Carrera de las especies para salvarse del cambio clim¨¢tico
Los ecosistemas mediterr¨¢neos son muy vulnerables por su fragmentaci¨®n
Las especies tienen que responder a los cambios que se producen en su entorno y adaptarse a ellos, o perecen. El gran cambio de escala planetaria que ahora afrontan es, obviamente, el calentamiento global, y la investigaci¨®n de su respuesta es importante no s¨®lo para anticipar qu¨¦ va a suceder con la biodiversidad del planeta, sino tambi¨¦n, tal vez, para echar una mano, al menos en los espacios protegidos, y ayudar a las especies a mantenerse al ritmo del cambio clim¨¢tico. Ese paso no es un concepto vago, sino una cuantificaci¨®n precisa para un equipo de investigadores estadounidenses que ha calculado un ¨ªndice de velocidad del cambio clim¨¢tico que determina c¨®mo de r¨¢pido deben las especies desplazarse por el territorio en este siglo para adaptarse al aumento de temperatura. En concreto, la velocidad media de seguridad calculada por Scott R. Loarie y sus colegas es de 420 metros por a?o.
La velocidad media de desplazamiento de h¨¢bitats es de 420 metros por a?o
S¨®lo el 8% de los espacios protegidos tendr¨¢n en un siglo el clima de hoy
La biodiversidad aumentar¨¢ en las regiones monta?osas
Los accidentes del terreno suponen barreras para plantas y animales
Hay que tener en cuenta que, debido al calentamiento global, se desplazan los patrones clim¨¢ticos hacia las latitudes altas del planeta y hacia las elevaciones del territorio.
La nueva investigaci¨®n, dada a conocer en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Nature, muestra que la velocidad de cambio clim¨¢tico no es, obviamente, igual para todas las especies, topograf¨ªas y ecosistemas. Por ejemplo, para los entornos monta?osos, en los que la temperatura var¨ªa con un peque?o cambio de cota, basta con que las especies se desplacen 10 metros por a?o para mantener el paso del calentamiento, as¨ª que cabe esperar que el siglo que viene aumentar¨¢ la biodiversidad en las zonas de monta?a. Algo inferior incluso es la velocidad necesaria en los bosques tropicales y subtropicales de con¨ªferas.
Sin embargo, en los territorios planos, especialmente en desiertos, en manglares y en zonas pantanosas de pradera y en la sabana, la velocidad requerida es superior, hasta 1,26 kil¨®metros por a?o para estas ¨²ltimas.
"Un aspecto importante de estos resultados es que nos permiten evaluar c¨®mo responder¨¢n nuestras ¨¢reas protegidas actuales a los intentos de conservar la biodiversidad ante el cambio clim¨¢tico", explica Healy Hamilton, uno de los autores de la investigaci¨®n.
Con estos datos en la mano, los especialistas calculan que s¨®lo un 8% de los espacios protegidos en el mundo tendr¨¢n, dentro de 100 a?os, las mismas condiciones clim¨¢ticas que hoy. Las zonas altamente modificadas por la acci¨®n humana que rodean a las ¨¢reas protegidas dejan sin espacio de fuga a las especies, que no pueden desplazarse a nuevos territorios que tengan condiciones favorables para sobrevivir. Tambi¨¦n la fragmentaci¨®n del terreno pone barreras infranqueables para muchas especies.
"Hay, no obstante, notables diferencias regionales", advierten los investigadores. "El peque?o tama?o y la fragmentaci¨®n del territorio en la mayor¨ªa de las ¨¢reas protegidas de bosques de tipo mediterr¨¢neo hacen que esos h¨¢bitats sean especialmente vulnerables". En los entornos con velocidades m¨¢s bajas (como los monta?osos) las ¨¢reas de protecci¨®n requeridas para conservar las especies y ecosistemas pueden ser de tama?os moderados.
Los autores de la investigaci¨®n, pertenecientes a prestigiosas instituciones estadounidenses (Academia de Ciencias de California, Carnegie Institution, Universidad de Stanford y Universidad de Berkeley), advierten que lo que ellos han elaborado no es un indicador de migraci¨®n de las especies, sino un ¨ªndice de velocidades relativas para seguir el paso del calentamiento. Ellos se han centrado en los cambios de temperaturas medias anuales, pero a?aden que tambi¨¦n han realizado an¨¢lisis basados en los reg¨ªmenes de precipitaciones y que muestran patrones similares.
Tampoco cabe ir a buscar en este trabajo la respuesta sobre el futuro de especies concretas. Pero los investigadores advierten que las especies que tienen un rango amplio de tolerancia a la temperatura pueden, obviamente, adaptarse al calentamiento en su zona habitual sin necesidad de desplazarse. Sin embargo, para las que son m¨¢s estrictas en sus necesidades vitales, la velocidad de cambo clim¨¢tico calculada es un buen indicador del ritmo del desplazamiento obligado para evitar su extinci¨®n.
Loarie y sus colegas han hecho sus indicadores combinando los modelos de proyecci¨®n clim¨¢tica con los datos de clima actual y los gradientes de temperatura en todo el mundo. Ellos han aplicado varios escenarios de emisiones (los climat¨®logos trabajan con escenarios posibles de futuro definidos por factores socioecon¨®micos, uso energ¨¦tico, tecnolog¨ªas, poblaci¨®n, etc¨¦tera), pero se han centrado especialmente en el denominado A1B, que describe un mundo venidero con crecimiento intermedio de los gases de efecto invernadero.
Lo que est¨¢ claro, recalcan los expertos, es que, para conservar la biodiversidad, hay que contener el calentamiento, pero tambi¨¦n hay que tomar medidas de gesti¨®n y planificaci¨®n de los espacios protegidos, para lo cual es ¨²til la investigaci¨®n de los californianos. "Hay que ralentizar el gradiente temporal del cambio clim¨¢tico reduciendo las emisiones, con lo que se aumenta la capacidad de las plantas y los animales para dispersarse por las reubicaciones que se hagan, o incrementar el tama?o de las ¨¢reas protegidas mediante corredores de h¨¢bitats y nuevas reservas", concluyen Loarie y sus colegas.
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