"Los videojuegos van y vienen, pero en la m¨²sica reside la vida"
Imag¨ªnense a un joven Jeremy Irons componi¨¦ndole al amor a la luz de unas velas, riendo en soledad bajo el efecto de unas cervezas Guinness. O a un crooner tipo Frank Sinatra orquestado en la tradici¨®n minimalista de Michael Nyman. Son meros estereotipos de la forma y el contenido con que Neil Hannon, principio y fin de The Divine Comedy, se col¨® en los noventa entre las muy medi¨¢ticas filas de Oasis, Blur o Pulp. Bandas con las que, en realidad, s¨®lo compart¨ªa buenos estribillos y un acercamiento ir¨®nico al hecho brit¨¢nico. "Aunque, por accidente, ca¨ª en los m¨¢rgenes del britpop, y fue una suerte: en otra ¨¦poca se hubieran re¨ªdo de m¨ª. Con todo, nunca me invitaron a sus fiestas", dice el norirland¨¦s antes de su ¨²ltimo concierto en Madrid. Hannon, un nost¨¢lgico a su pesar, reivindica la dimensi¨®n social de su oficio: "De adolescente ten¨ªa problemas con las chicas. Hasta que me aprend¨ª el estribillo de Take on me, de A-ha, y lo toqu¨¦ al piano en el club juvenil. Las chicas empezaron a acercarse: 'Eres muy listo, ?c¨®mo has aprendido a tocar eso?'. As¨ª comenc¨¦".
El m¨²sico se encuentra inmerso en una minigira en la que, desprovisto de su habitual orquesta, interpreta a la guitarra y el piano -con m¨¢s encanto que destreza- un delicado repertorio. En Madrid, no le cost¨® meterse en el bolsillo a un p¨²blico que no bajaba de la treintena. "Estoy molesto con la industria musical, pero tambi¨¦n con el p¨²blico, sobre todo el joven, por no comprar m¨²sica", reconoce. "Los videojuegos van y vienen, pero en la m¨²sica reside la vida. La gente hace canciones con la sola idea de ponerlas en anuncios. En los setenta y los ochenta, nada val¨ªa m¨¢s la pena que vivir para el pop". Hannon abdica de la era 2.0. "Internet es tan democr¨¢tica que miles de personas que no tienen ni idea de nada consiguen hacer tanto ruido como los que s¨ª. Por eso no soy un gran fan de la democracia". Tampoco de sus posibilidades. "La m¨²sica indie de guitarras ha derivado en tierra de nadie, donde todo es mono e inofensivo".
?De qu¨¦ sirven 20 a?os de carrera, 10 discos y casi un mill¨®n de copias si no te permiten codearte con tus ¨ªdolos? El de Hannon es Scott Walker, el m¨ªtico ex componente de una boy band de los sesenta al que los a?os transformaron en oscuro crooner. Los dos fueron invitados a participar en un ¨¢lbum de Ute Lemper... por separado. "Me soplaron d¨®nde estar¨ªa trabajando, y esper¨¦ hasta que sali¨®. Me dijo: 'Gracias por mandarme todos tus discos'. Yo estaba aterrorizado". ?Le dijo si los hab¨ªa escuchado? "No, pero debi¨® de hacerlo, porque en una entrevista afirm¨® que yo estaba m¨¢s interesado en su obra de los sesenta. Y tiene toda la raz¨®n. Estoy seguro de que no le gustaron".
?Ya ha le¨ªdo La divina comedia, el libro que da nombre a su banda? "Me compr¨¦ el audiobook, y ni con ¨¦sas. Me qued¨¦ a medio camino del para¨ªso".
Babelia
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