El 'efecto Cristiano'

Los golpes con efecto han sido estudiados desde hace tiempo. Algunos deportes, como el tenis, tenis de mesa, golf, b¨¦isbol, cr¨ªquet, baloncesto y f¨²tbol, entre otros, comparten lanzamientos y golpeos de balones y bolas que realizan trayectorias que parecen imposibles. Se trata del principio de Bernouilli aplicado a cuerpos de perfil circular, que giran en sus desplazamientos, en lo que se conoce como efecto Magnus. Los objetos que describen los efectos no han de ser necesariamente balones; tambi¨¦n podr¨ªan ser, por ejemplo, platos voladores (frisbee) y otros.

En el f¨²tbol, las faltas y los saques de esquina se prestan a ser lanzados con efecto. Aqu¨ª lo importante no es imprimir la m¨¢xima velocidad al bal¨®n, sino la habilidad para golpearlo con la precisi¨®n necesaria. El efecto se encarga de sortear las barreras por el lateral o por arriba y tambi¨¦n vence la imposibilidad de meter gol en una trayectoria lineal desde un saque de esquina. El efecto despista a defensas y porteros y sorprende al p¨²blico. Las trayectorias, que parecen caprichosas o endiabladas, se conocen, sin embargo, cada vez mejor desde el punto de vista f¨ªsico y biomec¨¢nico. Algunos de los buenos futbolistas tienen en su haber grandes goles logrados con efecto. Por ejemplo, el de Roberto Carlos, desde muy lejos, en el Brasil-Francia de 1997 o el de Beckham en 2001, tambi¨¦n en un lanzamiento de falta, en el Inglaterra-Grecia de clasificaci¨®n para el Mundial de Corea y Jap¨®n. Este ¨²ltimo puede verse junto a explicaciones f¨ªsicas y aplicaciones del efecto Magnus en otros deportes (http://www.sep.org.uk/samples/physicsspin/run.swf).

En el gol al Marsella el bal¨®n pas¨® la barrera a 2,53m de altura y lleg¨® a la red a 1,88m

Los estudios realizados en los ¨²ltimos a?os han usado la cinem¨¢tica para obtener informaci¨®n tanto del bal¨®n como del chut. Del bal¨®n se han analizado las trayectorias, velocidades y n¨²mero de vueltas por unidad de tiempo. Por otro lado, se han reproducido las condiciones en t¨²neles de viento, en los que se han calculado los coeficientes aerodin¨¢mico (CX) y de sustentaci¨®n de los balones ante diferentes reg¨ªmenes de circulaci¨®n del aire a su alrededor. Finalmente, mediante la ayuda de ordenadores, ecuaciones y toda la informaci¨®n recopilada, se ha logrado representar de forma gr¨¢fica y num¨¦rica las presiones que el aire genera en torno al bal¨®n y que son las responsables de las modificaciones de su trayectoria.

El gol con efecto que meti¨® Cristiano en Marsella contra el Olympique, en la Liga de Campeones, es de esos tantos para recordar. El lanzamiento de falta se realiz¨® a 35 metros de la porter¨ªa y el bal¨®n abandon¨® la bota derecha del madridista con un ¨¢ngulo de salida de 25 grados, girando en un eje inclinado y a una velocidad nada desde?able (cercana a los 100 kil¨®metros por hora). Despu¨¦s vio debajo la barrera, pero, como llevaba 2,53 metros de altura, no tuvo problemas en franquearla. A partir de ah¨ª, empez¨® a bajar r¨¢pidamente empujado por la fuerza del efecto. Igual que lo hacen las bolas del drive liftado de Rafael Nadal, tras pasar la red a m¨¢s altura que el de los dem¨¢s tenistas, para meterse despu¨¦s a tiempo dentro de la pista. El bal¨®n de Cristiano lleg¨® a la porter¨ªa cuando apenas hab¨ªan transcurrido 1,44 segundos de vuelo, tras ser tocado por el portero franc¨¦s, que lo elev¨® ligeramente. Aun as¨ª, lleg¨® a 1,88 metros de altura. La velocidad media del bal¨®n durante el vuelo fue de 87 kil¨®metros por hora y se desvi¨® lateralmente, gracias al efecto, algo m¨¢s de tres metros de su trayectoria inicial. Ese bal¨®n nunca habr¨ªa entrado en una atm¨®sfera sin aire (hipot¨¦tica), en la que el efecto dado por Cristiano habr¨ªa seguido una t¨ªpica trayectoria parab¨®lica, en la misma direcci¨®n del lanzamiento y al llegar a la porter¨ªa se encontrar¨ªa varios metros por encima del travesa?o.

Xavier Aguado J¨®dar y Jos¨¦ Luis L¨®pez Elvira son biomec¨¢nicos del deporte, de las Universidades de Castilla-La Mancha y Miguel Hern¨¢ndez, de Elche, respectivamente.