Alrededor de una buena mesa
HOTEL SANTA KUTZ, un caser¨ªo familiar en Guip¨²zcoa donde el silencio y el verde del paisaje serenan
Euskadi encuentra la calma, y ya empiezan a aflorar hoteles con encanto por doquier. Uno de los ¨²ltimos, en el alto de Urola, no muy lejos de la Autov¨ªa del Norte a su paso por Beasa¨ªn, donde los montes verdean y los caser¨ªos dormitan arrebujados en la memoria de los bosques: Santa Kutz. Desde el vericueto de aproximaci¨®n -el asfalto es nuevo- se intuye toda la ortodoxia rusticana que exhibe la casa en su fachada y cierto ambiente insulso de puertas adentro. Josu Latorre, el propietario, recibe en persona y muy amablemente al viajero.
Antes de entrar conviene recrearse en la pradera bien segada que delimita la heredad, peque?a pero acendrada. Es la ¨²ltima percepci¨®n de autenticidad en la estancia. Lo dem¨¢s es consecuencia del dif¨ªcil matrimonio entre la necesidad utilitaria y una est¨¦tica contempor¨¢nea extra¨ªda de un cat¨¢logo al uso. Se reconocen algunos elementos mobiliarios, un reloj de pared de 1747 como detalle y la chimenea central del sal¨®n, extra?amente en convivencia con una carpinter¨ªa vulgar y un pavimento de imitaci¨®n. Incluso la fuentecilla de la entrada es vituperada por la m¨²sica ambiental, la impresora de la recepci¨®n, la m¨¢quina de caf¨¦ y ruido de los platos en el comedor.
HOTEL SANTA KUTZ
PUNTUACI?N: 5,5
Categor¨ªa oficial: sin clasificaci¨®n oficial. Direcci¨®n: Santa B¨¢rbara, s/n. Urretxu (Guip¨²zcoa). Tel¨¦fono: 943 72 59 59. Fax: 943 72 98 84. Internet: www.hotelsantakutz.com. Instalaciones: jard¨ªn, sala de convenciones para 14 personas, sal¨®n con chimenea, restaurante-asador. Habitaciones: 12 dobles, 1 suite. Servicios: no tiene facilidades para discapacitados, no admite animales dom¨¦sticos. Precios: desde 100 euros + 7% IVA la habitaci¨®n doble; desayuno incluido; descuento del 20% ofrecido por el Gobierno vasco en una estancia de fin de semana.
Sin duda, la pieza m¨¢s atractiva del caser¨ªo es la sala de reuniones, por su minimalismo y el sutil juego de transparencias que establecen los ventanales y el cierre de puerta corredera acristalada. A todo lo largo, el verde alimenta la retina y excita la pituitaria con su promesa de frescor perenne. Menos mal, porque el desayuno resulta escaso y convencional. Latorre prefiere centrarse en las cenas, argumentadas con impecables toques de tradici¨®n vasca.
S¨¢banas sedosas
Las 13 habitaciones se arraciman en la planta superior, indefectiblemente estrechas, sin apenas espacio alrededor de la cama y dotadas de un simple taburete en el que clavar las posaderas. Un televisor m¨ªnimo cuelga de la pared de enfrente. El cuarto de ba?o es igualmente reducido e impersonal. Pero hay que celebrar en ellos el silencio, la sedosidad de las s¨¢banas, la sensaci¨®n de aislamiento que provoca este irredento valle guipuzcoano, una paz que redime todo lo vivido anteriormente y que proclama la imagen buc¨®lica y at¨¢vica del turismo rural en el Pa¨ªs Vasco.
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