El Mundial de las paradojas

El anuncio del fichaje de Michael Schumacher por la nueva escuder¨ªa Mercedes GP (antes Brawn GP) ha hecho que la expectaci¨®n que genera el Campeonato del Mundo de F¨®rmula 1 crezca de forma exponencial. Aunque tambi¨¦n los hay que no han recibido tan bien la noticia. Se trata de los propios trabajadores de Mercedes, que han mostrado su indignaci¨®n por el multimillonario contrato que ha firmado el corredor de Kerpen (siete millones de euros anuales). M¨¢s a¨²n, cuando, a principios de mes, la empresa decidi¨® deslocalizar parte de la producci¨®n del modelo Clase C a Estados Unidos para reducir costes. De cualquier forma, los distintos movimientos que ha experimentado el mercado de pilotos han dejado un escenario sorprendentemente parad¨®jico y morboso.

Schumacher, cinco t¨ªtulos mundiales con Ferrari, siete en total, el hombre que revolucion¨® la Scuderia y la convirti¨® en un equipo pr¨¢cticamente invencible, ha salido de Maranello por una puerta de servicio. "?ste es otro Schumacher. El que yo conoc¨ª siempre hab¨ªa mantenido que quer¨ªa retirarse en Ferrari", reconoce Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari. Con El Kaiser defendiendo los colores de Mercedes, la marca de los b¨®lidos de Il Cavallino Rampante ha apostado por Fernando Alonso como principal baza para conseguir su objetivo prioritario: recuperar el tim¨®n de la F-1. En Maranello ven a Alonso como el relevo natural de Schumi, cuya retirada a finales de 2006 provoc¨® algunos cambios operativos en la escuder¨ªa, que no han acabado de funcionar. "Cuando Michael se retir¨®, la forma de trabajar de Ferrari cambi¨® bastante", asegura Marc Gen¨¦, piloto probador del equipo italiano. "Schumacher marcaba claramente la direcci¨®n, y el equipo le segu¨ªa. Luego, con Kimi

[Raikkonen] y Felipe [Massa], el equipo adquiri¨® mayor protagonismo en las decisiones. Antes, la l¨ªnea era la que marcaba Michael", destaca el espa?ol.

La llegada de Alonso a Maranello, de cualquier forma, responde a una necesidad de ambas partes m¨¢s que a una historia de amor, como a veces se quiere vender. "Necesit¨¢bamos recuperar el esp¨ªritu de equipo que tuvimos con Schumacher y quer¨ªamos un piloto implicado", justifica Montezemolo. Como corredor de Renault, sin embargo, el asturiano lleg¨® a acusar a Ferrari de hacer trampa, de no respetar el juego limpio, por realizar m¨¢s sesiones de entrenamientos de las acordadas. Y tampoco deben querer acordarse en Ferrari de las palabras que Alonso tuvo para McLaren-Mercedes, cuando fich¨® por la estructura de las flechas de plata (2007): "Es la mejor escuder¨ªa, el lugar donde siempre quise correr".

Dejando a parte el matrimonio a tres entre Alonso, Ferrari y Schumacher, otro punto caliente ser¨¢ el duelo angloalem¨¢n que mantendr¨¢n McLaren, con Lewis Hamilton como bandera, y Mercedes, con el heptacampe¨®n.