Espa?a todav¨ªa tiene bazas para convencer a Marruecos
Tras el aparente jarro de agua fr¨ªa que supuso la visita del ministro Miguel ?ngel Moratinos, el lunes, a Washington, la diplomacia espa?ola debe ahora contar con sus propias fuerzas para resolver el caso Haidar obteniendo su regreso a El Aai¨²n, la ciudad de donde fue expulsada.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, omiti¨® mencionar el nombre de Aminetu Haidar, la activista saharaui, durante la rueda de prensa que dio con Moratinos. Se desvanecieron as¨ª las esperanzas de que EE UU participase activamente en la b¨²squeda de una soluci¨®n a un problema que el portavoz de Clinton describi¨® como "bilateral". El silencio de Clinton llama la atenci¨®n porque Haidar obtuvo su pasaporte, en 2006, gracias a EE UU y una gran fundaci¨®n dem¨®crata, la Robert Kenedy, le otorg¨® en 2008 su principal galard¨®n.
Adem¨¢s de intentar hablar directamente con el rey Mohamed VI -algo que no est¨¢ al alcance de Moratinos- la diplomacia espa?ola tiene a¨²n numerosas teclas por tocar para reparar el posible error que cometi¨® al aceptar la petici¨®n marroqu¨ª de acoger en Canarias a la activista expulsada.
La mayor¨ªa de ellas pasa por la Uni¨®n Europea que Espa?a copresidir¨¢ a partir de enero. Para que Rabat ceda puede advertirle de que no se dar¨¢n pasos para establecer esa relaci¨®n privilegiada con la UE que ans¨ªa -el llamado estatuto avanzado- si no se muestra flexible. Puede incluso cancelar esa cumbre entre la UE y Marruecos prevista para la primavera.
Otras palancas est¨¢n en la ONU. Espa?a es la ex potencia colonial y, a ojos de esta instituci¨®n, sigue ostentando la soberan¨ªa e incluso la administraci¨®n del territorio, aunque no pueda ejercerla. Podr¨ªa solicitarle, por ejemplo, un informe sobre las competencias que tiene Rabat para expulsar/deportar a activistas del S¨¢hara Occidental.
El revuelo censurado
Todos estos ser¨ªan golpes duros para un Marruecos empe?ado en disimular el revuelo que se ha organizado en torno a Haidar. Su prensa oficialista lo esconde. Ser¨ªa un palo tanto m¨¢s duro cuanto que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunci¨® el lunes que ten¨ªa la intenci¨®n de "acelerar" la negociaci¨®n entre Rabat y el Polisario.
Formular estas advertencias conlleva el riesgo de convertir la actual tirantez con Marruecos en una crisis, algo que el Gobierno quiere evitar a toda costa. Por eso no critica p¨²blicamente a Rabat aunque Moratinos dej¨®, el lunes, traslucir su irritaci¨®n al afirmar que la causa de Haidar era "justa y leg¨ªtima".
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