Para la m¨²sica, la ropa es puro teatro
Las reinas del pop se embarcan en una competici¨®n por el vestuario extremo
Lo extremo se ha vuelto norma para una generaci¨®n de cantantes. Parches con p¨²as capaces de arrancarle un ojo al interlocutor, vestidos de aluminio de movilidad rob¨®tica, cascos militares con orejas de Mickey Mouse... Y una clamorosa ausencia: pantalones o cualquier cosa que, en su defecto, cubra la anatom¨ªa por debajo de las nalgas. Son algunas de las coincidencias de los apote¨®sicos atuendos que exhiben Lady Gaga, Rihanna o R¨®is¨ªn Murphy.
No hay nada nuevo en que la m¨²sica y la moda colisionen en los escenarios y fuera de ellos. Desde los a?os cincuenta, los cantantes inspiran tendencias a gran escala (?a alguien le suena punk? ?grunge? ?hip-hop?). Las colaboraciones entre dise?adores y m¨²sicos se remontan a tiempos prehist¨®ricos (v¨¦ase Salom¨¦ y Pertegaz) y la ¨²ltima d¨¦cada ha presenciado un aluvi¨®n de m¨²sicos que prueban suerte como modistas. Todas esas canciones las hemos o¨ªdo ya. Lo que no le quita impacto al actual af¨¢n por convertir el vestuario m¨¢s hiperb¨®lico y alocado en parte esencial de un producto musical. "Ven¨ªamos de una ¨¦poca un poco seria en la m¨²sica. Estas cantantes pueden resultar una reacci¨®n", apunta el cr¨ªtico Mikel L¨®pez Iturriaga. "La influencia de los ochenta y sus extravagancias ha estado muy presente en los ¨²ltimos a?os, pero siempre de forma estilizada. Estas mujeres no s¨®lo se inspiran en el desparrame visual ochentero, sino que lo llevan a las ¨²ltimas consecuencias".
Hay que destacar en Internet y construirse un personaje llamativo
Estas chicas han aprendido la lecci¨®n maximalista de Michael Jackson
En Espa?a, la cantante y DJ Vinila von Bismark prepara un nuevo proyecto con el tr¨ªo rockabilly The Lucky Dados, que navegar¨¢ por estilos musicales de los a?os cuarenta y cincuenta. Aunque el disco se lanzar¨¢ en marzo de 2010, los bocetos de los trapos ya est¨¢n en marcha. "Vinila es muy perfeccionista", explica Gemma del Valle, de la discogr¨¢fica Subterfuge, que editar¨¢ el ¨¢lbum. "En paralelo a la composici¨®n de los temas, est¨¢ ideando un vestuario para el directo. Junto a Ion Fiz, recrea algunas de sus pasiones, por ejemplo el circo de los a?os treinta", se?ala. "Es muy importante lanzar un mensaje a trav¨¦s del estilismo", indica la int¨¦rprete granadina de 23 a?os. "A medida que se venden menos discos y el directo se vuelve cada vez m¨¢s importante, hay que incrementar el inter¨¦s del espect¨¢culo".
La m¨²sica echa mano de la moda para darle un embalaje m¨¢s llamativo y visual a un producto sonoro. Requisito imprescindible cuando los mecanismos de promoci¨®n tradicionales ya no funcionan. Hay que destacar en la jungla de Internet y se impone construirse un personaje lo m¨¢s llamativo posible. Adem¨¢s, se aprovecha la plataforma global de los desfiles. La oronda Beth Ditto, de Gossip, debe agradecer su popularidad tanto a sus composiciones punk como al patrocinio de Karl Lagerfeld y de las revistas de moda. Este planteamiento explica que Lady Gaga decidiera estrenar su sencillo Bad romance durante el ¨²ltimo desfile de Alexander McQueen o que R¨®is¨ªn Murphy interpretara temas in¨¦ditos durante el de Viktor & Rolf. "Admiramos su complejidad", explicaba el d¨²o de dise?adores holandeses antes de la actuaci¨®n. No son unos reci¨¦n llegados a esta tendencia -hicieron algo parecido con Tori Amos en 2005-, pero rechazan hablar de musas. "Esa palabra sugiere algo pasivo y no nos sentimos c¨®modos. Intercambiamos ideas y creamos algo nuevo con ellas, no s¨®lo las vestimos".
Estas chicas se han empapado de la ambig¨¹edad est¨¦tica de David Bowie. Han aprendido la lecci¨®n maximalista de Michael Jackson y, sobre todo, han crecido viendo a Madonna cambiar pechos-cono por faldas g¨®ticas. "Vivimos en la cultura de la celebridad. Y la extravagancia es una forma de entrar en ese circuito", apunta Iturriaga. Aun embarcadas en una competencia por el estilismo m¨¢s improbable, se declaran respeto. Rihanna, mientras grababa el videoclip de Hard (en el que, por ejemplo, luce una guerrera sobre pezoneras de lentejuelas), profesaba su admiraci¨®n por la valent¨ªa est¨¦tica de Lady Gaga. Para los no iniciados, ¨¦sta incluye arrodillarse ante la fot¨®grafa Annie Leibovitz en una sesi¨®n para Vogue con una gabardina transparente (y sin ropa interior) o saludar a la reina de Inglaterra ataviada con un look inspirado en la Reina de Corazones, de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas.
En realidad, las ocurrencias de Gaga son de tal calibre que, a menudo, la imaginaci¨®n de los dise?adores es insuficiente para suplirlas y es un equipo propio el que debe darles forma. Estamos inmersos en una fant¨¢stica espiral de inverosimilitud de la que, como de todo, seguramente nos empacharemos. Lo transgresor resultar¨¢ entonces aparecer en camiseta y vaqueros. Y quedar¨¢ por ver cu¨¢ntas de estas estrellas sobreviven al Alka-Seltzer.
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