Obama y Medv¨¦dev sientan las bases del acuerdo sobre desarme nuclear
La firma del nuevo tratado de armas estrat¨¦gicas queda aplazada hasta enero
Los presidentes de Estados Unidos y Rusia avanzaron ayer en Copenhague en la negociaci¨®n de un nuevo acuerdo de desarme nuclear pero pospusieron la firma hasta un pr¨®ximo encuentro, probablemente para el mes que viene. El retraso obedece, seg¨²n ambos pa¨ªses, a razones meramente t¨¦cnicas y no es consecuencia de la aparici¨®n de discrepancias significativas.
Barack Obama encontr¨® tiempo en su intens¨ªsima actividad en la Conferencia del Clima para discutir con su colega ruso, Dmitri Medv¨¦dev, los ¨²ltimos detalles de un nuevo tratado de limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas (START), que sustituya al que caduc¨® el pasado 5 de diciembre.
"Hemos hecho excelentes avances y estamos muy cerca de un acuerdo", manifest¨® el presidente norteamericano tras la reuni¨®n. "Nuestras posiciones est¨¢n muy cercanas, s¨®lo quedan algunos detalles t¨¦cnicos", inform¨® Medv¨¦dev. Ninguno de los dos hizo menci¨®n espec¨ªfica a la posible fecha de la firma. Obama dijo ¨²nicamente que ser¨¢ "en el momento oportuno"; Medv¨¦dev a?adi¨® que "en un plazo breve".
EE UU y Rusia est¨¢n dispuestos a pactar nuevos recortes de otros arsenales
Negociadores de los dos pa¨ªses continuar¨¢n trabajando en los pr¨®ximos d¨ªas en Ginebra en la redacci¨®n de un texto que, seg¨²n fuentes de la Casa Blanca, podr¨ªa ser firmado en la segunda mitad de enero en alguna ciudad europea. Las mismas fuentes dijeron que las diferencias pendientes est¨¢n relacionadas con el proceso de verificaci¨®n, al que la parte rusa parece poner algunas objeciones.
El documento que se prepara recoge, esencialmente, los t¨¦rminos de lo pactado por Obama y Medv¨¦dev durante la visita del presidente norteamericano a Mosc¨² en julio pasado, es decir, la reducci¨®n de las cabezas nucleares estrat¨¦gicas de las 2.200 actuales de EE UU y 2.780 de Rusia, seg¨²n las estimaciones, a un n¨²mero entre 1.500 y 1.675 como m¨¢ximo por cada parte. Asimismo, en Mosc¨² se acord¨® rebajar hasta la mitad el presente l¨ªmite de 1.600 bombarderos, barcos o lanzadores terrestres con capacidad de utilizar misiles at¨®micos.
La firma de un nuevo START que sustituya al que firmaron en 1991 Mija¨ªl Gorbachov y el primer presidente George Bush, es vista por Washington ¨²nicamente como el primer paso de un ambicioso plan de desarme que intenta conseguir, para el final de esta Administraci¨®n, un panorama internacional radicalmente distinto respecto a la amenaza nuclear.
El diario The New York Times adelantaba ayer que Estados Unidos y Rusia est¨¢n dispuestos a negociar el a?o que viene nuevos tratados que permitan la limitaci¨®n de armamentos en ¨¢reas que nunca hasta ahora hab¨ªan sido cubiertas, como la de las cabezas nucleares almacenadas o la de las armas at¨®micas t¨¢cticas.
Parte del armamento t¨¢ctico -a Estados Unidos se le calcula un arsenal de entre 500 y 1.200- est¨¢ desplegado en territorio europeo y en Turqu¨ªa, justificado todav¨ªa por las tensiones de la guerra fr¨ªa y por el temor a Rusia en los pa¨ªses del antiguo Pacto de Varsovia.
La nueva relaci¨®n construida entre Washington y Mosc¨² tras la elecci¨®n de Obama crea, a juicio de los expertos, el clima apropiado para la reducci¨®n de un tipo de armas que hasta ahora parec¨ªa innegociable. Medv¨¦dev confirm¨® ayer en Copenhague, tras su conversaci¨®n con el presidente norteamericano: "El resultado de nuestros esfuerzos reflejar¨¢ el buen esp¨ªritu de las relaciones que se han establecido con la nueva Administraci¨®n de Estados Unidos".
La voluntad de los presidentes no es, sin embargo, raz¨®n suficiente en un asunto como ¨¦ste, en el que ambos pa¨ªses cuentan con poderosos focos de influencia que se resisten a perder capacidad militar en un mundo todav¨ªa sujeto a m¨²ltiples amenazas e incertidumbres.
En el caso particular de Estados Unidos, Obama tiene que hacer un dif¨ªcil equilibrio entre su objetivo manifestado de avanzar hacia un mundo sin armas nucleares y no aparecer ante la opini¨®n p¨²blica de su pa¨ªs como un presidente d¨¦bil. La decisi¨®n de Obama de renunciar al proyecto del escudo antimisiles en Europa, que es la que permiti¨® esta nueva primavera con Rusia, ya dio lugar a numerosas cr¨ªticas en Washington por las excesivas concesiones que estaba haciendo la Casa Blanca.
La reducci¨®n de los arsenales nucleares es, no obstante, una de las prioridades de la agenda internacional de Obama, adem¨¢s de una de las razones por las que fue premiado con el Nobel de la Paz, y parece decidido a correr ciertos riesgos pol¨ªticos para impulsarla. Para ello necesitar¨¢ imprescindiblemente la colaboraci¨®n de Mosc¨². Obama aludi¨® ayer a Medv¨¦dev como "un socio muy eficaz" en ese camino.
Los tratados anteriores
- START I (1991): Este tratado bilateral dio inicio al mayor proceso de desarme de la historia. Inclu¨ªa un mecanismo de verificaci¨®n. En 2001 ambas partes hab¨ªan cumplido el l¨ªmite de tener menos de 6.000 cabezas desplegadas cada una.
- START II (1993): Nunca entr¨® en vigor. Reduc¨ªa el n¨²mero de cabezas que pod¨ªan ser fijadas a misiles bal¨ªsticos.
- SORT (2002): Aunque no inclu¨ªa verificaci¨®n, ambas partes acordaron reducir sus cabezas desplegadas a un margen de entre 1.700 y 2.200 en 2012.
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