura de consenso, y el ¨²nico que se ha postulado para presidirla es el Premio Nacional de Literatura 2008.

El editor Freixanes, como Manuel Gonz¨¢lez, Xos¨¦ Lu¨ªs Axeitos, Ant¨®n Santamarina o Ram¨®n Villares, manifestaron a este peri¨®dico que no esperan competir. El responsable del archivo de la RAG -cuando lleg¨® Del Riego hab¨ªa visiones del exilio en cajas de galletas- habla de un "momento delicado". "A la gente le puede parecer que somos un grupo de ancianos que se re¨²nen de vez en cuando, pero luego tambi¨¦n nos piden grandes responsabilidades, como si tuvi¨¦semos el presupuesto adecuado para trabajar dignamente". Sin partida natural en los presupuestos, el bolet¨ªn de la Academia Galega -desde 1906- se publica gracias a H¨¦rcules Ediciones. En la exposici¨®n del centenario ayud¨® la Fundaci¨®n Caixa Galicia.

Axeitos no menciona candidatos, pero separa el presidencialismo de la Academia: "La trayectoria de Ferr¨ªn como acad¨¦mico es de una gran responsabilidad institucional, al margen de su perfil intelectual. Y en la RAG tambi¨¦n hay una ejecutiva que discute, no va a cambiar nada independientemente de qui¨¦n sea presidente". A la dificultad de un cambio despu¨¦s de ocho a?os s¨ª se a?ade la distancia "actual" con la Xunta. Que no es exactamente de ahora: "S¨®lo se acuerdan de nosotros el D¨ªa das Letras; durante el resto del a?o, estamos tirados".

De otra distancia habla el te¨®logo Andr¨¦s Torres Queiruga. Entre "quiz¨¢s el tono institucional de la Academia y la marca pol¨ªtica de Ferr¨ªn", que ha podido generar "un cierto desconcierto". En privado hay tambi¨¦n quien discute la hip¨®tesis de Ferr¨ªn como "elemento acelerador", porque la renovaci¨®n empez¨® "antes". En los peores momentos del Prestige, la Academia suscribi¨® la petici¨®n de medios y la cr¨ªtica estructural a sus responsables pol¨ªticos. "La figura de Barreiro concit¨® una gran adhesi¨®n en la instituci¨®n", recuerda Margarita Ledo, m¨¢s pr¨®xima a la biograf¨ªa del autor de Con p¨®lvora e magnolias.

"Son ¨¢mbitos diferenciados en la vida de una persona", destaca una de las cinco mujeres de la Academia. Los del candidato gallego al Nobel, el acad¨¦mico y el intelectual de formaci¨®n marxista que tendr¨¢ que abandonar sus ocupaciones pol¨ªticas. "En el escrito que nos env¨ªa ya destaca que su idea es conservar el esp¨ªritu de Del Riego y Barreiro", remarca la cineasta chairega. "Ferr¨ªn", ejemplifica, "tambi¨¦n aparece con Xos¨¦ Lu¨ªs Baltar en los actos del Pen Club". Amparado por diez acad¨¦micos cuando ingres¨® en la Real Academia, Ferr¨ªn s¨®lo necesita el aval de tres miembros numerarios para ser presidente. La Academia se concede tres meses para elegir, pero no suele tardar m¨¢s de 30 d¨ªas.