"?Qu¨¦ culpa tenemos nosotros?"
Varios afectados por el cierre de Air Comet pasan la Nochebuena en Barajas
Sandra Romero, la madre, tiene los ojos llorosos y parece cansada. Es 24 de diciembre y ella deber¨ªa estar volando hacia su pa¨ªs, Ecuador, que no visita desde hace diez a?os, para pasar la Nochebuena en familia. Sin embargo, est¨¢ en el aeropuerto de Barajas dando agua a su hija, tambi¨¦n Sandra, que se sienta en el suelo apoyada en una columna, acompa?ada por su novio. Tiene 17 a?os y est¨¢ embarazada de cinco meses.
Estaba emocionada con la idea de encontrarse con su hermana, a la que no ve hace siete a?os. Pero Sandra, la hija, tambi¨¦n est¨¢ atrapada en el aeropuerto debido a la cancelaci¨®n de vuelos de Air Comet. Se encuentra mal, se marea, se queda p¨¢lida. Su novio le acaricia la tripa abultada mientras esperan a un m¨¦dico. "Ayer nos fuimos de aqu¨ª a las cuatro de la madrugada", lamenta su madre. "Est¨¢ muy cansada".
Los hijos de Elisabeth creen que bromea y llegar¨¢ a tiempo a Ecuador
A su alrededor se congregan decenas de viajeros, la mayor¨ªa ecuatorianos, que no han podido tomar sus aviones en los ¨²ltimos d¨ªas. Sus familiares les esperan al otro lado del Atl¨¢ntico con la cena navide?a preparada, pero ninguno de ellos llegar¨¢ a tiempo. Finalmente, todos los ecuatorianos afectados por la quiebra de Air Comet que quedaban en Barajas embarcaron a las 13.00 de ayer en avi¨®n beb¨¦s rumbo a Quito.
"Recuerden que deben renunciar al billete de vuelta que tuviesen comprado", insist¨ªan los representantes del Gobierno de Ecuador que acudieron a Barajas. "No van a poder reclamar a nadie. Nadie les va a pagar el billete", repiten. Era uno de los requisitos previos para hacer uso de los vuelos que ha facilitado el ministerio a los afectados por la quiebra. En la solicitud que firm¨® Sandra Romero se deja clice que nadie "asume responsabilidad alguna por raz¨®n del viaje que se le facilita", lo que significa que, cuando quiera regresar, tendr¨¢ que pagarse un nuevo billete por sus propios medios. "Dice mi familia que ya venderemos algo", responde enseguida.
A pocas horas de la Nochebuena, los pasajeros son un manojo de nervios. Pese a las promesas de Fomento, cumplidas luego aunque fuera con cierto retraso, no se f¨ªan. Lo que tienen claro es que no saldr¨¢n del aeropuerto ese d¨ªa. Se oye un grito: "?Para la cena de esta noche quiero gambas!". La multitud empieza a alborotarse. Hacen sonar silbatos, dan palmas y un grupo sale a las puertas de la T-1 y bloquea por unos minutos el paso de los taxis. "Queremos volar a nuestro pa¨ªs", corean.
Muchos afectados decidieron pasar la noche en el aeropuerto. "Ya se nos acab¨® la guita", explica Griselda ?lvarez, de 50 a?os. Est¨¢ con un grupo de diez argentinos que deber¨ªan haber embarcado en el vuelo de Fomento que sali¨® el d¨ªa 23 rumbo a Buenos Aires. Pero se retras¨® el avi¨®n de Barcelona y perdieron la conexi¨®n. Est¨¢n sentados sobre sus maletas, con la mirada perdida. La noche del mi¨¦rcoles fueron a un hotel pero la Nochebuena ten¨ªan previsto pasarla en Barajas por falta de dinero.
Algo m¨¢s all¨¢ un beb¨¦ juguetea sobre una cinta de facturaci¨®n. Su madre, Elisabeth N¨²?ez, intenta distraerle. Llevan yendo y viniendo al aeropuerto desde el martes 22. "Ese d¨ªa sal¨ªa nuestro vuelo a Ecuador", explica la mujer. Pero no sali¨®. En su pa¨ªs le esperan sus otros dos hijos, de tres y 11 a?os. "El mayor dice: yo s¨¦ que mi mami nos est¨¢ enga?ando para darnos una sorpresa".
Marjorie Wheatley, de 36 a?os, tambi¨¦n viaja con un beb¨¦. El suyo tiene dos meses y descansa en un carrito del que cuelga un cartel que dice que ¨¦l quiere pasar la Navidad en su tierra. "Hasta que no despegue el avi¨®n no nos movemos de aqu¨ª", asegura la mujer. Han comprado comida para el ni?o y se las apa?an como pueden desde el martes, cuando se cancel¨® su vuelo. "Aqu¨ª lo ¨²nico que nos han dado han sido unas mandarinas, agua y unos sandwiches", a?ade.
Mientras los ecuatorianos rellenan las hojas de solicitud para acceder al vuelo del d¨ªa 25, Olga Patricia P¨¦rez, colombiana, maldice su suerte. "En el ministerio me dijeron que sal¨ªa un vuelo a Bogot¨¢ el d¨ªa 24 a las 12.30 de la ma?ana", explica. "Cuando he llegado, me he enterado de que el avi¨®n hab¨ªa despegado de madrugada". As¨ª que ella se qued¨® ah¨ª, en Barajas, a la espera de una soluci¨®n que no llegar¨¢. Fomento decidi¨® ayer no fletar m¨¢s vuelos a Colombia ni Argentina, lo que provoc¨® las protestas de una treintena depasajeros.
Amparo de la Cruz, peruana de 51 a?os, volv¨ªa a casa el 3 de enero. Pero al o¨ªr que el Gobierno fletar¨¢ un ¨²ltimo vuelo a Lima hoy, se plant¨® a Barajas a la espera de un asiento. Ha viajado con su hijo de 14 a?os en autob¨²s desde Sevilla. "?Qu¨¦ hacemos si no?", se pregunta. "Aqu¨ª no conocemos a nadie". Se queda sentada en una silla. Esperando. Y se despide diciendo: "?Qu¨¦ culpa tenemos nosotros?".
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