Muy poco Madrid
El Baskonia arrolla en pujanza f¨ªsica y recursos a los de Messina
Por acierto, pujanza f¨ªsica y mental, recursos t¨¢cticos y apoyo en la grada, el Caja Laboral le meti¨® una buena tunda a un Madrid muy corto en casi todo y que nunca pareci¨® ni preparado ni dispuesto a discutir un triunfo en una cancha tan inc¨®moda como Vitoria.
Fue tal la desigualdad que tampoco convendr¨ªa sacar conclusiones definitivas, aunque de las pocas cosas palpables que se observaron todas corrieron a favor de los vitorianos. En su en¨¦sima reconstrucci¨®n, el ahora Caja Laboral ha vuelto a formar un equipo competitivo, muy profesional y donde llama la atenci¨®n su hiperactiva y no siempre controlada pareja de bases, Singletary y Marcelinho Huertas, en principio alejados del gusto habitual de Ivanovic, m¨¢s inclinado por directores cl¨¢sicos tipo Prigioni. Pero al menos en esta ocasi¨®n le vinieron como anillo al dedo. Ante un conjunto que ven¨ªa de darse un paliz¨®n yendo, ganando y volviendo de Grecia, el Baskonia quiso agitar la coctelera desde el principio, proponiendo un partido de extrema intensidad, muy f¨ªsico y sin miramientos.
CAJA LABORAL 80 - REAL MADRID 62
Caja Laboral: Singletary (6), English (12), Teletovic (10), San Emeterio (7) y Splitter (17) -quinteto inicial-; Ribas (13), Barac (6), Huertas (7), Micov (2) y Eliyahu (0).
Real Madrid: Prigioni (5), Bullock (13), Velickovic (6), Garbajosa (10) y Lavrinovic (11) -quinteto inicial-; Kaukenas (6), Vidal (0), Hansen (2), Reyes (9), Van den Spiegel (0) y Dasic (0).
Sin eliminados.
10.000 espectadores en el Buesa Arena.
Demasiado para un Madrid bajo m¨ªnimos y que vistas sus ¨²ltimas actuaciones, parece encontrarse m¨¢s cerca de su rendimiento en Polonia, Santiago o ahora en Vitoria que de lo visto ante el Panathinaikos. Ha perdido fuelle, finura y movimiento de bal¨®n, tiene jugadores muy desenfocados (Kaukenas es el ejemplo m¨¢s claro) su juego interior carece de consistencia mientras a Felipe le est¨¢ constando un mundo el ponerse a tono y encima la lesi¨®n de Llull ha alterado el ecosistema exterior, obligando a gente como Bullock a compartir tareas. Total, que cuando el calendario se ha empinado, est¨¢ ofreciendo su peor versi¨®n de la temporada.
El partido no existi¨® desde el minuto ocho del primer cuarto, cuando el Caja Laboral alcanz¨® la primera ventaja de dos d¨ªgitos (20-10). A partir de aqu¨ª, todo fue en la misma direcci¨®n. S¨®lo la constancia en los pases perdidos por los vitorianos evit¨® mayor escabechina y nunca dio el Madrid la sensaci¨®n de estar en cuerpo y mente preparado para cambiar la tendencia del encuentro. Hasta se le vio sonre¨ªr a Ivanovic un par de veces.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.