EE UU revive la amenaza del terrorismo
El detenido por el atentado frustrado de Detroit se declara miembro de Al Qaeda - Pasajeros y tripulantes redujeron al sospechoso cuando intentaba quemarse
En el d¨ªa de Navidad, EE UU vivi¨® lo que la Casa Blanca ha definido como un intento de "ataque terrorista". El sonido de algo similar a un petardo, humo y un peque?o destello desat¨® la alarma entre los pasajeros del vuelo 253 de la aerol¨ªnea Northewest, pero operado por Delta, cuando la aeronave hab¨ªa iniciado el descenso a la ciudad de Detroit (Michigan) procedente de Amsterdam, con 278 viajeros a bordo y 11 tripulantes.
Un ciudadano de nacionalidad nigeriana, que asegura pertenecer a Al Qaeda, trat¨® de inyectar un l¨ªquido qu¨ªmico con una jeringuilla en la sustancia que llevaba adherida a su pierna izquierda. Los primeros an¨¢lisis del FBI indicaban que la sustancia utilizada es el pentaeritritol, elemento que se suele usar en la fabricaci¨®n de detonantes para bombas y misiles.
En 19 horas de viaje dos vuelos por tres continentes fallaron todos los controles
Un director de cine holand¨¦s se arroj¨® contra el asiento del supuesto terrorista
El sospechoso es Abdul Farouk Abdulmutallab, tiene 23 a?os y, seg¨²n las cadenas de televisi¨®n estadounidenses, estudiaba ingenier¨ªa en la Universidad de Londres. Su nombre no estaba en la lista de personas a las que la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA) no permite volar. Pero s¨ª aparece en los informes de sospechosos de tener lazos con el terrorismo que elabora el Gobierno de Washington.
El p¨¢nico se desat¨® en cuesti¨®n de segundos. "Hubo un ruido, como si alguien hiciera estallar un petardo contra una almohada", declar¨® Peter Smith, un pasajero de nacionalidad holandesa. A continuaci¨®n, el pasajero Jasper Schuringa, director de cine holand¨¦s, sentado en la misma fila de Abdulmutallab pero al otro lado del avi¨®n, se abalanz¨® contra ¨¦l. Varios hombres siguieron el ejemplo e inmovilizaron al nigeriano.
Durante 19 horas de trayecto, en dos vuelos a lo largo de tres continentes, fallaron todos los sistemas de seguridad menos el que improvisaron las propias v¨ªctimas. El New York Times destacaba ayer en su versi¨®n digital que, a pesar de la cantidad de dinero que se ha invertido en el mundo desde 2001 en espionaje, programas antiterroristas, avanzados sistemas de esc¨¢neres y listas de sospechosos, al final han sido un pu?ado de pasajeros y miembros de la tripulaci¨®n quienes evitaron la tragedia.
El sospechoso, con los pantalones hechos jirones y quemaduras en ambas piernas, fue trasladado a la primera fila de asientos de primera clase, que estaba pr¨¢cticamente vac¨ªa. All¨ª permaneci¨® hasta que el avi¨®n aterriz¨® en Detroit 20 minutos despu¨¦s de que lo inmovilizaran. Era la una de la tarde, seis horas m¨¢s tarde en la Espa?a peninsular. La pista se encontraba tomada por las fuerzas de seguridad, incluido un equipo de desactivaci¨®n de explosivos. Atado y reducido, Abdulmutallab no mostr¨® en ning¨²n momento s¨ªntomas de dolor, seg¨²n declar¨® una pasajera.
Durante los 20 minutos en los que el terrorista viajaba inmovilizado en el avi¨®n y durante las horas siguientes se produjeron momentos de gran tensi¨®n en los departamentos de lucha antiterrorista. Se tem¨ªa que hubiese otros vuelos implicados.
Aunque las autoridades federales han incrementado las medidas de seguridad en los vuelos comerciales, finalmente decidieron mantener en naranja el nivel nacional de alerta terrorista, que equivale al n¨²mero dos en una escala de cinco. Es el mismo nivel que se decret¨® desde 2006.
El sospechoso se encontraba anoche bajo custodia del FBI en un lugar no especificado, aunque en un primer momento se inform¨® de que fue tratado de quemaduras en el Centro M¨¦dico Universitario de Michigan, en Ann Arbor. Abdulmutallab ha declarado tener lazos con Al Qaeda y haber actuado bajo sus ¨®rdenes, aunque fuentes oficiales han querido matizar esa afirmaci¨®n y han declarado que el hombre podr¨ªa haber actuado por su cuenta.
Abdulmutallab ha relatado que hab¨ªa viajado hasta Yemen para recoger el artefacto y recibir all¨ª instrucciones de c¨®mo usarlo. Fuentes relacionadas con el caso han descrito el dispositivo como incendiario m¨¢s que explosivo (siendo los primeros mucho menos efectivos y de menor impacto que los segundos).
El vuelo 253 de Northwest (aunque su logo es de Delta, ya que esta compa?¨ªa ha adquirido Northwest hace poco) parti¨® de Lagos (Nigeria) e hizo escala en Amsterdam. Su destino final era Detroit, seg¨²n inform¨® el l¨ªder de la minor¨ªa en la Comisi¨®n de Seguridad Nacional de la C¨¢mara de Representantes, Peter King. "Esto iba en serio", declar¨® King. "Podr¨ªa haber sido devastador".
El ¨²ltimo informe de seguridad emitido por el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional es del 20 de noviembre. En ese documento no existe menci¨®n a eventuales ataques terroristas. La seguridad de los dos principales aeropuertos de Nigeria, el de la capital Abuja y el de Lagos, es un foco de preocupaci¨®n para las autoridades de EE UU. KLM, la aerol¨ªnea holandesa, asegur¨® ayer que el vuelo de conexi¨®n desde Lagos a Detroit supone un cambio de aparato y compa?¨ªa, pero sigue sin responder a la gran inc¨®gnita: ?Fue el sospechoso registrado en Schiphol, uno de los m¨¢s seguros y transitados aeropuertos de Europa?
Casos frustrados
- Una bomba en el zapato. El brit¨¢nico Richard Reid, un delincuente que se convirti¨® al islamismo durante uno de sus pasos por prisi¨®n, intent¨® el 22 de diciembre de 2001 hacer explotar en el aire el avi¨®n de American Airlines con 197 pasajeros que cubr¨ªa un vuelo de Par¨ªs a Miami. Us¨® un potente explosivo que trat¨® de ocultar en su zapato.
- Explosivos l¨ªquidos. La polic¨ªa brit¨¢nica detuvo en agosto de 2006 a tres acusados de querer volar con explosivos l¨ªquidos siete aviones que en agosto de 2006 iban a salir del aeropuerto londinense de Heathrow con destino a EE UU y Canad¨¢. Los tres detenidos cumplen cadena perpetua en Reino Unido. Si hubieran conseguido sus objetivos, habr¨ªan muerto 1.500 personas.
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